Fin a la huelga en Hollywood 146 días después: guionistas y productores cierran un principio de acuerdo
Tras 146 días de parón, acuerdan un contrato de tres años que aumenta los salarios e impone nuevas reglas para el uso de IA
Hollywood busca zanjar la huelga con una subida de sueldos y protección frente a la IA
En Yom Kippur, Día de la Expiación, el día más sagrado del año en el judaísmo, el Sindicato de Escritores de América y los principales estudios de Hollywood llegaron a un acuerdo para poner fin a la huelga.
Hollywood lleva 146 días parado, pero este domingo, tras cinco días de duras negociaciones, guionistas y productores han acordado un contrato de tres años entre ambas partes.
En Los Ángeles, si uno se empeña, se escuchan los suspiros de alivio en los hogares porque el precio que se ha pagado por este parón de cinco meses, ha provocado un tsunami económico en la ciudad; miles de trabajadores han perdido sus hogares, otros se han visto obligados a buscar trabajos temporales y cientos de pequeñas empresas que dependen de la industria del entretenimiento han quebrado. Sin duda, la huelga doble de actores y guionistas se ha cobrado un alto precio en toda la industria.
The WGA and AMPTP have reached a tentative agreement. This was made possible by the enduring solidarity of WGA members and extraordinary support of our union siblings who stood with us for over 146 days. More details coming after contract language is finalized. #WGAStrike pic.twitter.com/GBg2wZBwGB
— Writers Guild of America West (@WGAWest) September 25, 2023
Los negociadores del Gremio de Escritores de Estados Unidos y la Alianza de Productores de Cine y Televisión llegaron a un acuerdo el domingo después de cinco días consecutivos de negociaciones. Los detalles esenciales del lenguaje en torno al uso de la IA generativa en la producción de contenidos fue uno de los últimos elementos en los que trabajaron las partes antes de cerrar el pacto.
El contrato propuesto de tres años, que aún tendría que ser ratificado por los 11.500 miembros del sindicato, aumentaría las tasas salariales y los pagos residuales por la transmisión de programas e impondría nuevas reglas en torno al uso de la inteligencia artificial. «Podemos decir, con gran orgullo, que este acuerdo es excepcional, con beneficios y protecciones significativas para los escritores en todos los sectores de la membresía», escribió el comité de negociación del WGA (Writers Guild of America) en un mensaje el domingo por la noche a sus miembros.
Los escritores han estado en huelga desde el 2 de mayo, buscando protección contra las formas en que el streaming y la tecnología han amenazado sus medios de vida. Una vez cerrado el pacto tentativo con los guionistas, se espera que los líderes de las empresas de entretenimiento dirijan su atención al sindicato de actores, compuesto por 160.000 miembros, para iniciar conversaciones en un esfuerzo por hacer que la industria vuelva a funcionar. Los actores están en huelga desde mediados de julio.
La huelga de escritores fue, en muchos sentidos, una respuesta a los cambios tectónicos provocados por el streaming. Temporadas más cortas de las series de televisión y la contratación de menos escritores ha reducido los salarios y la estabilidad laboral de los miembros del gremio.
La huelga en sí seguirá vigente durante el proceso de aprobación y ratificación del contrato, pero los piquetes serán suspendidos a partir de este domingo por la noche. Se espera que los líderes del Sindicato voten el martes la posibilidad de levantar formalmente la orden de huelga contra los firmantes de la AMPTP. «Para ser claros, nadie debe regresar a trabajar hasta que el Sindicato lo autorice específicamente. Hasta entonces seguiremos en huelga», decía el mensaje de los líderes a todos los miembros.
Los detalles del acuerdo contractual no se publicarán hasta que se complete el texto final en los próximos días. El comité de negociación votará si se recomienda que el acuerdo se someta a votación de la junta directiva del Oeste y luego del Este. Suponiendo que ambas costas aprueben el pacto, el contrato se enviará para su ratificación a los 11.000 miembros de la WGA.
«Aunque estamos ansiosos por compartir con ustedes los detalles de lo que se ha logrado, no podemos hacerlo hasta que la última 'i' esté marcada», decía el mensaje que han enviado hoy. «Hacerlo complicaría nuestra capacidad para terminar el trabajo. Como ya han sido pacientes con nosotros hasta ahora, pedimos que siga siendo paciente por última vez».
Los estudios entablaron negociaciones con sus propios desafíos.
El negocio de la televisión de pago está en declive debido a la interrupción del servicio de cable y a la caída de los ratings de televisión, que han erosionado fuentes vitales de ingresos. Al mismo tiempo, las empresas tradicionales han gastado mucho para lanzar servicios de streaming sólidos para competir con Netflix, perdiendo miles de millones de dólares en el proceso.
La Alianza de Productores de Cine y Televisión representa un conjunto diverso de empresas. Entre sus miembros se incluyen empresas de entretenimiento como Netflix; estudios tradicionales como Warner Bros. Discovery y Walt Disney Co.; y gigantes tecnológicos como Apple y Amazon.
La huelga fue una de las más largas de Hollywood. Después de largas pausas, las conversaciones se aceleraron en los últimos días cuando los directores ejecutivos de las empresas se sentaron a la mesa de negociaciones. Las dos partes reanudaron las negociaciones el miércoles por primera vez desde el 22 de agosto. El camino hacia un acuerdo fue difícil.
Dos huelgas
Los escritores protestaban solos contra los principales estudios, hasta que, a mediados de julio, los actores se sumaron al paro laboral. La huelga de ambos sindicatos agrava el dolor económico para la industria, pero también amplía la perspectiva sobre la lucha laboral, haciéndola más relevante para los estadounidenses. Las dos huelgas de Hollywood, no vistas desde 1960, diezmaron la industria del entretenimiento, cerraron casi todas las producciones y golpearon financieramente a todos aquellos que estaban relacionados con la industria incluidas agencias de talentos, empresas de casting, empresas de catering y casas de utilería.
Los estudios se vieron obligados a retrasar estrenos de películas importantes, incluida la segunda parte de la esperada cinta de ciencia ficción producida por Warner Bros. 'Dune: Part Two', porque la huelga impidió a los actores participar en la promoción. Sin series que estrenar en otoño, las cadenas han atiborrado sus programaciones televisivas con reposiciones, deportes y programación sin guion. Fox transmite un programa de juegos llamado 'Snake Oil'; CBS repite episodios de 'Yellowstone'; y ABC comenzó a transmitir simultáneamente las transmisiones de ESPN de 'Monday Night Football'.
Los escritores utilizaron efectivamente las redes sociales para emprender una campaña que destacaba las disparidades económicas entre los aumentos que pedían y los paquetes de compensación de los altos ejecutivos de los estudios. Bob Iger, director ejecutivo de Walt Disney Co., provocó una reacción violenta en las redes después de decirle a CNBC que las demandas de los sindicatos de escritores y actores no eran realistas mientras asistía a un retiro exclusivo patrocinado por banqueros de inversión en las afueras de Sun Valley, Idaho.
Un ejecutivo de estudio anónimo le dijo a Deadline: «El objetivo final es permitir que las cosas se prolonguen hasta que los miembros del sindicato comiencen a perder sus apartamentos y sus casas». Estas declaraciones se convirtieron en gritos de guerra para los miembros del Sindicato, que consiguieron un amplio apoyo de otros sindicatos de Hollywood, incluida la Alianza Internacional de Empleados de Escenario Teatral.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, y el director ejecutivo de Sony Pictures Entertainment, Tony Vinciquerra, fueron los más activos en tratar de facilitar un acuerdo, a ellos se les unieron después otros líderes, incluidos Bob Iger, la directora de contenido de NBC Universal, Donna Langley, la directora ejecutiva de CBS, George Cheeks y el director ejecutivo de Warner Bros. Discovery, David Zaslav. Líderes políticos, incluido el gobernador de California Gavin Newsom, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y la tesorera del estado, Fiona Ma, también intervinieron e instaron a las partes a resolver la disputa.
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