Una joven adopta a un cachorro callejero sin saber que era un coyote
La chica acabó entregando a una protectora al animal pero su historia se hizo viral
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El abandono de mascotas es un problema al alza en España. Las cifras que anualmente se desgranan de perros y gatos que son recogidos por la calle por asociaciones y protectoras de animales que los detectan abandonados y sin rumbo solo hacen que ratificar esta triste tendencia. A menudo la entrada de un can o felino a casa es cuestión de un capricho y la realidad acaba truncando las adopciones de la pero de las maneras.
A veces, además, se da el caso de que la mascota tiene descendencia y la familia acaba entregando a otras casas, en el mejor de los casos, o dejando en la intemperie a cachorros recién nacidos, con la esperanza de que alguien los acoja y les dé una vida mejor. Afortunadamente también hay mucha gente que de la noche a la mañana, con o sin planificarlo, abre las puertas de sus casas a nuevos inquilinos de cuatro patas.
Esto es lo que hizo recientemente Marian, una joven mexicana que se encontró con un cachorro y no pudo no llevárselo. Feliz con ella fue subiendo vídeos a su cuenta de TikTok con varias fotos entrañables. Sin embargo, la historia tuvo un desenlace inesperado y por ello su historia, que ahora ha concentrado en otra cuenta (@camilo.el.nio.de) se ha hecho viral.
Extraños gustos
En un primer momento, el animal era pequeño y presentaba un aspecto tierno con el que ella misma quedó embobada. Cuidó al cachorro incluso dándole comida con jeringuillas, y éste aprendió a convivir con otros perros y gatos de esa misma familia: el animal estaba totalmente integrado, tal y como se aprecia en las imágenes.
Sí que les parecía extraño cómo comía, algo que se percibía en un vídeo de él, con un mes, comiéndose una pieza de pollo. «El instinto lo traen desde pequeños. Solo con un mes y es toda una fiera», explicaba ella de fondo. En varios vídeos se ve cómo ella le daba instrucciones, como que se sentara, y que obedecía sin problema.
Con el paso del tiempo, la mascota fue creciendo y allí llegó la sorpresa: no se trataba de un perro doméstico sino un coyote. Ella explicó que para nada sabía su especie cuando lo adoptó y a partir entendieron el por qué de su enloquecimiento con la carne. Con todo, el coyote siguió viviendo durante un tiempo en esa casa.
La historia generó tanto revuelo que Marian acabó explicando mejor la historia del coyote, que ya no vive con ellos. «Siempre fue salvaje y llegó un momento en que creció tanto que no podía tenerlo. No tenía ni las condiciones ni el tiempo», comentó ella en un vídeo, en el que desvelaba que acabó llevando al animal a una protectora y que tuvo un inesperado final feliz. Y es que al poco tiempo al mismo centro llego una coyota.
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