en clave de tron
¿Tú sabes lo que es una nación?
No me creo que los votantes del PSOE estén más cerca de Otegui, Puigdemont y Rufián que de Feijóo, Ayuso o Moreno Bonilla
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A vueltas con el peñazo del debate territorial, los chantajes e hipotecas, los privilegios para Cataluña y el País Vasco, la reforma de la Constitución y, por supuesto, con lograr 176 escaños para ser presidente del Gobierno... me surgen un montón de preguntas, muchas ... de ellas, retóricas.
Haciendo una suma muy sencilla de los escaños necesarios para reformar la Constitución, digo yo: ¿Tan inconcebible es un acuerdo entre PP y PSOE? ¿De verdad los votantes del PSOE están más cerca de Puigdemont, Otegui y Rufián que de Feijóo, Ayuso o Juanma Moreno?
Solo PP y PSOE suman 258 escaños que suponen casi 3/4 partes del Congreso. Si añadimos uno de Coalición Canaria, otro de Unión del Pueblo Navarro y no te digo si sumas los 33 de Vox, te plantas en 300 diputados de un total de 350. ¿De verdad no son capaces de llegar a un acuerdo constitucional, con la que está cayendo en España, Europa, África y en el mundo? ¿Tan ciego de poder está Pedro Sánchez?
Hoy me viene de perlas un momento durante aquellas primarias del PSOE, cuando Sánchez resurgió de sus cenizas.
—Patxi: Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?
—Sánchez: Por supuesto que sí.
—P: ¡Ah! ¿Sí? ¿Y qué es?
—S: Es un sentimiento de gran parte de la ciudadanía, por ejemplo, en el País Vasco y Cataluña...
Y bla, bla, bla. Dejémonos de monsergas. Lo de España plurinacional, la Constitución interpretable o la nación de naciones son trampas. El tema es mantenerse en La Moncloa cueste lo que cueste con una miopía suicida.
Hoy, aquello de «¿Tú sabes qué es una nación?» resulta pertinente para Pedro (y para Patxi). Y para Margarita Robles, Nadia Calviño, García-Page o Fernández Vara, ya vicepresidente del Senado.
(Por cierto, a la otra parte del Gobierno formada por «Super Yoli», Ione Belarra, Irene Montero, más Pablo Iglesias o Errejón ni les pregunto. Es evidente que están más cerca de los herederos de ETA y del 'procés').
Pero da igual. Todo les da igual. Es tal la obsesión y la obnubilación por el líder supremo, ¡Oh! Amado líder, que hasta se creen la patraña de que la estabilidad de la nación va de la mano de Otegui, Rufián, Puigdemont y el PNV para formar «un gobierno de progreso».
¿Qué tipo de progreso traen consigo los batasunos, los golpistas o los fugados? ¿Progresista el PNV? ¿Reformista Junqueras? ¿Es coña?
PD: Editorial del 'Washington Post' 31 de agosto: «España es rehén de una facción de extremistas regionales disidentes». Y en su interior recuerda que de 350 diputados, los «extremistas regionales» suman 14 escaños. Hay que reconocer que como secuestradores... no tienen precio. El problema es que Sánchez y compañía están encantados con que seamos sus rehenes.
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