claves de latinoamérica
Venezuela: intentar atrapar a Maduro en el robo electoral
La contundente victoria de María Corina Machado en las primarias opositoras obliga al régimen chavista a aceptar su candidatura
María Corina Machado, la 'dama de hierro', será la candidata presidencial de la oposición venezolana
La oposición venezolana elige a Machado como su candidata «unitaria» para las elecciones presidenciales
![El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, habla durante la clausura de la cumbre migratoria en la zona arqueológica de Palenque](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/10/23/maduro-RTJW7NGgCkdsndMtl0x5qzJ-1200x840@abc.jpg)
Es cuestionable que la dictadura de Nicolás Maduro pueda ser vencida electoralmente, dado el carácter criminal y mafioso de un régimen que comete todo tipo de fraudes para evitar tener que responder ante la justicia nacional e internacional. Pero la oposición venezolana entiende que, ... en lugar de cruzarse de brazos y seguir esperando un colapso interno del chavismo, puede intentar aprovechar el único supuesto que existe para el cambio: lograr tal movilización en las elecciones de 2024, en las condiciones de mayor trasparencia posibles, que el robo electoral por parte del Gobierno no solo sea imposible de tapar sino incluso de asumir por algún sector importante del chavismo, de tal manera que si Maduro no se va, al menos siga deslegitimado y lastrado por nuevas sanciones.
Habiendo decidido participar en las elecciones previstas para finales del próximo año, la oposición está dando los pasos necesarios para jugar con fuerza sus cartas. Era obligatorio sacar adelante el proceso de primarias a pesar de las trabas puestas desde el Gobierno, y las primarias se celebraron con éxito este domingo. Convenía que el candidato elegido tuviera un importante refrendo, y María Corina Machado obtuvo más del 90% de los votos, con una participación que rondó los cuatro millones de electores, lo que muestra la amplia movilización que el proceso está logrando.
Ese refrendo obliga al régimen a tener que retirar la inhabilitación de Machado, contra la que había hecho alegaciones para impedir su avance. El Gobierno no quiso comprometerse a revisar esa inhabilitación en el acuerdo al que llegó la semana pasada en Barbados con la Casa Blanca (formalmente las conversaciones eran con la Plataforma Unitaria de la oposición), pero el único modo de evitar que la Administración Biden dé marcha atrás en el prometido levantamiento de sanciones es tener que aceptar la candidatura de Machado.
Maduro puede intentar torpedear el proceso más adelante –por ejemplo, promoviendo que desde la oposición salte algún candidato alternativo, como Manuel Rosales, quizás apoyado por Henrique Capriles–, pero ahora obligatoriamente necesita el dinero del alza del negocio petrolero que supondrá la revisión de las sanciones de Estados Unidos. Maduro requiere ese dinero para aplicar el habitual dominio clientelar antes de las elecciones, mediante el reparto de bolsas de comida entre los sectores dependientes, de fondos a los colectivos que ejercen control social y de un incremento salarial entre una población afectada por una devaluación del 320% en el último año. Maduro no consiguió liquidez en su último viaje a China y no le queda más que aceptar ciertas condiciones de Estados Unidos sobre garantías electorales para disponer de «cash» para su propia candidatura.
El alza de la producción petrolera de la mano de Chevron, Repsol y Eni no es inmediata (se calcula que pueden añadir unos 200.000 barriles diarios hacia la segunda mitad de 2024), así que queda casi un año para que Maduro, una vez embolsado el beneficio por el incremento del negocio, se desdiga del acuerdo con Estados Unidos y se niegue a aplicar la limpieza electoral a la que se ha comprometido.
Presión internacional
La oposición tiene, por tanto, casi un año para agrandar su movilización y ganar espacios de trasparencia electoral cuya eliminación posterior, en todo caso, dañe internacionalmente al Gobierno. El 59% de los venezolanos, según la encuestadora Delphos, creen que tienen en sus manos la posibilidad del cambio. La popularidad lograda por Machado en su intensa y acertada campaña de las primarias explica esa ilusión generada. Se trata de una condición necesaria, pero no suficiente. Lo que pueda pasar tras unas elecciones en las que en realidad Machado gane a Maduro, pero cuya derrota este encubra y no reconozca, ya no dependerá tanto de la oposición como de la presión internacional.
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