la ventana indiscreta
La democracia de la carcajada
Presumimos de alta cultura pensando las cosas dos veces, como si cuando la risa es buena no fuera como respirar, que sale sola y nos deja sin aire
![La democracia de la carcajada](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/02/01/machos-alfa-kd8B-U601230749214lEF-1200x840@abc.jpeg)
Tiene Ancelotti algo de filósofo, no solo por la seriedad con la que arquea las cejas y masca paquetes de chicle en los márgenes de cada partido sino por cómo lee la vida, que es más difícil y sobre todo requiere más talento que ... leer un libro. Dijo don Carlo el año pasado para alabar a Nacho que era un «defensa pesimista», y sin saberlo definió un poco a la sociedad actual, que eleva a los altares las cosas del llorar pero todavía le tiene pavor, o respeto, a la risa.
Resulta que la comedia ahora es chabacana si es popular y solo vale unas líneas el humor refinado, intenso, profundo. Lo que gusta a muchos cotiza menos, poco importa si es natural y no lo contrario, impostura. Presumimos de alta cultura pensando las cosas dos veces, como si cuando la risa es buena no fuera como respirar, que sale sola y nos deja sin aire. Domesticar la comedia es como pedirle a un calvo que le crezca el pelo, que sin viaje a Turquía no sale o sale mal, por partes.
En 'True detective. Noche polar', Jodie Foster no es que ría, es que pregunta. Pero resulta que ahora preguntar también es como soltar una carcajada, que según donde se esté, da cosita. Igual que Tezanos no se atreve a preguntar por la amnistía, nosotros no nos atrevemos a preguntar al otro por el último capítulo de 'La que se avecina', que es la comedia más vista. Nos enredamos premiando a 'The bear' como comedia aunque sea un dramón de categoría, y de puertas para adentro, sin complejos ya, nos abonamos al chiste cuñado o bromeamos con la incorrección política.
Nos olvidamos de nuestra tradición de cultura popular, donde lo sofisticado no está reñido con que le guste a todos los públicos. ¿Dónde quedaron el teatro barroco, el flamenco o la zarzuela? O Berlanga, con esa capacidad asombrosa para hacer humor al tiempo que radiografía España. ¿Por qué entonces nos da tanta vergüenza decir que vemos comedias, sin coletillas? Va a ser que 'Machos Alfa' llegó al top de Netflix por combustión espontánea.
Ahora que está de moda Emma Stone, que hasta el Rey y la Reina van a verla con palomitas, por qué no hacemos como la actriz en 'Pobres criaturas', y reímos sin complejos, como un bebé, de forma genuina. De lo que sea, pero sin filtros, sin límites. Sin importar lo que piensen, democratizando de nuevo la risa.
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