Tamara Falcó habla por primera vez de la opinión de su padre sobre Iñigo Onieva

María Albert

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

19/10/2023 a las 10:52h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

Tamara Falcó (41) está de regreso a la televisión tras un verano de ensueño que culminó con boda y luna de miel junto a su flamante marido, Íñigo Onieva (34). La pareja protagonizó una de las grandes reconciliaciones del 2023, consiguiendo reponerse de la infidelidad que el empresario cometió el pasado verano, y no es de extrañar que, desde entonces, el matrimonio se haya convertido en uno de los más buscados por los medios.

La marquesa de Griñón ha sido la última protagonista de 'El musical de tu vida' en Telecinco, donde ha acudido dispuesta a hablar de algunos de los episodios más desconocidos y hablando sobre las personas más importantes de su vida. También de la relación con su padre, Carlos Falcó, fallecido el pasado año 2020 durante el estallido de la pandemia de coronavirus a los 83 años, con el que Tamara mantenía un vínculo muy especial.

La muerte del aristócrata y empresario español todavía duele a la que toda su vida fue la niña de los ojos de su padre. Tres años después de su repentino fallecimiento, la hija de Isabel Preysler sigue echando de menos a su padre y notó su ausencia en uno de los grandes eventos de su vida: el día de su boda. Así, no extraña que Tamara Falcó no pudiera contener las lágrimas al recordar la mítica figura de su progenitor junto a Carlos Sobera.

«Le gustaba hablar conmigo de todo, era súper culto, le encantaba España, le encantaba hablar con todo el mundo. Hablaba de todo un poco, era muy divertido, no era nada pesado», comenzaba a decir la colaboradora de televisión, que no dudó en hablar de cómo era el día a día con su padre como nunca antes lo había hecho.

Según confesaba la propia Tamara, la relación con su padre era muy especial y era él al que «le contaba todo»: «Era una de esas personas súper positivas que creía en todos los proyectos y acompañaba a sus hijos en todas sus cosas, aunque estuviera muy ocupado», relataba la aristócrata. «Se levantaba cada mañana para levantar el mundo y para hacerlo mejor», seguía recordando la colaboradora de 'El Hormiguero', aún con lágrimas en los ojos.

Es por ello que el fallecimiento repentino de Carlos Falcó le afectó tanto y, a día de hoy, le sigue afectando: «Una de las reflexiones que hice es que le echo tanto de menos porque fue un gran padre. En un supermercado de padres siempre volvería a escoger el mío», bromeaba. «Siento la pérdida porque ha sido maravilloso, lo que estoy es agradecida», sentenciaba, recordando que, aunque ya no está, sigue siendo parte de su vida. «Yo le sigo rezando y le sigo sintiendo. Él está presente, para mí mi padre sigue viviendo y lo siento», aseguraba.

Durante estos últimos meses, Tamara Falcó ha demostrado que la capacidad de perdonar es una de sus grandes cualidades, especialmente en el espectro del amor. Así lo hizo con su actual marido, Íñigo Onieva, cuando descubrió que este le había sido infiel durante el festival Burning Man en 2022 con otra mujer, dándole una segunda oportunidad que acabó en boda el pasado mes de julio.

Para hacerlo, la socialité también contó con el apoyo de gran parte de su familia, que la instó a seguir su corazón y perdonar a su pareja por esta deslealtad. Sin embargo, no pudo contar con la tan ansiada aprobación de su padre, que ya había fallecido cuando esta comenzó oficialmente su relación con el empresario. Durante su charla con el presentador Carlos Sobera, la marquesa de Griñón incluso ha llegado a sincerarse sobre la opinión que Carlos Falcó habría tenido sobre su nuevo marido.

«Mi padre era una persona que creía mucho en el criterio de cada uno y creía mucho en el amor», comenzaba diciendo Tamara, demostrando que esta fe en el amor le viene de familia. «Entonces no sé a quién habría escogido él para mí, pero sí que sé que él me habría apoyado en cualquier decisión que hubiera tomado», confesaba, dejando entrever que el aristócrata hubiera aceptado a Íñigo Onieva con los brazos abiertos.