Carmen Maura: «La televisión vive hoy una etapa diferente y exagerada»
La actriz regresa a la pequeña pantalla con la serie «Alguien tiene que morir», de Manolo Caro
![Carmen Maura, una abuela de armas tomar en «Alguien tiene que morir»](https://s2.abcstatics.com/media/play/2020/10/15/ATQM-kDoH--1248x698@abc.jpg)
Como buen amante del cine, una de las ilusiones que tenía el director mexicano Manolo Caro («La casa de las flores») era conocer a Carmen Maura. «Contactamos gracias a Cecilia Suárez, comimos y dije: “Yo quiero escribirle algo”. Pero cuando me senté a ... escribir, me echaba para atrás y volvía a darle otra vuelta a los detalles por los que pensaba que podía rechazar el papel», confesaba entre risas Caro en una de las pausas del rodaje de «Alguien tiene que morir» , un drama familiar de tres capítulos ambientado en la posguerra española. Caro no solo logró fichar a la veterana actriz española, sino también a Cecilia Suárez, Ernesto Alterio, Alejandro Speitzer, Isaac Hernández, Ester Expósito, Carlos Cuevas, Pilar Castro y Mariola Fuentes, entre otros.
Cuando se grabó la miniserie que aterriza hoy en Netflix, hace casi un año, no habían entrado en nuestras vidas la distancia social ni las mascarillas, y aún se podía disfrutar de un café y una charla cara a cara en una de las impresionantes salas de la mansión de Galapagar (Madrid) que les sirvió de plató.
«Amparo es la abuela de la familia, una mujer con mucho carácter. Campeona de tiro de pichón, las armas son una cosa muy importante para ellos. Era una época en la que aún había esa sensación de que la abuela tiene verdadero peso en la familia. La casa de la serie, por ejemplo, es mía. Hoy mi nieta me dice que no soy nadie porque no estoy en las redes sociales», bromea Maura, que reconoce que es la primera vez que hace una serie histórica sobre una época que es la suya.
Posguerra inédita
«Yo entonces tenía 10 años. No creo que se haya hablado muchas veces del ambiente de ese momento en una familia como se hace aquí. Lo veo muy distinto a muchas películas de posguerra que he visto por el tipo de historia que cuenta, el ambiente... aunque en el fondo sea una historia de familia», recuerda.
El detonante que saca a la luz oscuros secretos guardados durante años en el seno de la familia acomodada es el regreso a España del joven Gabino (Speitzer), que llega desde México, país de origen de su madre (Suárez), acompañado por Lázaro (Hernández), un misterioso bailarín de ballet. «Creo que este tipo de historia se puede encajar en muchos contextos históricos de otros países», admite Caro. «Al final, se habla sobre los prejuicios con los que estos personajes sacan adelante a su familia. Sobre la doble moral, la desconexión entre padres, abuelos e hijos, la obligación de hacerte encajar...», puntualiza el director.
Acostumbrada a hacer reír al público, Carmen Maura le convenció de que, en el fondo, no hay diferencias cuando uno prueba el drama. «Es igual, las protagonistas de comedia sufren mucho . A él le gustan mucho los actores y eso se nota, es como si jugara con soldaditos», destaca Maura durante una charla con ABC, ya virtual, meses después del rodaje.
Aunque cuenta que aprendió a improvisar diálogos con Almodóvar, reconoce que en «Alguien tiene que morir» no ha querido cambiar ni una coma. «Me gusta mucho como escribe Manolo los diálogos, aunque se hacía un poco duro cómo habla esta abuela de los mexicanos. Luego le pedía perdón. Es curioso eso de meterse en los personajes. Es un poco de loca tener que separase tanto de uno», reflexiona.
La sombra de Almodóvar
Aunque le sobra experiencia, Carmen Maura huye tanto de los piropos que la califican de «leyenda» como del apelativo de «chica Almodóvar». «Él tiene una personalidad muy fuerte, y Manolo también. Pero en el trato y la dirección son muy diferentes. Todos los directores, en realidad», señala.
Tampoco le gusta ir repartiendo consejos a los que están empezando. «Yo si doy algún consejo es que estén tranquilos. Cuando trabajas con gente joven hay que tener una actitud generosa. No decir voy a estar yo divina, sino intentar que los dos estemos bien, porque si no, no tiene ninguna gracia. Me encanta trabajar con gente joven, con energía, porque se te pega. Y yo me siento como si fuera una mamá», admite.
Si bien en los últimos años series como «La casa de papel» han colocado a España en un puesto privilegiado del mapamundi televisivo , Carmen Maura, que debutó en el medio hace más de cincuenta años, no cree que viva, en general, una etapa «dorada», sino más bien «diferente y exagerada». «Yo trabajé como presentadora y ahora no me atrevería a hacer un programa porque se lleva todo muy al extremo, hay una lucha ...», plantea la actriz, que también está rodando «Deudas» para Antena 3. «Las plataformas están muy bien, aunque yo me canso un poco porque a veces no sabes qué ver. Para mí esto es como una película, me olvido de que estamos haciendo una serie».
«Álex Pina, Carlos Montero y yo, entre otros, somos una pandilla de creadores que hacemos series en español que dan la vuelta al mundo. Ya ni piensas ir a Hollywood. Yo estoy muy orgulloso de que nuestro idioma esté resonando mucho», zanja Caro.
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