Obesidad
Restringir el azúcar en los primeros 1.000 días de vida reduce el riesgo de diabetes e hipertensión
Un estudio en Science sugiere que la clave para una vida sin diabetes e hipertensión podría estar en reducir el azúcar durante los primeros 1.000 días desde la gestación
La dieta del ayuno intermitente más popular eleva un 91% el riesgo de muerte cardiovascular
¿Cuánto azúcar necesitamos realmente?
![Azúcar](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/salud/2024/10/31/azucar-RulkLY5vs5dVj70GedtbpeL-1200x840@diario_abc.jpg)
La restricción de azúcar en la primera etapa de vida –iniciando desde el período prenatal– puede proteger contra la diabetes y la hipertensión en la adultez, según un nuevo estudio basado en datos del racionamiento de azúcar en el Reino Unido tras la Segunda Guerra ... Mundial.
Según el trabajo, el riesgo de desarrollar diabetes e hipertensión se redujo en aproximadamente un 35 % y un 20 %, respectivamente, y la aparición de estas enfermedades se retrasó en 4 y 2 años.
Los resultados, que se publican en la revista 'Science' destacan importantes beneficios para la salud a largo plazo derivados de una ingesta reducida de azúcar en los primeros 1.000 días de vida.
Este periodo, que abarca desde la concepción hasta los 2 años, es crítico para la salud futura, escriben los investigadores de la Universidad del Sur de California (EE.UU.).
La hipótesis DOHAD (Developmental Origins of Health and Disease), sobre los orígenes del desarrollo de la salud y la enfermedad, propone que la exposición a un ambiente adverso en el período periconcepcional y/o intrauterino confiere a la descendencia, un mayor riesgo de desarrollo de enfermedades metabólicas o alteraciones relacionadas, explica a ABC Salud María José Picón, del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.
En el año 2008, continúa la también vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED), «se iniciaron una serie de campañas y estrategias, por parte de Gobiernos y organizaciones, para poner de manifiesto la importancia de los primeros 1000 días de vida (período comprendido entre la concepción y los dos primeros años de vida) en el desarrollo a lo largo de la vida, y establecer programas y medidas de prevención en este período».
Dieta occidental
La investigación muestra que una dieta inadecuada en esta fase se ha relacionado con consecuencias negativas en la salud en la adultez. Aunque las directrices alimentarias recomiendan evitar el azúcar añadido en la infancia temprana, la exposición a niveles altos de azúcar es común en la mayoría de los países que siguen dietas occidentales debido a la dieta materna en el útero, la lactancia, y la alimentación infantil, incluidas fórmulas y alimentos sólidos.
Además, las investigaciones sugieren que la mayoría de los bebés y niños pequeños consumen alimentos y bebidas endulzadas a diario.
Para estudiar los efectos a largo plazo del consumo temprano de azúcar, el equipo de Tadeja Gracner aprovecharon un experimento natural en el Reino Unido: el final de una década de racionamiento de azúcar y dulces tras la Segunda Guerra Mundial en 1953.
Durante el racionamiento, la cantidad permitida de azúcar era similar a las recomendaciones dietéticas actuales, incluidas las dirigidas a mujeres embarazadas y niños pequeños. Sin embargo, el fin del racionamiento provocó un aumento casi del doble en el consumo de azúcar de la noche a la mañana.
Gracias a la información que ofrecen los datos del Biobanco del Reino Unido de personas que estuvieron o no expuestas al racionamiento de azúcar en el útero y en la primera infancia, el equipo encontró que la exposición temprana al racionamiento de azúcar conllevó beneficios significativos para la salud a largo plazo.
El efecto protector fue mayor en aquellos que estuvieron expuestos a la restricción de azúcar tanto en el útero como después del nacimiento; solo la exposición prenatal representó aproximadamente un tercio de la reducción del riesgo.
El efecto protector fue mayo en aquellos que estuvieron expuestos a la restricción de azúcar tanto en el útero como después del nacimiento
Este efecto se intensificó después de los 6 meses de edad, coincidiendo probablemente con la introducción de alimentos sólidos.
«Un ambiente de hiperglucemia materna, ya sea porque la madre tiene diabetes gestacional o por un consumo de alimentos ricos en azúcares que, sin llegar a tener diabetes, si que puede originar picos de glucosa altos en sangre materna de forma puntual es un ambiente perjudicial que de alguna forma «reprograma» al feto hacia el posible desarrollo de enfermedades metabólicas», añade Picón.
Jesús Francisco García Gavilán, investigador en CIBERobn y profesor asociado de la Universidad Rovira i Virgili, asegura a Science Media Centre que esta investigación «valida los resultados de estudios previos y sus hallazgos apoyan las recomendaciones de las guías dietéticas de práctica clínica que buscan evitar o reducir el consumo de azúcares simples durante la etapa gestacional y retrasar lo más posible el consumo de estos durante la primera infancia con el fin de preservar la salud de las personas en la edad adulta».
En cuanto a las limitaciones, advierte que «hay que tener en cuenta que el estudio solo consideró personas nacidas en Reino Unido y que los datos de su salud fueron autoreportados. También que hace referencia a personas que nacieron entre los años 1951 y 1956, donde el tipo y disponibilidad de productos ultraprocesados podría ser muy diferente a la actual».
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