Las tragedias de la vida de Karina: sin dinero para pagar la luz y la grave enfermedad de su nieta

María Albert

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18/01/2024 a las 19:30h.

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María Isabel Llaudes Santiago (Jaén, 1945) despuntó desde muy joven en el mundo de la música gracias a los concursos radiofónicos y a su participación en el Festival de la Canción de Benidorm de 1961, convirtiéndose muy pronto en una de las estrellas emergentes de los años 60. Fue entonces cuando el nombre de Karina ─el apodo se lo había puesto el artista italiano Torrebruno─ comenzó a resonar por todo el país, aunque su gran éxito vendría de la mano del Festival de Eurovisión de 1971, donde quedó en segunda posición gracias a 'En un mundo nuevo'.

Caracterizada siempre por su sonrisa, la vida no ha tratado bien a una mujer que alcanzó el éxito sin haber cumplido siquiera los 18 años. Karina esconde detrás de su particular alegría muchos episodios de dolor que han marcado el lado más personal de su vida, en el que se incluyen problemas económicos, reveses de salud y episodios de acoso sexual que afectaron a su trayectoria.

Más de medio siglo después de saltar a la fama, la artista regresa a los escenarios con la obra 'Yo soy Karina', estrenada el pasado 15 de enero en el Teatro Bellas Artes de Madrid. En esta comedia musical, la andaluza repasa los episodios más importantes de su vida, donde no han faltado las sombras más oscuras de su carrera.

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Uno de los episodios más duros a los que ha tenido que hacer frente la intérprete de 'El baúl de los recuerdos' fue el acoso sexual que experimentó durante sus primeros años de carrera. «Me rebelé, sobre todo, a la hora del toqueteo. Yo elegía las canciones, pero, después de eso, siempre venía un café, un abrazo por encima, mucho el tocarme el brazo o la mano», asegura Karina en una entrevista concedida para 'El Mundo'.

La situación más complicada fue la que vivió con un famoso «productor teatral y cinematográfico», que trató de sobrepasarse con ella: «Empezaba el momento del destape y me ofreció una película para enseñar las tetas y me dijo que él lo que quería era tocármelas», recordaba la de Jaén, que no dudó en revelarse. «Yo me levanté enseguida y di un salto de la silla. Le contesté que se había confundido y que yo no iba a salir en una pantalla enseñando nada mío, si no quería, y que mucho menos le iba a dejar tocarme las tetas», desvelaba Karina.

Esta situación le costó parte de su carrera, pues se corrió la voz de que «era muy estrecha» y le hizo perder muchos trabajos: «No es que yo fuera estrecha, yo iba con quien quería. Mira, yo no he buscado jamás la fama y el dinero. A mí lo que me apasiona es cantar. De eso he hecho mi profesión y he vivido hasta el día de hoy unas veces mejor y otras veces un poquito más estrecha».

Karina también ha tenido que vivir complicadas situaciones en su piel, que la llevaron a verse ahogada por las deudas y sin dinero para pagar el agua y la luz. Hace años, a la cantante se le diagnosticó un complicado cáncer de tiroides, cuyo tratamiento se alargó durante casi 12 años, dejándole una ristra de gastos médicos que casi la asfixian. Recurrió a la radioterapia y la medicina nuclear e incluso llegó a pagar 7 millones de pesetas en su intento por curarse, algo que finalmente consiguió.

Sin embargo, la falta de recursos económicos y el aumento de sus gastos la dejaron sin manera de pagar las facturas del agua y la luz, llegando a estar varios días sin poder disfrutar de ninguna de estos comodidades: «Me la han cortado y he tenido que estar tres o cuatro días con velas, pero bueno, se ha solucionado», explicaba la intérprete, que salió adelante gracias al apoyo de sus hijas.

Aún así, Karina sigue viviendo los efectos de esta enfermedad por la que tuvo renunciar a gran parte de sus ahorros. Ahora, a sus 78 años, padece hipotiroidismo, un trastorno que afecta a las glándulas tiroides y que provoca que haya menos hormonas tiroideas de lo necesario. Esto dificulta la pérdida de calorías y, a su vez, permite almacenar más grasas, por lo que es habitual ver a los pacientes que la sufren ganando peso, como ha sucedido con Karina.

La situación familiar de Karina tampoco ha ayudado a mejorar el difícil momento que atraviesa. Hace varios meses, la que fuera representante de España en Eurovisión decidía sumarse a la nueva edición de 'Gran Hermano VIP' por sorpresa, una decisión que ocultaba un importante motivo detrás. Aunque no lo hizo público en un primer momento, sí se sinceró durante su enfrentamiento a «la curva de la vida» en el reality de convivencia: quería recaudar la mayor cantidad de dinero posible para hacer frente a la grave y rara enfermedad de su nieta.

Karina se derrumbó al hablar del revés de salud que atraviesa su nieta Ana, hija de Azahara (la hija que tienen en común la cantante y Carlos Manuel Díaz): «Mi nietececita Ana está un poco mala, pero yo le pido a Dios todas las noches que se ponga buena. Yo, por ese motivo estoy aquí; para que mi hija pueda buscar a médicos mejores. Hay muy buenos médicos pero, si hay alguien mejor, pues mejor para la chiquilla», revelaba en el programa.

Sobre esta situación también quiso pronunciarse su hija, que habló abiertamente del problema de la pequeña: «Como ha revelado mi madre, mi hija fue diagnosticada de una enfermedad grave y rara cuando solo tenía 1 mes y 23 días de vida. Hemos pasado mucho tiempo en hospitales. Actualmente, está controlada y lleva una vida de lo más normal posible, pero por su enfermedad necesita cuidados permanentes las 24 horas», añadía entonces, asegurando que el dinero recaudado por su madre iría destinado a ello.