En este Mundial nada es lo que parece. Por ejemplo, Holanda parecía Australia y Australia Holanda. Incluso, Holanda parecía la España de la segunda parte del primer partido. La risa va por barrios y en la primera mitad del encuentro entre australianos y holandeses fue de los primeros, que dominaron el choque casi totalmente.
Una aparición más que interesante la de Australia. Se plantó en el medio campo, se hizo con el dominio de la medular y desde ahí empezó a mover el balón, a presionar a los holandeses y a ganarles todos los balones divididos. [Así narramos el partido de Australia contra Holanda]
Se podía pensar en que la contra holandesa decantaría la lucha, pero la pudo sacar pocas veces. Sus centrocampistas, muy presionados por los aussies, apenas podían respirar para sacar buenos balones a la espalda de la defensa rival, todo lo contrario que sucedió ante España.
Eso sí, en la única ocasión que sacaron la contra marcaron aprovechando la velocidad de Robben. Sin embargo, hasta en ese instante respondieron los australianos con un golazo que será uno de los buenos de este Mundial. Un empalme a lo Pinino Mas de Cahill que dio en el larguero y se coló sin remisión en la puerta holandesa. Desde antes, durante y después, dominio australiano, que mereció más, incluido dos ocasiones que se le fueron por poco. No obstante, pagaron factura en forma de tarjeta amarilla para Cahill, que se perderá el partido ante España. En el resto, mucho color amarilla y poco azul (el que ayer llevaba Holanda).
Partido nivelado
Cambiaron las cosas de forma algo notoria en la segunda parte. Presionado por la lesión de Martins, Van Gaal metió a su equipo en línea de cuatro y la entrada de Depay dio más mordiente a Holanda. Estaba achuchada Australia cuando el árbitro le echó una mano, nunca mejor dicho, al pitar penalti en una mano que fue totalmente involuntaria. Ni brazo extendido ni nada de nada. Penalti que no fue pero que sí marcó Jedinak. Al igual que en la primera parte, el equipo contrario no tardó en reaccionar y a los cinco minutos Van Persie (que tampoco jugará ante Chile por tarjeta) aprovechó una mala salida en el fuera de juego de Australia para empatar el partido.
Pero lo que son las cosas entre un equipo curtido y uno ingenuo. Pudo marcar el equipo «aussie» pero Leckie remató con el pecho y en la siguiente Depay lanzó de lejos para que Ryan se tragase el balón enterito. Holanda se aprovechaba de la inocencia y falta de experiencia australiana. El resto fue presión de los perdedores y paradas de Ryan en las peligrosas contras de Holanda.
