Hazte premium Hazte premium

«Veneno»: caballo de Troya y pura sangre

La serie creada por Los Javis para Atresplayer Premium utiliza a la estrella de la televisión de los noventa Cristina Ortiz para hablar de muchas más cosas

«Veneno» es pasado, presente y futuro de Cristina Ortiz, pero también de Los Javis

Daniela Santiago e Israel Elejalde en «Veneno» Atresplayer Premium
Óscar Rus

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En «Veneno» , la serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi para Atresplayer Premium sobre Cristina Ortiz «La Veneno», la pistola de Chéjov –no muestres algo en pantalla si no vas a utilizarlo– es un documental español poco conocido, pero extraordinario; un tesoro de la filmografía española disponible en FlixOlé. Se trata de «Vestida de azul» ( Antonio Giménez-Rico, 1983), del que la protagonista de «Veneno» tiene una copia en VHS, pues era amiga de una de las chicas que salía en el documental. No es casualidad, pues «Vestida de azul», relato y retrato en positivo sobre las vidas de varias mujeres españolas trans en los años ochenta, es el quid de uno de los libros de Valeria Vegas , también autora de las memorias sobre «La Veneno», hueso y músculo de la serie.

Valeria ( Lola Rodríguez , ¡21 años!) es, además, la otra gran protagonista de la ficción; son su rostro y tesón por contar la vida de su ídola los que dan sentido y corazón a los ocho episodios de esta primera temporada. Cristina ( Isabel Torres) y Paca La Piraña (Paca solo hay una) le ponen ese documental a Valeria en un 2006 donde el futuro era escuchar Dover ( «Let me out» , buah , nostalgia millennial) y el «snake» del móvil; y Los Javis, en modo reciclaje-homenaje, convierten las atrevidas imágenes de «Vestida azul» en la cabecera del último y octavo episodio, que recuerda a la estupenda introducción de «Transparent» , serie de Amazon creada por Joey Soloway y protagonizada por un hombre ( Jeffrey Tambor ) haciendo de mujer trans; aquella decisión de casting no provocó mucha polvareda y de alguna manera había que vender un proyecto tan singular a la plataforma. Con el paso de las temporadas, el personaje de Tambor fue perdiendo protagonismo y otros, interpretados –ya sí– por trans, lo ganaron. Luego vino «Pose» (2018), de Ryan Murphy , con un elenco principalmente trans.

«Veneno» es muchas series en una; la más vendible, por supuesto, es aquella que le pega un buen repaso a las luces y sombras, éxitos y hostias, de aquel personaje televisivo de los años noventa que descubrió Pepe Navarro (aquí, un Israel Elejalde insustituible) pero cayó en el «olvido» una vez se apagaron los focos. La muñeca rota que se creía sus propias mentiras (el título, muy conscientemente, se deja llevar por esa fantasía). Cristina siempre había sido una «animal» –en los 2000 se apuntó a la gresca por la gresca en directo, la televisión del futuro– y, como dice uno de los cameos del final, nunca se había reparado en lo que ella involuntariamente hizo por el colectivo por el simple hecho de aparecer en pantalla, aunque fuera una malhablada y, en sus últimos tiempos, una «friki».

Escribió la crítica de series de la revista «The New Yorker» Emily Nussbaum que hay una parcela de la televisión, mirada con desdén por los plumillas, en la que caben «los otros»: cuerpos, colores. Ella hablaba de la estadounidense «Glow» , pero en España están los seriales y, sobre todo, el género del reality . En «Sálvame», al que acudía Cristina de pascuas a ramos, hay de todo: una reportera enana como Chiqui, una colaboradora trans como Amor y... Chelo, que entrevistó en más de una ocasión a «La Veneno» en «¿Dónde estás corazón?» (Antena 3). En estos programas no se sabía, en ocasiones, si se celebraba o se mofaban de ella. Pero la propia Cristina, que se reía hasta de su tiburón, era chiste y celebración.

Lo curioso del asunto, como señala Mikel Labastida en Twitter , es que haya sido Atresmedia la que haya producido una buena serie sobre aquella televisión que hacía Telecinco en los años noventa y que la propia Antena 3 intentó replicar sin éxito. En la británica «Quiz » (ITV), sobre el fenómeno y las trampas del concurso «¿Quién quiere ser millonario?», los trapos sucios sí se han lavado en casa. En ambos títulos, la televisión de entresiglos es motor y escenario de la trama; de hecho, sus escenas ambientadas en plató son vibrantes y hasta tienen un nervio añadido. Porque los episodios más redondos de «Veneno», el primero y el quinto, son pura bambalina.

Están aquellos que llegaron –o llegarán– al título de Atresplayer por Los Javis ( «Paquita Salas », «La llamada» ); otros lo harán por la propia Cristina Ortiz. Pero sus creadores no se quedan en la anécdota y abren, abren y abren el relato. El primer episodio, por ejemplo, es para Lola Dueñas como esa periodista que, tras haber sido madre, tiene que rebuscarse su sitio y lo encuentra en el Parque del Oeste de Madrid, donde se prostituye «La Veneno». Son muchas las historias trans que cuenta la serie –más marginales que las de Cristina y Valeria, yin y yan g – y por ahí podrían ir los tiros de esa posible segunda temporada. Es, además, el buque insignia ideal de Atresplayer Premium ( «Patria» lo es para HBO; «La peste », para Movistar) para que el usuario, una vez lo haya visto, merodee por el catálogo.

La primera temporada de ocho episodios de «Veneno» está disponible en Atresplayer Premium.

«Veneno»: caballo de Troya y pura sangre

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación