La muerte de 'La Promesa' que trastoca la gran alianza en palacio

Óscar Rus

Madrid

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13/02/2024
Actualizado 14/02/2024 a las 11:27h.

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Quien avisa en 'La Promesa' no es traidor. Palabra de Marcos Orengo (27), o sea, Feliciano Arcos, el lacayo que llegó a palacio con una mano delante y otra detrás en busca de su 'hermana', la malvada Petra Arcos (Marga Martínez), la doncella personal de Cruz (Eva Martín). «Lo de la semana pasada fue duro… lo de esta semana no quiero ni pensarlo… Aguanta, Feliciano», escribe el actor en Instagram.

Como el resto de personajes que llegan a La Promesa, el palacio cordobés donde transcurre la acción a principios del siglo XX, Feliciano llegó con un secreto bajo el brazo: la muerte de su 'padre'. Las comillas tienen una explicación: Feliciano había matado a su abuelo, pues Petra era –es– su madre; una revelación que sentó como un jarro de agua fría al joven. Costó y mucho que madre e hijo hicieran las paces; intercedieron Teresa (Andrea del Río), la novia de Feliciano, y Pía (María Castro), a pesar de su animadversión hacia Petra.

Porque Petra es mucha Petra y los espectadores ni olvidan ni perdonan sus fechorías. Aún así, los guionistas, que son muy cucos, han ido poco a poco 'humanizando' a un personaje clave en el devenir de la trama principal de la telenovela, pues sabe muchos de los secretos de La Promesa al ser los 'ojos' y 'oídos' de Cruz en la parte de los plebeyos. Petra vale más por lo que calla que por lo que habla: el asesinato de Tomás (Jordi Coll), el frustrado envenenamiento a la baronesa de Grazalema (que podría volver) y robos varios, como el de las joyas y el del bebé de Pía, Dieguito. Petra es, en definitiva, la llave para la caída en desgracia de Cruz, la villana de 'La Promesa'.

Y la más que posible muerte de Feliciano, a no ser que los guionistas obren un milagro, será el desencadenante para que Petra, la eterna cómplice de la marquesa de Luján, abra los ojos y se rebele contra su jefa. Porque de manera más o menos directa, Cruz es la responsable de que Feliciano, tras ser abatido durante la cacería junto a Curro (Xavi Lock), fuera operado de muy malas maneras y se le extrajera sin anestesia la bala que tenía dentro.

No será la primera vez que un plebeyo intente vengarse de Cruz. Que se lo digan a Pía, la ama de llaves, cuya decisión de ser madre soltera (había sido violada por el padre de Cruz, el barón de Linaja, y el marido le había salido rana, pues intentó envenenar al feto) no sentó nada bien a la marquesa de Luján. Cruz ordenó a Petra y un recién llegado Feliciano robar al recién nacido, a Dieguito, al que finalmente consiguieron rescatar de un convento. Al final, Cruz aplacó a Pía con un acuerdo: costear la manutención de Dieguito, pero fuera de palacio, para evitar las malas lenguas.

No parece que este vaya a ser el caso de Petra, que además tendrá como aliada en su venganza contra Cruz a la prometida de Feliciano: la pobre Teresa, que no sale de una (su separación de Mauro, el lacayo que tenía un romance con Leonor, la hija menor de Cruz) para meterse en otra.