Ester Expósito: «Mi objetivo nunca ha sido la fama»
La joven comparte cartel con Carmen Maura en la nueva serie de Manolo Solo, «Alguien tiene que morir»

El mundo descubrió a Ester Expósito en «Élite» y ella, con apenas veinte años, ha sabido aprovechar el trampolín para no dejar de trabajar («Veneno», «Alguien tiene que morir»...) y convertirse en toda una influencer en Instagram, donde se ha convertido en la española ... con más seguidores (25,7 millones). Este fin de semana sumará, seguro, algunos miles más gracias al estreno mundial en Netflix de «Alguien tiene que morir» , una miniserie de tres episodios firmada por Manolo Caro donde comparte cartel con Carmen Maura , Cecilia Suárez y Ernesto Alterio , entre otros.
A mí me imponía mucho. Tardé días en decirle que la admiro porque me parecía hasta innecesario. Me costó confesarle que la vi en una obra que me marcó mucho. Ha sido maravilloso no solo trabajar, sino también poder hablar con ella, ver cómo disfruta de esa forma tan sana la profesión. Y luego, para ver mi trabajo, se vio «Élite» y le gustó. Hasta empatizó con Carla.
Más allá de la edad y de que ambas son de una clase privilegiada, no les he visto muchos paralelismos. Carla, aunque tenga esta coraza fría y la haya liado parda, es mucho más empática. Cayetana es impulsiva, no piensa lo que dice y lo que hace, porque pertenece al grupo que siempre ganaba en ese momento.
Me parecía que la idea era muy interesante, es algo que era importante contar y además se hace con esa mezcla hispanomexicana. Me da la oportunidad de acercarme a un registro más amplio de generaciones y culturas. Y luego trabajar con Manolo Caro, al que ya admiraba. Tenía muchas ganas y en la reunión que tuvimos me contó parte del reparto: Carmen Maura, Ernesto Alterio y Cecilia Suárez. Solo con eso ya me pareció excelente. y luego me fascinó también cómo ha contado la historia.
Por todo. Le da voz a temas y luchas por las que hoy aún peleamos, como la libertad de sentirte atraído por quien sea. Han cambiado mucho las cosas, hemos avanzado, pero no nos podemos confiar, sigue habiendo prejuicios. Aún hay que luchar por la igualdad. Y luego creo que no se ha ahondado en los años cincuenta e historias como estas permiten a todo el mundo conocer un poco más la historia, porque creo que la clave para no repetir los errores es conocerlos. Además, «Alguien tiene que morir» habla del franquismo con una mezcla cultural y una estética moderna que no se ha visto antes. Va a acerca la historia a públicos de otras generaciones.
Y luego creo que lo más cercano a vivir algo es interpretarlo, y yo aprendí mucho al meterme en la piel de esta mujer que vivió esa educación machista que aún se sigue recibiendo aunque yo he tenido la suerte de no tenerla.
Es una herida que sigue abierta y que a veces se trata con mucha frivolidad y poca empatía porque no lo hemos vivido. Pero los jóvenes tenemos que tenerlo presente para no repetir ciertos errores y para ser más empáticos, menos egoístas y más generosos con todos.
Es cierto que ahora tengo una dosis de presión que antes no tenía y hay cosas que echo de menos de mi vida de antes, pero soy muy consciente de lo afortunada que soy, de estar trabajando de mi sueño, de poder vivir de ello, de poder elegir proyectos y personajes, de haber trabajado con gente a la que admiro siendo tan joven. También valoro el cariño que me llega de la gente aunque haya cosas que te presionen, momentos en los que explotas o te rebosan muchas cosas.
Creo que para mantener los pies en el suelo tienes que prepararte antes, porque si no puedes pasarlo mal con un cambio tan drástico. Mis padres me criaron para no perder mis objetivos, y el objetivo nunca ha sido la fama, sino vivir de esto. Yo quería trabajar, porque quería ser actriz desde que tengo cinco años, pero hasta los 14 no me dejaron buscar representante. Fue muy inteligente por su parte, era mejor que pasara una infancia normal sin ese peso de tener trabajo. Cuando tuve la madurez adecuada me dejaron empezar a compaginarlo con los estudios, pero siempre me aconsejaron acabar hasta bachillerato. Su educación me ha ayudado a tomarme este cambio con calma y madurez.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete