Pedraza: del cielo de Cuerda al infierno de Álex de la Iglesia
Lejos de convertirse en un parque temático, la localidad, que desde 1924 acoge rodajes, exhibe con orgullo sus monumentos sin dejar de lado el maná de ser un elemento principal de la serie '30 monedas'
'30 monedas', el purgatorio de los horrores de Álex de la Iglesia
![Escena de la primera temporada de '30 monedas', rodada en la plaza de Pedraza (Segovia)](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2023/12/06/30monedas-pedraza-RugGp4k18kbSAewYZK7ZR6I-1200x840@abc.jpg)
Buscó José Luis Cuerda un pueblo castellano, y lo encontró. Lo encontró historiado, con su Plaza Mayor, aunque sin picota y sin su abrevadero para las bestias, que fue el equipo de arte quien recibió el recado del albaceteño de darle aún más castellanismo ... a la castellanía: en el filme aparecía una olma que siempre dio sombra a los sanos comadreos del pueblo. Una olma que, ya en sus estertores, fue complementada y casi revivida en el tiro de cámara por una picota y un abrevadero de cartón piedra.
Buscó Cuerda ese pueblo, necesariamente español, en 'Así en el Cielo como en la Tierra'. Y lo encontró con un inconmensurable Fernando Fernán Gómez haciendo de Dios Padre, y Paco Rabal de un bondadoso San Pedro, custodio y Guardia Civil «celestial» de ese otro mundo: el cielo español. El cielo está en Pedraza, fijemos esa idea fuerza, pero también el infierno que Álex de la Iglesia anda presentando al mundo con su serie '30 monedas'.
Dice Rubén Arribas que la jefa de localizaciones se fijó en él, treintañero que fue a «echar una manilla», cuadrar el escenario, que en Pedraza es natural y un personaje más. Cuenta que Álex de la Iglesia se hospedó días antes, y se quedó prendado del lugar. Que a todos los efectos, el vasco más madrileño se encontró en un Cinecittá próximo, no demasiados lejos de donde las aves surcan las hoces del Duratón.
La primera parada, evidentemente, es en el restaurante La Olma, que es la segunda casa de Álex de la Iglesia, cuando anda por la localidad. Y del reparto.
Las fotografías lo prueban; también las camisetas del maestro asador, Sergio Blázquez, referente a las monedas, de las que custodia una. Así como el lacado de los platos.
«Ayer anduvo Megan Montaner«, se escuchó, y es que el 'dramatis personae' le ha cogido el tono al pueblo. Hasta ser parte del paisanaje de una localidad que no pasa de cincuenta vecinos que ponen la sonrisa al motero o al madrileño con niños. Tal es la imbricación del pueblo con '30 monedas', explica Rubén Arribas, »que cuando se terminó el rodaje de la primera temporada, la productora invitó a condumio«. Un rugir de anécdotas en plena pitanza. No pasó de largo la magia del cine de Pedraza como sí la hizo la de los americanos de la Villar del Río de Berlanga; en la taberna El Soportal, rodeada de eso mismo, de soportales.
Al sol bendito del membrillo, y una barra y una contrabarra, está todo lo que Julián Mate, vecino recientemente fallecido, pudo documentar con su máquina fotográfica. Trabaja el incansable Luis Arribas por un centro de catalogación de los rodajes que hubieron o habrán, o al menos lo comenta. Porque el séptimo arte tuvo parada y fonda en Pedraza desde hace un siglo.
Es más, si Pedraza ha sido Toledo o el cielo, en '30 monedas' la villa aparece nombrada y renombrada en el guion, y eso es orgullo de pueblo: no son un fondo, son una latitud que existe. En el paseo por el empedrado, Arribas muestra la que en la serie es la vivienda del protagonista, el Padre Vergara, propiedad de una señora a la que tampoco, por edad, se le va a molestar. O más anécdotas, como una canción picantona y sana que los de Pedraza canturrean con cierto secretismo ante el forastero «sobre los peliculeros», un clásico.
A la iglesia de San Juan Bautista, el equipo de arte «le amplió los muros», daba frente al colegio electoral, y con medio pueblo allí votando nadie notó nada raro. La magia del buen atrezo.
Luego, casualidades que pueden tener una lectura o no y que ilustran la España Real de los pueblos que se vacían los días laborables: la clínica veterinaria de la protagonista (Megan Montaner) es, en realidad, la casa de socorro. Y el cuartelillo de la Guardia Civil está vacío de tricornios, charolas y papeles. No hay guardia alguno. «Todo por la patria», o por la «patria celestial», chascarrillo de José Luis Cuerda que ha quedado en los jóvenes y en los no tan jóvenes.
A primera hora se encuentran los primeros fans, que son conscientes que no están en Disneylandia, sino más bien en una localidad dada a 'stendhalazos«. Rubén Aller, fan de la serie, ha venido a Pedraza «a hacer turismo», a su mujer «la tiene enganchada». Quitaría, eso, sí, a los turistas, en un doble guiño argumental.
El piedemonte del Sistema Central evoca otras escenas de Cuerda. Una merienda, un roneo del llorado Quique San Francisco. No hay en este texto 'spoiler', mas sí la intrahistoria del rodaje. Como, ríe Arribas, cuando «con los efectos de niebla en un día de sol, la comarca anduvo preocupada por si Pedraza ardía», algo parecido aconteció cuando la tormenta sahariana y el pueblo parecía Tombuctú y el dicho era «cómo se han pasado esta vez los de efectos especiales». O algo más metafísico, cinéfilo, que puede incluso tener concomitancias con la película 'Strómboli' de Rossellini, a De la Iglesia le comentaron que, tras un robo, los cacos se quedaron atrapados en la Puerta de la Villa. Y en una mente como la de De La Iglesia se transformó en la metáfora idónea de pueblo cerrado, que lo será en la ficción, no en la realidad.
![Uno de los restauradores de Pedraza, con una de las monedas de 'atrezzo' de la serie '30 monedas'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2023/12/06/pedraza3_xoptimizadax-U72571075550uba-624x350@abc.jpg)
Eneko Garizábal pasea por la casa mata que es, en el serial, la residencia de Montaner, la veterinaria. «Me parece una serie muy innovadora, pero muy típica de Álex». En la Puerta de la Villa, Estela Moreno, que se conoce «las localizaciones» al dedillo, recrea un momento/clímax de la serie. Entrando al pueblo, el alcalde, que además es panadero, José Enrique Reque, no miente: «Esto da trabajo, alegría. Os dejo que estoy haciendo atasco. Yo, muy contento. No ves que son de prensa». Y el panadero munícipe se va alegre hasta la Puerta de la Villa. Ya en la hora de comer, hay que volver a Los Soportales. Y allí Pedro es el dueño, el anterior alcalde, y el 'cicerone' Arribas enseña el rodaje del anuncio de la Lotería de Navidad que se grabó en el pueblo. Se agotó el número, y eso porque hubo una expendeduría de quita y pon.
«No os vayáis sin conocer el castillo« y a su guarda y conservador. Guillermo Riquelme, que, aparte de haber sido extra, reconoce que de «doscientas personas que lo visitan cada semana, sesenta preguntan por la serie». Enseña la puerta con clavos, elemento defensivo de los pocos que quedan en Castilla. Se rememora otra vez a José Luis Cuerda, y él y Rubén Arribas regalan al alimón el título. «Pedraza, del cielo de Cuerda al infierno de Álex de la Iglesia». Y en el mismo recinto, la Fundación Zuloaga. En el lugar donde creó y recreó su Castilla.
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