El Lynk&Co 02 se pone serio con la tecnología de Geely
El eléctrico de la marca del Grupo Geely llega con una autonomía de 445 kilómetros y un buen precio pero con unos intermitentes irritantes

Existen dos industrias que son las que más han hecho por lavar la reputación de China como centro de producción: la tecnológica y la del automóvil. Sus productos son tangibles y la calidad percibida en ellos no se puede esquivar, pues si se ha estado prestando atención los últimos 10 años, es fácil haber visto la evolución en los móviles y en los coches.
Pero para que se perciban mejoras en la parte final, es necesario que se optimicen los procesos fabriles también y todo aquel que ha estado en los centros productivos del Grupo Geely –tiene 22 en China– está de acuerdo en que están a la última en lo que a tecnología y a control de calidad se refiere.
Una de las jugadas exitosas del consorcio es que no ha cambiado la identidad de sus marcas. Son dueños de Volvo y de Lotus, pero en el imaginario colectivo, estas siguen siendo completamente sueca e inglesa. Sin embargo, cuando hay que producir los topes de gama, como el EX90 de la primera, estos se hacen en China.
El salto cualitativo de Lynk & Co, una de las primeras marcas chinas del grupo en desembarcar en Europa, ha sido también evidente. Su primer coche, llamado 01, tenía una calidad equiparable a un Volvo XC40. Es decir: muy bien terminado y con atención al detalle. Se dieron a conocer con una estrategia de marketing interesante, en la que ofrecían su coche a través de un modelo de suscripción fijo de 500 euros al mes, que posteriormente se incrementaría.
Si el 01 estaba bien acabado, el 02 es mejor y representa todo lo que debería ser un coche eléctrico en 2025: los asientos de cuero vegano están calefactados y tienen memoria a la hora de recibirte. El motor está listo para arrancar en cuanto se sube uno al coche. El sistema de sonido Bang & Olufsen es excelente y sus 272 caballos le dan un empuje considerable.

La capacidad de la batería de 66 kWh le dota de una autonomía de 445 kilómetros, que es una cifra excelente para ciudad y más que correcta para viajar. Además, el diseño futurista denota una evolución en las líneas de la marca sin perder su identidad, exactamente lo que se le pide a los estudios.
El precio también es otro punto fuerte de Lynk & Co, pues la versión de acceso cuesta 34.495 y la más equipada 39.495 euros. Esta mejora la batería y el habitáculo, con leds dinámicos en el salpicadero que sirven para indicar: intermitentes, advertencia de punto ciego o de proximidad al aparcar. Cuando no, vibran al ritmo de la música.
Aunque el Lynk & Co 02 ya cuenta con Android Auto y Apple Car Play, sigue pecando de algunos detalles que son irritantes. Un ejemplo es el del indicador de los intermitentes, que en vez de funcionar como el de toda la vida, es un accionador similar al de los BMW pero más difícil de controlar y es fácil de que, al intentar cancelarlo, se active el contrario y pasar un rato frustrante.
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Aparte de eso, el coche es una gran opción a ese precio y especialmente si llegan los ansiados descuentos del nuevo Plan Moves, que se aplicará retroactivamente según ha afirmado el Gobierno.
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