OBESIDAD
Ozempic también nos hace comer más sano ¿Adiós a la comida basura?
Los fármacos GLP-1, como Ozempic, Wegovy y Zepbound, están revolucionando la salud al imitar una hormona que ralentiza la digestión y promueve la sensación de saciedad, ayudando a reducir la ingesta calórica y controlar adicciones. Además, también podrían prevenir enfermedades como accidentes cerebrovasculares, alzhéimer y párkinson
Ozempic, Mounjaro, Wegovy, Saxenda ... ¿con cuál se pierde más peso? ¿cuál tiene menos efectos secundarios?
![Un farmaceútico sostiene una caja de Ozempic](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/salud/2024/11/29/ozempic.jpg)
El auge de la familia de fármacos llamados GLP-1, como Ozempic, Wegovy y Zepbound está transformando el panorama alimenticio y de salud. Estas sustancias imitan una hormona que ralentiza la digestión y envía señales de saciedad al cerebro, ayudando a millones de personas ... a reducir significativamente su ingesta calórica y a controlar adicciones más allá de la comida, explica Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida.
Además, podrían tener beneficios en la prevención de enfermedades como accidentes cerebrovasculares, alzhéimer y párkinson.
En España, se calcula que 1 de cada cuatro personas en España vive con obesidad. Se estima que, para 2035, 24 millones de estadounidenses los utilizarán.
Por lo tanto, reconoce Lecube, el número de pacientes que podrían ser tratados con estos nuevos fármacos es «elevadísimo». Y añade: «es un tratamiento que está implantando; cada vez se está normalizando el uso tanto farmacológico para abordar la obesidad, junto con el empleo de medidas adicionales de ejercicio y de apoyo psicológico. El uso de tratamiento médico es indispensable en un gran número de pacientes».
La obesidad es una de las enfermedades no transmisibles más frecuentes en el mundo, y también en España; sin embargo, formalmente y para las autoridades sanitarias, aún sigue siendo menospreciada, minimizada e infravalorada, según se ha puesto de manifiesto XX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) . Y no sólo eso: cuando hablamos de obesidad, se suele pensar en un único problema de exceso de peso pero, en realidad, nos enfrentamos a múltiples tipos de obesidad, a 'obesidades'.
«Este término refleja un cambio en nuestra comprensión de esta enfermedad, reconociendo su complejidad, reflejada en su diferentes causas, manifestaciones y consecuencias: hablar de «obesidades» nos permite abordar el problema de forma más precisa y personalizada», afirma Alberto Aliaga, coordinador del Servicio de Endocrinología y Nutrición en Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla.
Además, destaca Lecube, es evidente que se está «reescribiendo la narrativa de la obesidad». Estos nuevos fármacos «están ayudando a cambiar la idea de que el paciente es siempre culpable de su enfermedad».
En este sentido, Cristóbal Morales, vocal de SEEDO y responsable de la Unidad de Salud Metabólica, Diabetes y Obesidad del Hospital Vithas Sevilla, explica que se trata de fármacos que se dirigen directamente al «hambre emocional o hambre de hedónica».
Se está reescribiendo la narrativa de la obesidad. Estos fármacos están ayudando a cambiar la idea de que el paciente es siempre culpable de su enfermedad
Este nuevo escenario ha generado inquietud en la industria alimentaria, ya que los consumidores que usan GLP-1 no solo comen menos, sino que rechazan alimentos ultraprocesados, perdiendo interés por productos ricos en conservantes y saborizantes artificiales. Por ejemplo, en EE.UU., las ventas de alimentos dulces y snacks han caído, y la innovación en el sector alcanzó su punto más bajo en 2024.
Sabemos, señala Morales que «los fármacos generan un restricción calórica, y por lo tanto una disminución de peso cada vez más eficaz. Pero -añade- no solo tienen efectos sobre la ingesta sino también que se observa una inclinación hacia alimentos más saludables».
Estudios animales ya lo había mostrado, continúa Morales, pero estamos viendo en pacientes, que siguen estos tratamientos que se inclinan hacia comidas más saludables.
¿Podemos hablar de un cambio en la conducta alimentaria?
Lecube asegura que al actuar aumentando la saciedad, «facilita que las personas coman menor cantidad de comida ya que aumenta el tiempo en de sensación de plenitud. Por tanto -señala- lo que se consigue es ingerir menores cantidades de comida y eso facilita la elección de una alimentación más saludable».
Este grupo farmacológico afecta de manera importante en el comportamiento de la ingesta alimentaria. De hecho, señala Morales, los datos que se disponen, sobre todo Estados Unidos «ya apuntan a que el paciente gasta menos dinero en productos alimenticios, lo que está haciendo que la industria alimentaria americana se esté adaptando a estos cambios, incluso creando líneas para este tipo de usuario. Por ejemplo, cada vez son más son más frecuentes envases más pequeños menores, se está viendo que el paciente elige de más productos más naturales y saludables. La industria alimentaria ha notado este cambio y están adaptándose a este nuevo modelo de consumo».
Así, recientemente un informe en NYT señalaba que empresas como Nestlé han comenzado a adaptarse lanzando líneas de productos con porciones más pequeñas, aunque la investigación sobre cómo estos fármacos alteran los gustos sigue en una etapa inicial. El impacto potencial de los GLP-1 podría reconfigurar profundamente las preferencias alimenticias y el mercado global, señala el artículo.
Lecube considera que si los fármacos logran el control de la sensación de hambre, teniendo en cuenta que la obesidad afecta a 1/4 parte de la población y por tanto, habría una reducción se en el consumo de comida y por tanto, facilitaría el uso de raciones más pequeñas e incluso de una alimentación más saludable. «Si esto tiene impacto positivo o la industria alimentaria en cuanto a que sea capaz de reducir las pues tamaños de los alimentos que ofrecen y aumentar la oferta de alimentos más saludables, bienvenido sea, será todo un éxito».
Más allá de la obesidad
Esta nueva familia de medicamentos, además de tener un impacto positivo sobre la obesidad y la diabetes, también ha demostrado beneficiar la salud cardiovascular y metabólica. Pero ahora se está estudiando su papel en el control de otros impulsos, como el consumo de bebidas alcohólicas, «aunque todavía no ha evidencias suficientemente contundentes para ni siquiera proponer su uso en estas situaciones», apunta Lecube.
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