La animación en España: la joya del cine patrio rompe su techo y dibuja su futuro internacional
La industria de la animación busca su consolidación en el mundo después de una década de éxitos y con la falta de empresas estables como amenaza
Este miércoles celebra el día mundial de la animación, apenas una semana después de conocer que «Klaus» y «Josep» están nominadas a los premios del cine europeo
![Fotograma de Chico & Rita (2010), de Fernando Trueba y Javier Mariscal, que ganó el Goya, el premio del Cine Europeo y estuvo nominada el Oscar](https://s3.abcstatics.com/media/play/2020/10/26/chico-rita-kMK--1248x698@abc.jpg)
Que un actor consiga transmitir el alma de un personaje con la mirada es una quimera; que lo haga un «dibujo animado», un milagro para el que cientos de personas se esmeran durante años: la animación supone apenas el cuatro por ciento de la industria ... audiovisual en España, pero genera el 20 por ciento de su empleo y el 9 por ciento de la facturación . El miércoles se celebra el día mundial de un sector ignorado por sus compañeros de la «acción real» y que, pese a todo, cada año lleva el nombre del cine español por el mundo.
Esta semana se anunció que «Klaus» y «Josep» , una coproducción franco-española dirigida por el ilustrador Aurel, están entre las cuatro nominadas para alzarse como la mejor película animada en los premios del cine europeo. La primera ya logró colarse entre las cinco candidatas al Oscar, ganó el Bafta y siete premios Annie, los más reputados dentro del sector. «Josep» , por su parte, recibió los laureles de Cannes 2020.
«Ahí fuera nos tienen ubicados, saben que en España tenemos capacidad y talento para hacer grandes cosas», apunta Enrique Gato , director de «Tadeo Jones» o «Atrapa la bandera», entre otras. «Es fantástico que nos reconozcan porque nos permite soñar con proyectos de más envergadura, que es lo que nos falta para dar el paso y consolidarnos», señala.
![Fotograma de «Josep», que se estrenará en diciembre de 2020](https://s1.abcstatics.com/media/play/2020/10/26/josep-klmF--510x349@abc.jpg)
Mientras que fuera reconocen la calidad y el potencial de la animación patria, en España parece dejarse de lado. «Muchos de los que hacen cine aquí nos ven como marcianos», lamenta Gato. «La animación no se considera cine en este país», remata Alicia Núñez, de Anima Estudios. En la última década, ocho proyectos de aquí han estado entre las nominadas a mejor película de animación europea ( «Buñuel en el laberinto de las tortugas», «Un día más con vida», «Psiconautas, los niños olvidados», «Planet 51», «Chico y Rita» y «Arrugas» , además de las ya mencionadas). Y la exposición internacional es imparable: para 2021 se espera el estreno de «Dragonkeeper», una coproducción de España con China con un presupuesto de veinte millones de euros.
Incentivos fiscales
Su productor, Manuel Cristóbal, que también estuvo detrás de «Arrugas» o «Buñuel en el laberinto...», apuntaba que en esta última, con un presupuesto por debajo de los dos millones de euros, dio trabajo a más de 250 personas. « Es una industria que crea empleo y podría crear más , pero para que haya más empleo hace falta más continuidad y unas desgravaciones fiscales más competitivas», señaló al presentar su último filme. Le refrenda Jordi Oliva, de Imagic, la productora española detrás de «Josep». «Nuestro país es muy competitivo porque tenemos mucho talento, pero como no lo conservemos se va a ir fuera», lamenta.
«Hay países que tienen como política de Estado la Cultura, y ahí la industria de la animación es un elemento fundamental. Países como Irlanda o Bélgica tienen incentivos fiscales muy potentes. Aquí en España, salvo en Canarias y Navarra, no hay grandes incentivos. Eso significa que, a nivel global, un productor valenciano o madrileño es menos competitivo; pero no por falta de talento, sino por falta de incentivos», ratifica Oliva, que apunta al pasado como clave del éxito actual. «Las grandes series de animación que se exportaron, como Willy Fog, Los Mosqueperros o Los fruittis competían en el mercado global contra Heidi, Marco, Mazinger Z ... Aquella generación abrió las puertas a los que hoy en día estamos produciendo», se felicita.
Porque las producciones españolas juegan en las grandes ligas. « Cada año hay más calidad y ambición , pero la animación es una industria internacional desde el principio. Desde hace años la animación implica internacionalización», reflexiona la productora Alicia Núñez. «Al final, los que trabajamos en esta industria nos tenemos que mover entre países. Aquí ahora hay más proyectos, más necesidad de otros perfiles, pero antes no había tanto. La calidad que tenemos nos permite competir a nivel artístico y a nivel de cine como industria, pero por desgracia parece que va a ratitos. Somos pocos constantes: se inflan y desinflan los equipos hasta conseguir financiación. Formas a la gente durante un proyecto y cuando acaba, el equipo se desmonta a la espera del siguiente, y esa gente que se va a otros países ya no vuelve y hay que formar nuevos equipos. El gran reto es que las empresas consigan ser estables y no estén creciendo y decreciendo », analiza.
La mujer, desdibujada
Alicia Núñez es también la presidenta de MIA , una asociación que busca visibilizar a las mujeres dentro de la industria y que ha publicado un informe demoledor: el 35% de los trabajadores de la animación son mujeres, pero en los puestos de dirección no hay ninguna, en los de guion un 14% y en efectos visuales, un 22%. Solo son mayoría en dirección de producción, con el 80%. «Estamos representadas en producción, en administración, en la categoría de “otros”... Ahí hay muchas mujeres. Es lo que venimos cargando del pasado: nosotras organizamos, proveemos y nos aseguramos de que todo esté bien para que ellos creen », lamenta. Eso detrás de la pantalla. Lo que hay dentro no es mejor: la representatividad de mujeres queda reducida a un 29% y un 28% en personajes hablantes y no hablantes, respectivamente; y el 90% de los personajes con ropas ajustadas o provocativas son mujeres.
«Si le pongo a mi hija delante de la pantalla, y ve esa representación, que ellos son los protagonistas y ellas las que salen a acompañarlos, no está bien. ¿Es esto lo que queremos que la infancia normalice como normal? La revisión en la animación tiene que ser doble porque es mayoritariamente para todos los públicos», sentencia.
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