Antes del debut contra Holanda, España escoge a conciencia quiénes hablan ante la prensa. Para animar a las tropas, Íker Casillas y Xavi Hernández, dos mitos de esta selección que han vivido situaciones de todos los colores. Es el último Mundial que viven juntos porque Xavi acabará su aventura internacional aquí, pero Casillas aún tiene cuerda y busca nuevos récords. Este viernes tiene otro a tiro.
Si aguanta 85 minutos sin recibir un gol, Casillas superaría los 517 que aguantó el italiano Walter Zenga a cero en Italia 1990. Ahora suma 433 desde que el chileno Rodrigo Millar le superará en el duelo de la fase de grupos de Sudáfrica 2010. Desde entonces, ni un solo gol en contra, aunque dice que los récords son secundarios.
Además, con el mérito de intervenciones antológicas como la de la final del Mundial de Sudáfrica, aquel mano a mano con Robben que despejó como pudo con el pie. «Pienso mucho en esa jugada. Duele fallar una ocasión así», recuerda el holandés, con quien se vuelve a cruzar en Salvador de Bahía.
Casillas pretende ser el primer capitán que levanta dos veces la Copa del Mundo y está motivadísimo ante la cita. «La estrella motiva porque nuestro objetivo, siempre respetando al rival, conseguir una segunda estrella para España. Desde hace cuatro años venimos siendo la mejor del mundo y entiendo que cualquier selección va a intentar todo lo posible para ganar», señala.