Hazte premium Hazte premium

Los clásicos de cine, al rescate de un año casi huérfano de blockbusters

Joyas del séptimo arte se abren camino en la taquilla nacional e internacional, cubriendo la ausencia de las superproducciones que Hollywood ha retrasado por la crisis del coronavirus. Aunque su recaudación es menor, son una alternativa viable para ocupar su hueco y fomentar la cultura cinéfila al ritmo de la nostalgia

Fotograma de «El chico», de Chaplin, que cumple 100 años en 2021 y conmemorarán los Verdi con un ciclo
Lucía M. Cabanelas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Se han proyectado miles de veces en los cines, pero siguen ocultando cientos de secretos. A Truman Capote le indignó que Audrey Hepburn «blanqueara» a la pícara Holly Golightly que creó pensando en Marilyn Monroe, y pocos repararon en la réplica en miniatura de R2-D2 que Richard Donner escondió en el barco pirata de «Los Goonies». Steven Spielberg se pasó el juego de los efectos especiales, y consiguió con su ET, el T-Rex y el tiburón invisible que aterrorizó a Martha’s Vineyard la magia que ni siquiera el brujo de Georges Mèliés hubiese imaginado. Han pasado décadas desde su estreno, pero el tiempo solo ha ampliado el hechizo con el que estas películas sedujeron a los espectadores. Una magia que resiste a cualquier virus o crisis, incluso cuando ni los superhéroes de Marvel lo hacen.

«Los Goonies»

La pandemia frenó los rodajes, aunque no las ganas de ir al cine . Después de meses de confinamiento, los espectadores despertaron del letargo esperando grandes estrenos, pero en su lugar se encontraron bailes de fechas y continuos retrasos. Armadas con gel hidroalcohólico y la distancia de rigor, las salas presentaron batalla a las dificultades de la nueva normalidad, intentando rendir cuentas a un año aciago para el sector audiovisual, pero un calendario estéril de blockbusters y el temor del público al contagio ha dibujado un horizonte tan agónico como el futuro de John Connor.

Valientes como Santiago Segura o Christopher Nolan retaron este verano a las contingencias, pero no sirvieron de ejemplo para un Hollywood abonado al vaivén de los cambios. «Dune», «James Bond: Sin tiempo para morir», «Viuda Negra»… todas han ido retrasándose en el calendario. La ausencia de propuestas de más envergadura ha beneficiado a títulos que de otro modo se habrían visto eclipsados, dando mayor visibilidad a productos españoles o distribuciones independientes. Pero también ha favorecido la apuesta por un mercado de nicho que se convirtió en uno de los grandes dinamizadores de la industria en la reapertura de cines. La pandemia no solo ha cambiado el paisaje, con mascarillas, la Gran Vía vacía y sin turistas; también los carteles, que han vuelto de golpe al blanco y negro .

«La falta de grandes estrenos ha dado la oportunidad a películas más pequeñas o incluso a clásicos de llegar a cines donde no estarían si hubiera novedades en la cartelera», cuenta a ABC Adolfo Blanco, socio fundador y consejero delegado de A Contracorriente, que lleva casi una década reponiendo un par de clásicos al año y ahora se ve obligado a ampliar esta estrategia para llenar el calendario. «Este año es momento de reinventarse en muchos sentidos. Muchas películas con vocación de blockbuster de Hollywood han retrasado su estreno y hay cierta falta de productos sobre todo en determinados segmentos», apunta el directivo de la distribuidora, impulsora desde hace años de iniciativas como los Jueves de Imprescindibles de los Verdi .

Sin miedo a retar a los grandes lanzamientos que confluirán en taquilla a partir de enero, ya que ni es su objetivo ni les hace falta, desde A Contracorriente seguirán con esta estrategia también en 2021, conmemorando el centenario del estreno de «El chico» con una batería de reposiciones de un Chaplin cuyo bastón quiere abrirse hueco entre la sobredosis de superproducciones americanas que volverán de golpe.

Conscientes de que no es cosa de un día, desde A Contracorriente han trazado una ambiciosa apuesta por este tipo de contenidos, que a pesar de no ser una solución para la crisis en la que la pandemia ha sumido al sector sí han demostrado ser un alivio cinéfilo para unos cuantos cines y una seria alternativa para el espectador, que encuentra mayor variedad pese al miedo a estrenar en salas. Y además se confía. Tanto que, de hecho, se espera que la reposición del primer largometraje de Charlot tenga 100 copias , superando incluso los 80 cines donde este año se volvieron a proyectar «Cinema Paradiso» o «Dersu Uzala» , respectivamente.

«Esto es plantar una semilla, no puedes esperar que una película en blanco y negro del Hollywood dorado llene el primer día las salas como logra el cine americano de acción, pero sí confiar en que haya un grupo de espectadores que lo disfrute y se genere un proceso de boca oreja y recomendación que permita que la tercera o cuarta película que se reponga vaya creciendo», afirma Blanco, entre cuyos éxitos se encuentra haber conseguido que la reposición de «Ocho y medio», de Federico Fellini, lograra la mayor afluencia en los Verdi de Madrid desde su reapertura.

Marcello Mastroianni en «Ocho y medio», de Fellini

Ante la incertidumbre de lo que está por venir, distribuidores y exhibidores han recurrido al pasado, a la magia de la nostalgia para revivir la experiencia en las salas. La reposición de clásicos o películas icónicas ha supuesto un flotador para una industria que hacía aguas a principios de verano, impulsando títulos como «Los Goonies» al Top 20 de la taquilla , según Comscore. Más rendimiento cosechó «Cinema Paradiso», que se coló entre los seis estrenos más destacados del fin de semana del 26 de junio, en un ranking que en otras circunstancias hubiese estado monopolizado por nuevos lanzamientos.

Del mismo modo que la gente celebró la vuelta a los cines con el homenaje que Giuseppe Tornatore ideó al compás de Ennio Morricone , disfrutando en la gran pantalla de esos besos censurados con los que Totó lloraba la muerte de Alfredo, también lo hicieron con «La cabalgata de las Valkirias», en esa pesadilla lisérgica que Francis Ford Coppola ambientó en Vietnam, rodó en Filipinas y llevó al noveno puesto de la taquilla el primer fin de semana del pasado julio en España... 41 años después de su primer lanzamiento.

« Apocalypse Now se reestrenó en muchos cines , acabábamos de reabrir, apenas había contenido y se dio esa oportunidad de lanzar una nueva versión. Eso anima más a la gente pero, en general, cuando no hay aniversarios ni diferentes montajes ni remasterización, lo que más atractivo resulta es que sean icónicas, no mejores o peores. Ciudadano Kane me puede parecer mejor que Uno de los nuestros, pero esta es imbatible y despierta muchas ganas, como Eduardo Manostijeras, La jungla de cristal o Casino», asegura Ricardo Barbosa , coordinador de programación en Cines Yelmo, en cuyo ciclo clásico Palafox se han proyectado esta semana «Los cazafantasmas» y «La naranja mecánica» , y las próximas lo harán «Parque Jurásico», «Mad Max: Salvajes de autopista», «Los Goonies» y «Rebelde sin causa», todos ellos contenidos que forman parte de la ventana +Que Cine .

«Apocalypse Now»

En este sentido, Barbosa afirma que, en el caso de Palafox , con butacas reclinables entre otros servicios premium, se ha encontrado un público, entre los 30 y 40 años, que «quiere recuperar películas icónicas», alentado por las comodidades que ofrece, pero que sigue siendo minoritario para hacer rentables las salas. «Para la mayoría de los cines no hay alternativa, se necesitan estrenos. De 50 cines que tenemos en Yelmo, las reposiciones pueden ayudar a cuatro, pero el resto necesitamos lanzamientos comerciales, convencionales y recientes », afirma.

Tirar de clásicos es, además, más económico que un nuevo estreno. Sobre todo porque estas películas van dirigidas a heavy users y no requieren campañas de publicidad tan agresivas como las novedades. «A la gente no hay que explicarle quién era Chaplin ni Alfred Hitchcock» , matiza Blanco, quien recuerda que los maestros del séptimo arte son un reclamo para cualquier cinéfilo que se precie, sin necesidad de mayor inversión que el número de copias que se decida lanzar.

«Gremlins»

La apuesta por la nostalgia ha demostrado su magia en España y también en EE.UU., donde las reposiciones de películas como «El imperio contraataca», que celebra su 40 aniversario este año, «Gremlins» o «Tiburón» llegaron a liderar las recaudaciones antes del descanso estival, pero los analistas advierten de que, como le sucedió a Cenicienta, su efecto tiene fecha de caducidad. «No se puede hablar de una solución, pero estas películas han obtenido buenos resultados y ayudan a recuperar y dinamizar el mercado hasta la llegada de los estrenos», explica David Rodríguez, de Comscore, para quien esta fórmula se irá desinflando en lo que resta de año.

«De aquí a final de año su peso no va a ser importante, servirán para empujar pero no para salvar al sector . Ayudan, pero en un porcentaje residual excepto a finales de junio y principios de julio, cuando no había apenas competencia», revela Rodríguez, que aplaude esta resurrección de productos de catálogo «en un momento en el que se debe probar y generar contenido diferente, como el concierto de BTS, que se coló en el Top 5 de la taquilla, o el documental de Jordi Évole sobre Pau Donés, Eso que tú me das , que la lidera».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación