Festival de San Sebastián
Qué gran Bardem en 'El buen patrón'
La película de Fernando León de Aranoa y su personaje, un empresario 'modélico', tiene un lejano e imperceptible hilo conectado a 'Los lunes al sol'
![Bardem ha presentado 'El buen patrón' en el Festival de San Sebastián](https://s3.abcstatics.com/media/play/2021/09/21/1441044505-kLN--1248x698@abc.jpg)
La competición se complica con la entrada en ella de la película de Fernando León de Aranoa, 'El buen patrón', o más que la competición, su perfecta sintonía hasta el momento con el, digamos, 'reciente femenino' (o sea, lo contrario al obsoleto y tópico 'eterno femenino'). Y no es que lo de Aranoa esté en contra de estos aires imperantes, pues su película deja que corran por ella con buen criterio, sino porque su gran y central personaje es un hombre, un empresario, y resulta que lo interpreta Javier Bardem , un actor impresionante, superdotado, y que pondrá al jurado oficial en el terrible compromiso de no premiarlo como mejor del festival, pues, como se sabe, este año desaparece el galardón al mejor actor …, bueno, en realidad han fusionado los premios en uno solo, mejor actor o actriz, y sería de locos o de rebeldes sin causa estrenar esta innovación con un premio macho en el palmarés. Como mucho, y aceptando que ninguna interpretación de este año estará, ni de lejos, a la altura de la de Javier Bardem , lo veremos acompañando 'ex-aequo' a alguna merecidísima galardonada.
Dicho lo cual, 'El buen patrón' deja ver alguna cosa más , aparte de la descomunal interpretación de Bardem, que encarna al propietario de una mediana empresa de balanzas, Balanzas Blanco, como si fuera una proyección antinatural (pero lógica e incluso habitual) de aquel Santa de 'Los lunes al sol' ; otro desparpajo, otra postura en la vida, pero igual carisma y comparable interior. Como León de Aranoa tiene un bagaje o una mochila ideológica, se le presupone ironía en la elección del título, no será tan bueno el patrón, pero el caso es que lo han construido de tal modo él y Bardem que el tipo, con sus cosillas y puñetas, les ha salido atractivo, moderadamente 'solidario', preocupado por su entorno familiar y empresarial, con sus deslices y flaquezas que reconoce e intenta paliar por 'el bien de la empresa', que, en el fondo, es el suyo propio.
Pero hay un brochazo cínico en toda esa historia de hombre atribulado por sus cálculos y errores en el manejo de su éxito empresarial, y también en su calidad humana con respecto a la amistad, el liderazgo y sus artimañas sexuales para gallear entre sus empleadas jovencitas. Y tal vez haya, incluso, ese brochazo en el trato de la historia hacia la 'dignidad del obrero', que no sale del todo bien parada y hasta se permite el retrato grotesco en el caso del obrero despedido y convertido en luchador por su puesto de trabajo que, en su disparate y alienación, rechaza cualquier ascenso en la empresa.
Es, desde luego, una película con recorrido e intención social , muy rápida, jugosa y entretenida de ver y de seguir en sus 'visitas' a la realidad actual, al uso y abuso de las influencias, al gobierno empresarial, a las tutelas y enchufes, al equilibrio de la balanza entre lo ético y lo que conviene, a las mil contradicciones que un actorazo puede bordar en el interior de un personaje. Igual las señoras del jurado lo detestan, pero será al personaje, porque al actor Bardem solo se le puede admirar.
La mano de Sorrentino
Y hablemos ahora de Sorrentino , ese director italiano que glosó Roma en “'La gran belleza' y que trajo al Festival su última película, 'Fue la mano de Dios', en lo que parece una deuda saldada con su ciudad, la bella Nápoles, y con su memoria. El director se esconde detrás de un personaje, un joven napolitano, que nos presenta a su inclasificable familia y su época juvenil, que coincide con la llegada de Maradona a la turbulenta ciudad. No es una película redonda, pues responde a los caprichos de la mirada nostálgica del autor, pero es divertidísima en su retrato de personajes, familiares excéntricos, y muy emotiva en el humor y el drama que destila, también un poco en la línea felliniana de 'Amarcord' . Quizá le perjudica la cercanía del autor con el relato y le cueste afinarlo con un desenlace más presto y que se le derrama por los bordes.
La competición también propuso una película china , 'Fire on the plain', la primera que dirige Zhang Ji , que tiene una trama policíaca tan dispersa que no la entendería ni el propio Chandler. Hay un caso, unos asesinatos de taxistas en la ciudad de Fentun, una investigación, un policía muerto, unos personajes alrededor que luchan (sin éxito) por ser comprendidos y un refilón de historia romántica que recuerda (entiéndase la broma) a la de 'Tú y yo' de McCarey, con cita quebrada en Nochebuena, accidente y reencuentro con sorpresa ortopédica. Si el guion es bueno, el montaje es demencial, pues tiene la virtud de empezar y terminar las secuencias de cualquier manera, como yo esto.
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