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Masterchef

Los momentazos de «Masterchef 8»: del pájaro muerto de Saray a la pelea de gallos en cocinas

El lamentable plato de la cordobesa, el pique entre Iván y Andy o la confesión de Michael han sido algunos de los puntos álgidos de la edición

Ana, ganadora de Masterchef 2020

Saray, con su famoso plato RTVE

Rubén Ventureira

Fue un 13 de abril cuando empezó «Masterchef 8». Ese día, el programa prescindió de una «celebrity» : la actriz Mónica Bardem , hija de Pilar y hermana del «oscarizado» Javier , se quedó a las puertas de acceder al programa. Varios de los anónimos que entraron aquel día son ya hoy «famosos de la tele». Hoy lunes 6 de julio (22.05, TVE-1) se sabrá quién de ellos se embolsa el cheque de 100.000 euros y se proclama ganador de «Masterchef 8» , un programa que ha dado muy buenos momentos a la audiencia. Repasamos algunos de ellos.

El famoso plato de Saray RTVE

El «show» de Saray

Saray llamó la atención desde el primer programa. Cordobesa de 27 años, educadora social, transexual y gitana. Ya en la primera gala confesó que en su familia hay quien no ve bien lo penúltimo.

De los casi 30.000 que quisieron ser «masterchef 8» solo entraron 16 . Ella fue elegida aunque en la prueba final de acceso presentó algo que «parecía una tortilla de patata, pero sin patata», según los chefs. Seguro que entre los 29.984 que se quedaron fuera había un alto porcentaje que sabía hacer tortilla de patata, pero también es seguro que no tenían el salero de la andaluza. Su simpatía le hizo sumar puntos al principio, pero poco a poco fue mostrando su cara B: piques con los jueces (memorable cuando apodó «Samantis religiosa» a Samantha Vallejo-Nágera ) y con los compañeros precedieron a la gran broma final: «Pájaro muerto en lo alto de un plato» . El plato de peor gusto de la historia de «Masterchef» .

«Nos hemos equivocado terriblemente contigo. Creo que es la vez que más nos hemos equivocado a la hora de dejar entrar a alguien por esa puerta en ocho años», le espetó Jordi Cruz , antes de devolver la dignidad a la perdiz librándola del mejunje en que la había bañado la cordobesa.

Una asombrosa doble expulsión

En la segunda gala, la casquería causó una pequeña «carnicería»: hubo doble expulsión . Fueron dos mujeres las que dijeron adiós, Adrianne y Mónica . Su sueño culinario, roto por las vísceras de pescado, que eran la base del plato que supuso la eliminación. El jurado se puso a la altura de los ingredientes, muy visceral. La directora de marketing belga, primero; y de propina, la cocinera y camarera asturiana. Ni una ni otra olvidarán jamás las vísceras.

La confesión de Michael

La noche de la doble expulsión fue también la de la confesión de Michael , el «señor Miyagi» de «Masterchef» (luce un pañuelo en la frente al estilo del maestro japonés de «Karate Kid»).

Hizo callos con patatas fritas, y quiso que estas últimas tuviesen presencia porque, según contó, hubo una época en su vida en la que fue de lo de único de lo que se alimentó. Fue cuando su madre lo echó de casa, con 16 años recién cumplidos, tras reconocer ante ella que sí, que tal y como sospechaba su progenitora, él era homosexual: «Prefiero tener un hijo muerto que un hijo gay» , le dijo. Así que Michael estuvo un mes y medio alimentándose de «chips» y agua, hasta que el gobierno de California lo incluyó en un programa de acogida con padres homosexuales. Su relato fue conmovedor.

Pelea de gallos

Allá por el tercer programa , el abogado madrileño Andy presentó en la prueba definitiva un plato titulado «Cuatro pollos y un gallo». El gallo, por supuesto, era él. El plato no era para tanto, y el coruñés Iván , con el que mantuvo un pique desde el programa inicial, pasó a llamarle «El Pollito» y se quedó lo de «El Gallo» para él.

Y así han estado, como el ratón y el gato, en plan pelea de gallos, durante todo «Masterchef 8» . «Voy a por él. Hasta que Iván no esté fuera no estaré a gusto», reveló el madrileño en el segundo programa. Ha estado a gusto pese a que han estado juntos hasta el final, manteniendo el pulso.

Uno de los grandes momentos de esta edición fue cuando les dieron barra libre para hablar uno del otro. Andy echó sal a paladas: « Iván me parece una persona muy chula, muy prepotente, muy arrogante, con el ego muy subidito. Se cree buen compañero pero a mí me da la sensación que haría cualquier cosa por ganar y pisaría a cualquier compañero por ello». Iván bañó en tabasco al abogado: «Sabe mucho menos de lo que dice que sabe. Cree que hacer esferas es lo único que existe en la cocina. Para mí es el tío más pretencioso que existe en el programa. Creo que debería poner los pies en el suelo. Y que debería dedicarse a cocinar, y a aprender. Y a aprender un guiso».

Iván empezó ganando la batalla de gallos, pero en los últimos programas la pugna se ha igualado , e incluso Pepe Rodríguez ha señalado a Andy como caballo ganador .

Andy e Iván, picados RTVE

La eliminatoria más cruel

En la quinta gala, seis concursantes tuvieron que cocinar para evitar la expulsión de otros tantos compañeros, que los podían ayudar de viva voz pero sin intervenir directamente en el cocinado. Todos se entregaron en cuerpo y alma, dando así una lección de compañerismo tras el desaire de Saray . Al coruñés Iván , que no tiene pelos en la lengua, no le pareció bien ese cambiazo, que se aplicó por primera vez en la historia del concurso: «Me parece bastante injusto. La permanencia de cada uno debería ser de cada uno», argumentó.

Teresa fue un mar de lágrimas tras fracasar con un guiso ante un Fidel que no le supo dar órdenes y que lo acabó pagando con la expulsión.

Teresa llora tras eliminar a Fidel en la prueba más cruel RTVE

El cotizado pin de la inmunidad

José Mari ganó un pin de la inmunidad en la quinta gala. No caducaba, se podía guardar para el momento que lo desease. Presumió de él y le sacó brillo hasta el punto de que Iván empezó a apodarlo «Pavo real», de todo lo que se pavoneaba.

Las semanas fueron pasando y el pin seguía en la solapa del barcelonés residente en Mallorca . Lo gastó finalmente la noche en la que le tocó lidiar en la prueba final con dos de los favoritos ( Iván y Juani ) y la revelación Andy . No dudó en entregar la «joya de la corona» a cambio de seguir en el programa. Duró una semana más .

El saber marcharse de Sonsoles

Con 21 años sufrió un accidente de coche y desde entonces se mueve en silla de ruedas . Con 43 decidió probar suerte en la cocina y no le fue nada mal, pues superó un casting de casi 30.000 personas y permaneció seis semanas en «Masterchef».

Hay quien no se sabe ir de los sitios: véase Saray y su portazo. Y después hay quien lo hace con tal elegancia que estás deseando que vuelva ya antes de que cierre la puerta, y este último es el caso de Sonsoles : «No hay límites. Lo que uno se propone lo consigue. Me voy con la mochila llena de cosas buenas y bonitas», dijo en su despedida , uno de los grandes momentos emotivos de la edición.

Juani llora tras su eliminación RTVE

El «edredoning» de Juani

La aspirante más entrañable de «Masterchef 8» ha sido Juani , una segoviana de 74 años fan de Cayetano Martínez de Irujo . Amante de la cocina tradicional, que borda, la pusieron a hacer esferificaciones y demás modernidades culinarias. Y tuvo la voluntad de aprender.

Rodeada de chavalada, se adaptó a ella hasta en el lenguaje, si bien con algún patinazo memorable. Como cuando dijo que en el confinamiento habían intimado todos tanto, y era tal el buen rollo, que tenían planeado «ir a Matabuena a hacer edredoning» . Se ve que la segoviana no ve muchos «reality», puesto que, tras las risas generalizadas, Luna le aclaró qué era eso del «edredoning»: «Ah, pues entonces fiesta del pijama», rectificó la concursante más veterana de la edición.

Cocinando para los suyos

El coronavirus partió la grabación del programa en dos, y obligó a los aspirantes a pasar el confinamiento lejos de las familias. Por eso fue muy emocionante que la primera prueba de la etapa de «nueva normalidad» consistiese en que los concursantes cocinasen para sus familiares , que los fueron a visitar al plató y guardando la pertinente distancia de seguridad.

Los comensales se sentaron de dos en dos, y así fue como vimos juntas a las novias de los enemigos íntimos, Iván y Andy . No triunfaron ni el uno ni el otro, si bien el segundo se quedó cerca. El premio fue para Juani , que se ganó además un viaje a Irlanda . Fue un momento muy emocionante, porque la segoviana nunca ha salido de España. Y porque ver a una abuela triunfante, cuando se estaba viviendo lo que se estaba viviendo, pareció un guiño del destino.

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