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Trump derrota a Haley en su casa y avanza sin freno hacia la nominación republicana

El expresidente ha ganado con rotundidad en las tres anteriores batallas de primarias en Iowa, New Hampshire y Nevada

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El ex presidente estadounidense Donald Trump tras ganar las primarias en Carolina del Sur EFE/JIM LO SCALZO
Javier Ansorena

Javier Ansorena

Corresponsal en Nueva York

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Donald Trump se impuso este sábado en Carolina del Sur, una nueva victoria contundente que reafirma lo que es evidente desde el principio de las primarias republicanas: es el favorito absoluto y es casi imposible que se le escape la nominación del partido para la presidencia de EE.UU.

El expresidente había ganado con rotundidad en las tres anteriores batallas de primarias -Iowa, New Hampshire y Nevada- y ahora lo ha conseguido en casa de la única rival que le queda en pie, Nikki Haley.

Haley nació, se crió, estudió e hizo carrera política en Carolina del Sur, un estado del que fue una gobernadora muy popular desde 2011 hasta 2017, cuando Trump la fichó para que fuera su embajadora ante la ONU nada más llegar a la Casa Blanca.

Pero jugar en casa no ha sido suficiente para Haley, que con esta derrota confirma que su capacidad de mantener una candidatura viable ante Trump es casi inexistente. El resultado era el esperado, después de que las encuestas hayan dado aquí como ganador a Trump durante meses y hasta el final de la campaña, pero no por ello es menos importante.

La candidata solo fue tercera en Iowa, no pudo con Trump en New Hampshire -donde centró buena parte de sus esfuerzos de campaña, ante un electorado con mucho independiente y demócrata que le beneficia-, no compitió en Nevada y, ante quienes le votaban con entusiasmo como gobernadora, ha sido humillada por Trump. En la recta final del escrutinio, Trump obtenía algo más del 60% de los votos y Haley se quedaba a mucha distancia, con un 39%.

La victoria de Trump se dio por hecha por las proyecciones de los grandes medios estadounidenses pocos minutos después de que cerraran los colegios electorales, a las siete de la tarde hora local (una de la mañana del domingo en España). Una señal más de la contundencia de la victoria del multimillonario neoyorquino, que se encamina hacia una reedición inevitable de su duelo contra Joe Biden de 2020.

«Esto ha sido algo más rápido de lo que esperábamos», bromeó Trump sobre lo rápido que le dieron como ganador. Lo hizo desde Columbia, la capital de Carolina del Sur, donde dio un discurso breve para lo que acostumbra, que no llegó a la media hora.

El expresidente no citó ni una sola vez por su nombre a la única candidata que le queda como rival y habló como si ya fuera el nominado del partido, con sus palabras puestas en las elecciones generales de noviembre frente a Biden. «Lo único que me gustaría es que fuera antes», dijo sobre esa cita con las urnas, y aseguró que si tuviera la capacidad de convocar elecciones, «lo haría mañana».

Poco después de la comparecencia de Trump apareció Haley en Charleston, la mayor ciudad de Carolina del Sur, una joya colonial en la costa atlántica. Flotaba en el ambiente la posibilidad de que anunciara el abandono de su campaña, tras una derrota humillante en su propio terreno y sin que su candidatura tenga una ruta hacia la nominación. No ocurrió así.

«Voy a continuar, soy una mujer de palabra», dijo Haley, que esta misma semana dio un discurso en el que se comprometió a seguir en la carrera al menos hasta el Super Martes del próximo 5 de marzo, la cita más importante de las primarias, donde se pondrán en juego dieciséis estados. «No voy a abandonar esta pelea cuando la mayoría de los estadounidenses no quieren ni a Trump ni a Biden», defendió la candidata, que dedicó su discurso a atacar a quienes, con toda probabilidad, se medirán por la presidencia en otoño. «No nos podemos permitir cuatro años más de fracasos de Biden o de falta de foco de Trump», dijo, antes de recordar los problemas de déficit de EE.UU., la inflación, la mala calidad educativa, la crisis migratoria en la frontera y los desafíos en política exterior. «No vamos a salir de esta espiral negativa si seguimos obsesionados con el pasado. ¿Alguien cree de verdad que Biden o Trump van a unir este país?»

El mensaje central de Haley es que ella está mejor equipada que Trump para ganar las elecciones de noviembre ante Biden, después de varias elecciones con resultados mediocres para los republicanos bajo el liderazgo del multimillonario neoyorquino. Su problema es que se ha demostrado incapaz de convencer a suficientes votantes republicanos y eso entregará la nominación a Trump, que no ha perdido su capacidad de seducción en buena parte del electorado.

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