Recomendaciones a seguir para enfrentarse al sueño al volante
La somnolencia está relacionada con un 20 % de los accidentes de tráfico que se producen en España
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Sueño al volante
Dormirse conduciendo, aunque sean unos escasos segundos, puede poner en serio peligro al conductor y a sus acompañantes. Ir por una autopista a 120 km/h y pegar una cabezada de dos segundos, por ejemplo, supone recorrer una distancia equivalente a dos campos de fútbol sin control. Por lo tanto, el sueño es uno de nuestros principales enemigos cuando nos ponemos al volante.
De hecho, la somnolencia está relacionada con un 20% de los accidentes de tráfico que se producen en España, según Cleverea. Es más, siete de cada diez conductores confiesan que han padecido alguna vez de somnolencia en sus desplazamientos y casi un 60% han sufrido microsueños al volante, lo que ha puesto en serio peligro su seguridad. Y es que hay múltiples causas por las que podemos sentir somnolencia. Haber comido copiosamente, tomar ciertos medicamentos o no haber dormido lo suficiente la noche anterior pueden provocar una situación de peligro. Por ello, los expertos de Cleverea nos dan una serie de consejos y trucos para evitarlo.
En primer lugar, conducir de día siempre es más conveniente que hacerlo de noche, ya que en horas diurnas la somnolencia tarda más en aparecer. Tanto si se viaja de día como si se hace de noche, conviene hacer paradas cada dos horas o cada 200 kilómetros para disminuir la fatiga. Las horas más peligrosas son entre las 3 y las 5 de la madrugada y las 2 y las 4 de la tarde. Incluso aunque se haya descansado bien la noche anterior, en estas horas suele aparecer el sueño, ya que el cuerpo se encuentra más acostumbrado a permanecer en estado de reposo en este horario.
En cuanto se noten los primeros síntomas de sueño es conveniente parar y despejarse. Si es necesario, se puede dormir una pequeña siesta de 20 minutos. Para ello, conviene buscar una zona segura, como un área de recreo.
Durante la conducción no hay que adoptar una postura excesivamente relajada. Para mantener el tono muscular conviene tener la espalda recta y ambas manos en el volante. Y la calefacción es un enemigo de la seguridad. En un vehículo con mucho calor resulta más fácil tener somnolencia. Si es el caso, se puede encender el aire acondicionado, de manera que el aire llegue al pecho o a las manos del conductor. Otra opción es abrir las ventanas unos segundos para que la temperatura del habitáculo baje unos grados.
Las comidas copiosas producen sueño. Cuando se hace un viaje en carretera hay que evitar alimentos que den lugar a digestiones pesadas. Lo mejor es decantarse por frutas y verduras, o una comida ligera. Beber agua suficiente es la mejor manera de hidratarse y evitar de paso la fatiga muscular, que puede dar lugar a somnolencia. asimismo, las bebidas energéticas o con cafeína, como café o refrescos, tienen que ser tomadas con precaución, ya que pueden tener un efecto rebote. Incluso tomar un caramelo, o mascar chicle, ayuda a mantenerse alerta. Es necesario que, en estos casos, no se aparte en ningún momento la vista de la carretera, para no tener distracciones que puedan desembocar en un accidente.
Las personas de más edad suelen sufrir más somnolencia al volante. Por ello, es necesario extremar las precauciones y saber que ante el mínimo indicio de sueño lo más conveniente es detener el vehículo para despejarse.
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Por último, cuando se siente sueño, se puede aprovechar las paradas en los semáforos o si hay un atasco para hacer ejercicios de estiramiento que mantengan el tono muscular, como mover la cabeza de izquierda a derecha y de arriba abajo. También resultan muy efectivos los estiramientos de brazos con las manos entrecruzadas y las palmas hacia afuera, y las rotaciones de hombros. Para despejarse, una posibilidad es aparcar el vehículo en una zona segura y realizar ejercicios fuera del mismo. Lo más indicado es dar un pequeño paseo, pero hay otras opciones, como poner una pierna sobre el parachoques y estirar la otra, apoyar las manos sobre el capó y ponerse de puntillas, o realizar estiramientos de brazos.
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