testimonios
El Máster de ABC, visto por quienes mejor lo conocen: sus alumnos
Los alumnos, los que mejor conocen esta experiencia, relatan lo que supone hacer este postgrado

Será la promoción del Máster de ABC-UCM número veinticinco la que tenga la oportunidad a partir de este mes de octubre de aprender los entresijos de una de las profesiones más vocacionales que existen y de trabajar, codo con codo, con plumas reputadas de este oficio. Por las aulas del Máster , sitas en la segunda planta del edificio que ABC tiene en la calle del hijo del mentor, Juan Ignacio Luca de Tena, de Madrid, han pasado 419 alumnos , hoy convertidos en avezados profesionales, con todas las exigencias informativas y horarias que entraña escribir el término «periodista» en un currículo. Cada año, tras cubrir uno de los expedientes de uno de los postgrados más completos tanto en calidad como en variedad de asignaturas , dos de los estudiantes ya metidos en la harina laboral formalizan un contrato de al menos, seis meses en el plantel del diario ABC , en cualesquiera de sus vertientes, rotativo de papel y edición digital. La experiencia dicta que son muchos más los que se quedan en nómina y eso, en tiempos como los que nos acechan, es un romance más prometedor que los frugales ligues de discoteca. El Máster de ABC es , blanco sobre negro, la mejor bolsa de prácticas y trabajo periodístico que existe y la mejor opción para formalizar la alianza con una empresa del sector. Este peculiar y duradero noviazgo comenzará el próximo 10 de octubre de 2013 y concluirá, como pronto, el 30 de junio del año 2014 (la práctica totalidad de alumnos, ya graduados, continúa hasta septiembre con una beca remunerada). La última espuela de esta conquista recíproca es precisamente la de que los estudiantes se forman en una redacción integrada donde el periodista acude a la fuente de información y desemboca en una noticia para que el lector la devore en ABC.es , en su tableta, kindle, móvil u ordenador, y al día siguiente en su quiosco de cabecera.
Con el prisma de quienes lo han cursado
Los testimonios recabados entre las decenas de trabajadores hoy del diario -otrora alumnos- son una prueba eminente de que con el Máster se consigue un batiburrillo imbatible de experiencias profesionales, amén de las vivencias personales. Lleva diez años brindando su firma al servicio de las tres letras y Enrique Yunta , que hoy sigue de cerca a los tenistas y al banquillo del Barça de «Tata» Martino , recuerda con cierta nostalgia cómo vio en el Máster de ABC una puerta de entrada al Periodismo, «una oportunidad fantástica que, por entonces te ofrecía la posibilidad de trabajar todo el año en una redacción». Prosigue: «A punto de cumplir diez años de mi primer día [será el 13 de octubre de 2013], sigo disfrutando igual o incluso más . Empecé con 21 años, recién licenciado, y escribí mis primeras líneas en la sección de Deportes. Además, durante ese Máster participé en la fundación de otra sección, ABC en Clase. Una vez terminó el curso, quedaba una plaza vacante en Valladolid y ahí me fui sin pensarlo. Fue un año muy positivo, en el que me curtí más que en ningún otro sitio y que me sirvió para entender cómo funciona de verdad un diario como ABC. Mucho más reducida que Madrid, en la delegación de Castilla y León escribía de agroindustria, de nuevas tecnologías, deportes y cada noche me encargaba de los cambios en la portada. De Valladolid pasé a Barcelona, donde estuve tres años siguiendo al Barça. He cubierto los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres y he tenido la fortuna de viajar a muchísimos lugares del mundo y de disfrutar de la era dorada de nuestro deporte».
Tatiana G. Rivas, fogueada en el Periodismo local desde su contratación el 4 de mayo de 2009 después de cursar el postgrado, es breve. Concisa pero meridiana: «El Máster de ABC me cambió la vida. Gracias a esta formación ahora soy periodista ».
Los alumnos de este Máster se adaptan al ritmo frenético que exige una cabecera nacionalEntre los recién llegados, los que han desembarcado este curso en la redacción veterana, Patricia Biosca, Víctor Ruiz de Almirón, Unai Mezcua, Isabel Miranda y Belén García Hidalgo han dado ya sobradas muestras de cómo se adapta un alumno del Máster al ritmo, frenético la mayoría del tiempo, de la elaboración de una cabecera nacional. Todos hablan maravillas del curso que despedirán oficialmente el próximo 30 de septiembre y que, oficiosamente, permanecerá siempre grabado en la historia de sus vidas. «El Máster te cambia. Me lo advirtieron alumnos de otros años antes de entrar, pero no pensé que fuera a pasarme a mí . Ahora me he dado cuenta de que es verdad: cambia tu forma de entender el periodismo, te enseña a ver a través de la actualidad, a marcarte nuevas metas y, sobre todo, a pensar, a ser inconformista. Además, te da oportunidades que de otra forma no tendrías, ya sean a nivel técnico, como por el simple hecho de estar en contacto con grandes profesionales», alega Miranda, bregada ya cual jabata en la actualización casi al minuto que exige la web de ABC. También se ha tostado en el cuero diario Mezcua, que se inscribió en el Máster con el afán de «completar la formación meramente teórica que ofrece la licenciatura de Periodismo con actividades prácticas». Él quería «conocer cómo es el día a día de la profesión periodística». De cerca. Y da en una de las claves del «vuelco» que se da en un postgrado de este tipo: «Tras indagar, llegué a la conclusión de que en ABC encontraría el apoyo y la formación necesarias para pasar de ser un simple licenciado a un periodista ». Cinco promociones de la escuela de talento del Máster: Unai Mezcua (2012-13) todavía alumno, hablando por teléfono, en la redacción de ABC junto a los redactores Miriam Ruiz (2012), Tatiana G. Rivas (2009), Javier Díaz-Guardiola (2000) y Martín Bianchi (2010)abc
No hay mejor forma de comprobar el éxito de un curso, dirigido a los mandos técnicos por el prestigioso adjunto al director Alfonso Armada , y a los intelectuales por la catedrática María Jesús Casals, que testar a los estudiantes del ayer y del hoy . Y de los venideros. Miriam Ruiz Castro es redactora de ABC. Concluyó su Máster en 2012. Rememora a Steve Jobs cuando decía que los puntos de la vida siempre conectan al final. Y lo hace al recordar: «Hace dos años me embarqué en el Máster de ABC, un poco por azar y no sin ciertos miedos y dudas, aunque con mucha ilusión y ganas de aprender. Aquella decisión fue el origen de que hoy sea periodista de uno de los diarios más importantes de España, con más experiencia, pero con la misma ilusión y ganas de aprender de entonces». Agrega dando otra vez en la línea de flotación: «El Máster de ABC es una escuela de periodismo y también una escuela de vida, porque para ser buen periodista hay que ser buena persona -«los cínicos no sirven para este oficio», que decía Kapuscinski-. Una puerta abierta a esta profesión tan castigada e inaccesible para las nuevas generaciones y, sobre todo, una experiencia única de enriquecimiento profesional y personal. Puede que algún día los puntos de mi vida dejen de estar entintados de ABC, pero esta casa siempre habrá sido el inicio de todo . Donde ocurrió la magia».«Mi sueño hubiera sido impensable sin la decisión de hacer el Máster», dice un redactorY la chispa también prendió para el enamoramiento eterno de otro gran redactor, Emilio Vicente Escudero . Este salmantino también ha vinculado su vida a la Casa de ABC. Y emociona ciertamente escuchar a un joven tan imbuido en el espíritu de una forma de hacer Periodismo: « El Máster me permitió hacer realidad el sueño de toda una vida. Poder contar a la gente todo lo que rodea el mundo del deporte en uno de los principales rotativos del país es un lujo que hubiera sido imposible sin esa decisión que tomé en el verano de 2008. En estos cinco años han pasado muchas cosas. De vivir en directo unos Juegos a cruzar el charco durante seis meses para seguir de cerca la actualidad de la NBA. Experiencias todas ellas que tienen su origen en la Escuela de Periodismo que es el Máster de ABC, uno de los más longevos y que mejor han sabido renovarse con los nuevos tiempos», opina. «¿Que por qué hice el Máster?», se cuestiona en alto García Hidalgo. «Acabé la carrera convencida de que el periodismo era un oficio y no una profesión. Quería aprender con periodistas, lejos de académicos y teorías . El Máster me ofrecía esa oportunidad bajo la batuta de Armada, un maestro. Después de compartir varios meses en ABC con algunos profe-periodistas, no lo dudé». «¿Y qué esperabas, se han cumplido tus expectativas?». «Deseaba que mi paso por el Máster fuese una carrera de fondo que me dejase extasiada de buen periodismo. Sí se han cumplido puesto que he conseguido sentirme más periodista cada día que pasaba. Es, sin duda, esa escuela que buscaba». Otra alumna que escribe en las páginas de Televisión del periódico y que se ha surtido de contactos, fuentes y tinta por doquier es Biosca, que subraya que, en un principio, el Máster de ABC era «una forma de seguir conectado con el Periodismo en un momento en el que es muy difícil encontrar un puesto de trabajo». Sin embargo, «a medida que pasaban las clases, los profesores, los trabajos, las anécdotas con los compañeros, se convirtió en una experiencia mucho más fructífera que cinco años de carrera, tanto a nivel profesional como personal. Es una gran familia que va sumando "hijos" a lo largo de las promociones, una carrera de fondo en la que cada palabra cuenta, aunque en el momento no seas consciente. No sabes qué significa hasta que no estás dentro», manifiesta.
Candidatos a revalidar el título
Aspirantes a formar parte de esa fila de vástagos de ABC no faltan. Algunos de ellos ya han entrado por otra puerta grande, la de la Escuela de Verano de prácticas en el periódico y saben qué se siente al ver su firma impresa en el diario centenario. F. Javier Calero se plantea «renovar» su confianza por el periódico de la grapa distintiva: «A pesar de que en un primer momento tuviera ciertas resistencias, nada más lejos de la realidad, puesto que en la Escuela de Prácticas de ABC m e he sentido perfectamente arropado por mis compañeros y he tenido la oportunidad de cubrir todo tipo de temas. Así que me gustaría continuar aquí más tiempo aprendiendo este oficio y más con profesores de la Complutense con los que ya he coincidido y que me garantizan una formación de calidad». «El curso es una gran familia que suma "hijos" a lo largo de las promociones». Y van 419A su lado, Regina Rivera es de la misma consideración. «Mi primera toma de contacto con el periodismo ha sido la Escuela de Prácticas de ABC y no podría haber pedido un mejor ambiente laboral. Desde el primer momento nos han tratado como a iguales y nos han dado plena libertad para proponer temas y tratar con la actualidad de primera mano. Este compañerismo es lo que me animaría a hacer el Máster y poder seguir formándome con unos profesionales que han creído en nosotros y en nuestras ganas de demostrar lo que valemos».
Y hay tiempo para más...
Una sesión formativa diaria también para Fernando Muñoz , quien ve en ese curso la oportunidad no sólo para formarse como periodista, sino para madurar como persona en todas sus aristas. «La experiencia que me han contado antiguos alumnos es quizá uno de los factores que más me ha hecho interesarme por el Máster, ya que todos resaltan cómo creces en los meses que dura el curso». Ha escuchado, entre otros, a A. C. Fernández , que quería estudiar un postgrado fuera de su país natal, Venezuela, y estudió el Máster de Periodismo de ABC porque era, afirma con literalidad, «que garantizaba que iba a aprender no sólo de Periodismo, sino también sobre España y además de forma práctica». ¿Su balance? «No me defraudó», agrega mientras teclea y ultima una noticia de la actualidad tecnológica para ABC.es. Y a Víctor Ruiz de Almirón , que apunta, a la postre, otros «intereses» complementarios. Desde las inquietudes y el aprendizaje constante a que somete la exigente sección de Economía, advierte: « El Máster ha sido una experiencia bucólica . El modelo docente combina bien la parte académica con la práctica. Estar esos meses en la redacción de un medio nacional es una oportunidad que añade un signo distintivo a tu formación. La apuesta por un modelo con pocos alumnos fomenta el trato personalizado y garantiza el trabajo en equipo». Apunta más alto apremiando a los futuros alumnos: «Será un tiempo en el que también harás nuevas amistades. ABC es un buen lugar para enamorarse».
Enamorados o no, tendrán que hacerse eco, si quieren envejecer en esto, de las palabras pronunciadas por Bieito Rubido , director del rotativo, en la última clausura del Máster 2012-2013 , para quien hay una receta básica antes de sentarse tras el ordenador e informar a quien está al otro lado: «Dejarse la vanidad en casa».
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