Premio Donostia
Javier Bardem: «Gaza, el cambio climático... Tal y como está el mundo no puedo celebrar nada»
El actor visita el Festival de San Sebastián para recibir el premio Donostia que no pudo recoger en la pasada edición por la huelga de Hollywood
Entrevista a C. Tangana, que debuta como director en el Festival de Cine de San Sebastián
![Javier Bardem, este viernes en el Festival de cine de San Sebastián](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/09/20/javierbardem_20240920145848-RJe2WwIpQ83Ttc9Uj976agP-1200x840@diario_abc.jpg)
«Recibo el premio Donostia con alegría pero me es imposible tal y como está el mundo celebrar nada», dijo Javier Bardem tras un discurso de más de cinco minutos en el que empezó hablando de los «crímenes contra la humanidad de Netanyahu en Gaza», pasó por el cambio climático y terminó por el uso «como arma arrojadiza» de la inmigración por parte de la extrema derecha. «Reflexiones de un día como hoy que no me permiten celebrar el premio», resaltó con el rostro serio y la mirada profunda buscando al horizonte.
Pero lo que ha traído a Javier Bardem a San Sebastián sí es motivo de fiesta. El festival de cine le ha entregado en la mañana de este viernes, jornada inaugural, el premio de honor que el actor no pudo recoger el año pasado por la huelga de actores. Así que en la Bella Easo pasará el fin de semana Javier Bardem junto a parte de su familia y sus amigos más cercanos. Y con el recuerdo de su madre siempre presente. De hecho, en la rueda de prensa donde atendió a los medios se acordó de Pilar Bardem en al menos tres respuestas.
«Espero morir siendo el hijo de Pilar y nada más que eso, esa es mi mayor consideración, ser el hijo de esa mujer», expresó después de recordar los sacrificios que hizo su madre para cuidar a tres hijos después de separarse en una época en la que no había divorcio. «En aquella época, siendo actriz, separada... poco menos que la llamaban prostituta», recordó sobre los años difíciles donde cuando Pilar Bardem «trabajaba para poder darnos chuletas de cerdo y pasta con tomate, porque no siempre había dinero». «Tres años después de su muerte sigo recordando todo lo que me inculcó, que tiene que ver con la ética, con la humildad, con la sencillez, la empatía... No teníamos dinero, pero cuando llegaban las asociaciones que ayudaban a las mujeres saharauis, les daba la mitad. Yo era pequeño y no me enteraba mucho pero mi hermano mayor le echaba la bronca. Ella fue la que me educó con esos ejemplos, y está claro que yo no soy ningún santo y muchos días soy un gilipollas insoportable, pero no pierdo de vista que formo parte de una sociedad en la que como grupo todavía podemos cambiar las cosas».
Así, el Javier Bardem más político -también herencia materna- se mostró efusivo y emocional en una rueda de prensa en la que recordó cuando, con 25 años, allá por 1994, recibió su primer reconocimiento en un festival de cine: fue en San Sebastián con la Concha de Plata al mejor actor por 'Días contados' y 'El detective y la muerte'. Y aprovechó la rueda de prensa de esta mañana para dar una noticia: en enero volverá a rodar en España de la mano de Rodrigo Sorogoyen 'El ser querido', una película en la que interpretará al padre de una joven interpretada por Victoria Luengo.
Y todo pese a que no tiene representantes en España tras la muerte de la que durante décadas fue su persona de confianza aquí. «Igual debería replantearlo, pero la gente de España que me quiere contactar lo hace con mis agentes en Estados Unidos, que saben que las condiciones para negociar un trabajo nacional no son las mismas que cuando me llaman para hacer 'Dune 2'», dijo después de que una periodista le preguntara los motivos por los que llevaba años sin rodar en España, más allá de en las películas de su amigo Fernando León de Aranoa.
También quiso justificarse: «Nunca he vivido en Estados Unidos; España es mi país, aquí esta mi gente, es mi cultura, mi sociedad. Por eso vivo en Madrid, porque aquí es donde quiero seguir viviendo. Y sí, puedo trabajar cuatro o cinco meses en Estados Unidos, pero la realidad política y social de España es la que sigo de manera continuada porque es la que más me importa, porque es la mía».
La fama y los actores
«El actor necesita un enorme ego, la sensación de que merece ser escuchado y visto, sin eso no puedes subir a un escenario o ponerte delante de una cámara», dijo el intérprete, que reconoció que a nadie «le pude parecer cómodo» estar en una mesa frente a cien personas para que te pregunten por tu vida y tu obra. «Pero si no te gusta ser observado, lo tienes jodido para ser actor».
Y desde esa mesa, y ante los más de cien periodistas y blogueros que lo escuchaban, empezó a hablar de algo que «no podía callar». «Es responsabilidad nuestra pedir a la ONU que juzgue a Netanyahu y a los terroristas de Hamás. Nos dirigimos a un lugar terrible que nos asusta a todos y necesitamos que se ponga fin a la impunidad. Hay otras situaciones terribles, Uganda, Sudán, Ucrania... Y luego está la preocupación climática. Es irreversible. Tenemos que ver qué menos malo vamos a crear, porque ya es terrible. Y ahora que la inmigración está de moda por la extrema derecha como arma arrojadiza... Que se piensen en los movimientos de masas de personas que va a haber por el cambio climático, que va a ser terribles. Si les preocupa la inmigración, que vean a largo plazo lo que va a pasar porque va a ser imposible vivir a 50 grados en los países africanos. Son temas que me preocupan. No hay persona sensible en el mundo que no vea que la atrocidad de Gaza necesita un alto el fuego inmediato, y por supuesto que Hamás devuelva a los rehenes. Y que haya una negociación que se refuerce el derecho de los palestinos a su tierra y que se garantice la seguridad del estado de Israel», sentenció.
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