Karina: «Se me ha ignorado, y eso es lo peor; es mejor que te odien»
La artista se subirá en enero al escenario del Teatro Bellas Artes para contar su vida en un espectáculo
Karina: «Mi cupo de pasión lo tengo cubierto»
![Karina, en el Bala Perdida Club de Madrid, durante la entrevista](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/16/Karina1-R53V520MqOFtmGYn3wQxdeO-1200x840@abc.jpg)
A María Isabel Llaudes Santiago se la «merendó» -en sus propias palabras- Karina, la cantante de rostro angelical y azules ojos dulces que brilló en los años sesenta y setenta con canciones como 'El baúl de los recuerdos', 'Las flechas del amor', 'Romeo y ... Julieta' o 'Un mundo nuevo', con la que quedó segunda en el festival de Eurovisión de 1971 -después de ganar el programa 'Pasaporte a Dublín', donde compitió con Los Mismos, Nino Bravo, Rocío Jurado, Junior, Jaime Morey, Encarnita Polo y Conchita Márquez Piquer, entre otros. Ahora, María Isabel Llaudes Santiago ha decidido contar -y cantar- su vida en un espectáculo titulado 'Yo soy Karina', que ha escrito su primer marido, el actor Carlos Manuel Díaz -que además le acompaña en escena, junto a la pianista Angie Lofer- y dirige Víctor Páez. Se estrenará en el Teatro Bellas Artes de Madrid el próximo 15 de enero.
La primera pregunta, obligada, es ¿por qué decide contar su vida en un escenario?
Y yo me pregunto: ¿Por qué no? Hay momentos en la vida en que debemos decir nuestra verdad y nuestra vivencia. Porque, en mi caso, creo que ha habido mucha confusión y un poco de lío. Cada uno ha visto lo que ha querido ver y tampoco es cuestión de estar desmintiendo cosas cada dos por tres. Lo ideal es que, como dice mi canción, al final del camino, o casi ya al final del camino, volver a escena para contar mi vida y cantar fragmentos de mis canciones. Y también contar anécdotas de estas canciones, porque no todas las grabaciones las hice, como la gente piensa, feliz y contenta; había canciones que no me gustaban.
¿Como cuáles?
Empecé muy joven y en aquella época había que ser, entre comillas o no, un poco obediente. Había que hacer lo que el productor consideraba oportuno. Y una de esas canciones que a mí no me gustaban fue 'Romeo y Julieta', que fue uno de mis grandes éxitos, tanto en España como después en México, en Perú, en Venezuela… cuando se vendían discos en Venezuela, y en un largo etcétera de países. Me lo restregaron mucho, y después tuve mucho cuidado en decir si me gustaban o no me gustaban; siempre daba mi opinión, pero siempre con mucho más cuidado que en aquella ocasión.
«Empecé muy joven y en aquella época había que ser, entre comillas o no, un poco obediente. Había que hacer lo que el productor consideraba oportuno»
¿Y eso ocurrió con frecuencia?
Afortunadamente no… Pero siempre había que grabar lo que te dijeran, salvo que fueras cantautor o cantautora, como Mari Trini. Pero no era mi caso. Después de ese rifi-rafe fue todo más ligero, más amistoso, aprendí a ser más paciente y a escuchar.
¿Y eso lo cuenta en el espectáculo?
Cuento mi vida desde mis comienzos y mi llegada a Madrid; tampoco quiero alejarme mucho del mundo artístico. Hablo, lógicamente, de mis vivencias en Jaén, donde nací, pero esas las paso un poco por encima, aunque fueron muy felices; tuve una infancia muy feliz. Contaré cositas de actuaciones; anécdotas, más que nada, que unas pueden ser más divertidas y otras un poco más tristes; de mi paso por los programas de radio adonde fui, de los concursos donde participé; hablaré de 'Pasaporte a Dublín', que fue algo así como el Benidorm Fest de ahora... Un recorrido que no es corto, pero que resumimos más o menos en una hora y media aproximadamente.
Su carrera fue probablemente más corta de lo que se merecía. ¿Se es injusto en este país con los artistas?
Conmigo, sí. No puedo hablar por otros compañeros. Pero, en mi caso, sí. Fue una vida muy corta, de mucho éxito, eso sí -y gracias a esos éxitos, ahora estoy con este proyecto-. Se ha sido injusto porque se ha menospreciado esa música que yo hacía; una música pop sencilla, donde solamente queríamos divertir y que la gente se lo pasara bien. Eran años también difíciles, sobre todo para la mujer. Hispavox me dijo en 1978 que no me renovaba, pero yo quería seguir. Estábamos en el umbral de unos cambios que unos han sido para bien y otros, en mi opinión, para regular. Se me ha ignorado, y eso es lo peor que le puede pasar a un artista. Es preferible que te quieran o que te odien.
«Se ha sido injusto conmigo. Se ha menospreciado esa música que yo hacía; una música pop sencilla, donde solamente queríamos divertir y que la gente se lo pasara bien»
Usted sigue con ganas de cantar.
Yo sí. Tengo ganas de cantar, lo que pasa es que ya voy cumpliendo años; tengo 76, es una edad, digamos, seria. Mi intención es hacer este espectáculo con la idea del día a día. Estrenaremos, si Dios quiere, el 15 de enero, e iremos paso a paso. Nunca se sabe si las fuerzas me van a aguantar. Si todo va bien, seguiremos en febrero. Con unos años menos, le estaría contando que estamos ensayando ya lo que vamos a presentar para el verano que viene, pero no es el caso. Espero por lo menos que la gente salga con buen sabor de boca; quien tenga ya una idea premeditada de Maribel o de Karina, no la voy a cambiar ni yo lo pretendo, pero sí quiero aclararle cosas y que salga del teatro con las cosas un poquito más claras. Y que la gente sea feliz, estamos pasando momentos también muy duros y creo que necesitamos sonrisas.
La imagen que se tiene de usted varía radicalmente según las generaciones. Unos recuerdan a la cantante, los más jóvenes al personaje televisivo. ¿Se ha sentido utilizada en alguna manera?
En mi vida ha habido de todo: equivocaciones, aciertos; la primera época fue de aciertos plenos, y puedo estar orgullosa de ello. Después una persona se equivoca, tropieza. Yo pedí disculpas y dije que aquél no era mi camino. Pero que no haya tenido... no un perdón, pero por lo menos comprensión, escuece.
Pero si a alguien le tiene que pedir perdón, en todo caso, es a usted.
-Y a mi familia, y a alguien si se ha sentido ofendido. He vivido momentos duros y sin explicación. La única razón que me dio Hispavox fue que no me renovaban el contrato porque no querían seguir grabando a cantantes «horteritas». Y yo repaso las letras de mis canciones, como 'El baúl de los recuerdos, 'Regresarás', 'En un mundo nuevo', 'Yo te diré', y no veo dónde está la horterada. Y aunque así fuese, cuando el público te dice que sí, como hizo por ejemplo con El Fary o Manolo Escobar, a los que algunos llamaban horteras... Yo quiero vender muchos discos así. Y las discográficas supongo que también. No creo que le hagan ascos a una persona que venda muchos miles o millones de discos. Sería una contradicción.
«Karina se merendó, valga la expresión, a Maribel. El personaje pudo mucho más. Pudo con la persona; el personaje fue muy fuerte y tuvo mucho peso, popularmente hablando»
Un artista puede cambiar de imagen o de estilo...
Claro. Lo de la horterada es relativo. Puede pasar a otros estilos y cantar folk, pasodoble, ópera... Yo qué sé. Y te puede gustar o no; lógicamente, para gusto se hicieron colores. Pero no hay por qué señalar de esa manera; a mí se me señaló de un modo tan duro y tan ilógico... Todavía no lo entiendo. Y por eso nace el espectáculo; nos planteamos si merecía la pena, le dimos muchas vueltas, pero al final hemos pensado que sí. Que merece la pena. Con que haya una persona, o un par de ellas, a las que se le aclare algo, yo ya me siento feliz. De cualquier modo, yo he sido una persona positiva, he mirado siempre el vaso medio lleno y he tenido siempre ganas de seguir hacia adelante. No he perdido la ilusión. Es difícil que yo tire la toalla; los sagitarios como yo somos cabezones, tercos. Si hubiera sido por algunos... jefes, digamos, ya la hubiera tirado. Pero aquí estoy. Tampoco quiero descubrir nada en el espectáculo; de Karina se sabe casi todo.
¿Y de Maribel, qué se sabe?
Karina se merendó, valga la expresión, a Maribel. El personaje pudo mucho más. Pudo con la persona; el personaje fue muy fuerte y tuvo mucho peso, popularmente hablando. Maribel era, y es, una mujer mucho más tranquila, mucho más serena, mucho más hogareña. Y claro, Karina se la merendó. Pero bien merendada.
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