2020, el año que se vio el futuro del cine pero no sus películas
La industria cambió su modelo, quizá para siempre, pero los grandes estrenos previstos para la temporada que ahora acaba se quedaron en el limbo
Como en un mal guión de ciencia ficción, el cine ha podido ver en 2020 cómo será el futuro. Ese que los expertos llevaban años bosquejando y los analistas tratando de adivinar: grandes estrenos que llegan antes al salón que a la cartelera, tiempos de ... exhibición cada vez más limitados y los viejos negocios del distribuidor y las salas más en el alambre que nunca. El salto al futuro dejó también cosas inesperadas, como galas de premios sin nada que premiar o el fin de la piratería , y también certezas, como el salto definitivo de directores de prestigio a rutilantes creadores de series. La pandemia, contaba un productor a ABC a principios de abril, aceleró el cambio de modelo en una industria que todos preveían que llegara durante los próximos años. El empuje de la pandemia lo implantó en pocos meses, aunque el resultado es todavía incierto.
A finales de marzo y principios de abril, con toda España encerrada en casa devorando contenido en «streaming», los distribuidores solo tenían una obsesión: cerrar las ventanas de distribución. Es decir, que pudieran lanzar sus películas en plataformas o televisiones sin perder las ayudas por no pasar por salas y sin la obligación de un periodo de exclusividad para la pantalla grande. Lo consiguieron. Tanto es así que las películas que tenían su estreno previsto para cine pero que solo acabaron en las plataformas también podrán ganar el Goya. Pero luego llegó la reapertura de las salas, y cuando los dueños de los cines buscaron cómo atraer al público, las grandes películas no llegaron. Las «majors» americanas, con Disney a la cabeza, apostaron por ahorrarse el intermediario e ir a buscar al cliente a casa.
«Mulan» fue la primera . Pasó directa, bajo la fórmula de alquiler VoD, a la plataforma de Disney. No les fue mal. De hecho, lo contrario: el «próximamente» desapareció de los carteles de sus películas en los cines y fueron directos a casa: el 25 de diciembre estrenaron «Soul», la última joya de Pixar , en Disney+, ahora ya sin alquiler. Al menos Disney estrenó, porque Universal, Paramount y Sony retrasaron sus grandes apuestas al 2021: la nueva de James Bond, «Sin tiempo para morir», y la novena entrega de «Fast & Furious», por parte de los primeros, «Morbius», «Uncharted» y «Cazafantasmas: Más allá» (Sony) o «Un lugar tranquilo II» (Paramount), entre otros títulos que hubieran saltado la banca en las taquillas.
Warner, la otra grande, se quedó a medio camino hasta la reciente decisión, en el mes de diciembre, de que primero en EE.UU. y después en el resto del mundo su plataforma, HBO Max, compartiría los estrenos con los cines. Antes de que eso llegara Christopher Nolan logró presionar para que «Tenet» se viera en la gran pantalla. Le siguió Patty Jenkins con «Wonder Woman 1984» . La primera recaudó 7,6 millones y la Mujer Maravilla un millón solo en su primer fin de semana, y demuestran que todavía hay público que prefiere la oscuridad de las salas.
Las películas que dejamos de ver
El 2020 cinematográfico dejó una consecuencia inesperada. Además de las películas retrasadas, el público se perdió las que sí se estrenaron . Títulos que otros años hubieran generado ruido pero que ahora, silenciados por el eco de los lanzamientos masivos de las plataformas, no llegaron a nadie. Hace dos semanas se estrenó de tapadillo la última película de Javier Bardem . No una cualquiera, ojo, una con Elle Fanning y Salma Hayek y dirigida por Sally Potter. Se titula «Los caminos que no escogemos», y su distribuidora anunció a media mañana del día de su estreno que ya estaba disponible. Hasta entonces, nada. Un silencio publicitario incomprensible para un filme que compitió en Berlín 2020, antes de la pandemia. Otro ejemplo: Meryl Streep ha estrenado en el último trimestre dos películas: «The Prom», un musical para Netflix, y «Déjales hablar», de Steven Soderbergh, en Amazon. Ninguna tuvo una gran campaña. Las plataformas quieren a los grandes cineastas por el prestigio, pero luego, salvo excepciones (sobre todo Netflix con las «premiables»), solo promocionan con fruición las series con las que tener cautivos a sus suscriptores durante el máximo tiempo posible. Las excepciones son «Mank», de David Fincher; «El juicio de los 7 de Chicago», de Aaron Sorkin, y la recién estrenada de George Clooney, «Cielo de medianoche».
La vía española
El cine español ha demostrado ser más conservador en el negocio de lo que prometen luego en sus discursos . Solo Santiago Segura y Warner España han lanzado un salvavidas a los cines. El primero, con «Padre no hay más que uno 2» , se ha convertido en la película más vista del año con cerca de 13 millones de euros, apenas un millón menos que la primera parte, lo que dio la razón al cineasta, que sabe engatusar al público como nadie. La división española de Warner tuvo con «Malasaña 32» (tercera más vista, y estrenada antes de la pandemia), «Eso que tú me das» (sexta más vista) y «El verano que vivimos» (recién estrenada) material suficiente como para tranquilizar a los exhibidores. Y si no, siempre queda la comedia y el amor, como el «Sentimental» de Cesc Gay o «La boda de rosa» de Icíar Bollaín.
Otra de las realidades que constató el 2020 es que el hueco que dejen los «blockbusters» en las carteleras no lo suplirán las películas independientes. Es una de las quejas de sus productores, que siguen sin encontrar facilidades para llegar al gran público que va al cine en centros de gran ocio. Pese a todo, el año que ahora acaba ha tenido sus milagros cinematográficos, como «Beginning», que arrasó en el Festival de San Sebastián ; «Las niñas», que sumó medio millón de euros desde la más absoluta inocencia, o el recién estrenado «El padre», con Anthony Hopkins… Y hasta en los documentales se han encontrado joyas, como las españolas «My mexican bretzel» o «El año del descubrimiento».
Por si se quedan con ganas de más, el arranque del año que ahora llega promete alguno de los títulos que suenan a premio y que no quisieron estrenar en 2020: «Nomadland», con Frances McDormand, llegará a los cines en febrero, igual que «Nuevo orden», de Michel Franco; «El olvido que seremos», de Fernando Trueba, en marzo, y «Otra ronda (Druk)», de Thomas Vinterberg, en abril, por reseñar algunas. Pero eso ya será la película de 2021.
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