Rusia y Ucrania también combaten en terreno africano
Los rusos se han aliado a ambos bandos de la guerra civil en Sudán con el fin de alcanzar su objetivo: construir una base naval en el mar Rojo
El Sahel, una tierra fértil para el terrorismo
![Un soldado leal al jefe del Ejército de Sudán, Abdel Fattah al Burhan, sostiene un arma con el minarete de una mezquita como telón de fondo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/05/29/army.jpg)
Rusia toma cada vez mayor protagonismo en África. Y en Sudán no pierden tiempo. Desde comienzos de esta semana, una delegación del Ejército sudanés se encuentra en Moscú para formalizar un acuerdo en el que el Kremlin recibirá permiso para instalar una estación de ... suministro de combustible en el mar Rojo a cambio de armas y municiones para la guerra que las Fuerzas Armadas sudanesas libran contra los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés).
El subcomandante en jefe del Ejército, Yaser al Atta, ha expresado que la cooperación con Rusia se extenderá más allá del sector militar y abarcará la minería, el oro, los puertos, la manufactura y la agricultura. Y para discutir estas cuestiones, una delegación ministerial visitará Rusia antes de que se firme cualquier acuerdo.
Esta alianza puede resultar extraña, teniendo en cuenta que los rusos han estado apoyando a las RSF, los enemigos del Ejército, y los que se han entendido con Abdel Fattah al Burhan, jefe de las Fuerzas Armadas, han sido los ucranianos.
Sin embargo, el periodista sudanés Eiad Husham explica a ABC que el Ejército está muy desesperado por conseguir apoyo militar. «Al inicio se aliaron con Ucrania porque Rusia estaba del lado de las RSF, a través de Wagner. Pero los rusos, desde que asesinaron a Prigozhin, han reducido sus misiones», y, por tanto, su colaboración con las RSF.
![Zelenski reunido con Abdel Fattah al Burhan en septiembre de 2023](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/05/30/Zelenski-U02056035717aMr-760x427@diario_abc.jpg)
Desde el período de transición que siguió al golpe de Estado que derrocó al dictador Omar al Bashir, «Rusia ha respaldado al componente militar porque los civiles estaban apoyados por Estados Unidos y la Unión Europea, y Moscú seguía interesado en conseguir un punto de suministro a lo largo de los 850 kilómetros de costa sudanesa», comenta Husham.
Controlar el mar Rojo
La construcción de una base naval rusa a lo largo de los 850 kilómetros de costa sudanesa fue una idea planteada en su momento durante la dictadura de Al Bashir. Sin embargo, su derrocamiento en 2019 propició que fuera EE.UU. quien intentara estrechar vínculos con el país africano, en medio de una tumultuosa y finalmente fallida transición a un gobierno civil.
«Ahora Rusia decidió ponerse del lado del Ejército porque son ellos los que, a cambio de armas, pueden asegurar el trato», señala Husham. «Otro factor considerable es que los rusos, a través de Wagner, se relacionaron con las RSF para extraer oro en minas que ahora están bajo control del Ejército. Además, los rusos pueden brindarles protección política en el Consejo de Seguridad de la ONU. De todas formas, las Fuerzas Armadas sudanesas todavía mantienen la puerta abierta para EE.UU. y la UE, si logran presionar a los Emiratos Árabes Unidos para que dejen de apoyar a las RSF. En caso contrario, volverá la histórica alianza de Al Bashir con Rusia, China e Irán».
![Vestigios de la guerra en Omdurman](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/05/30/omdurman-U05662812864qER-760x600@diario_abc.jpg)
Fuerzas especiales de Ucrania en Sudán
El verano pasado, cuando el general Al Burhan, gobernante militar de Sudán, se vio asediado por las RSF en Jartum, la capital del país, pidió la ayuda de Zelenski, según informa el 'Wall Street Journal' (WSJ). Y el presidente de Ucrania tenía motivos para tomar en serio la petición; Al Burhan había estado suministrando armas silenciosamente a Kiev desde poco después de la invasión, según fuentes militares ucranianas y sudanesas citadas por el medio.
A los pocos días, comandos ucranianos desembarcaron en Sudán y comenzaron a luchar para expulsar a las fuerzas rebeldes de la capital, según explican al diario varios soldados involucrados en la operación. El interés de Ucrania consistía en perturbar las acciones militares y económicas rusas.
El Ejército sudanés aprovechó la visita de los ucranianos para recibir entrenamiento en las tácticas que estos utilizaban para contener a los rusos.
![Combatientes leales al Ejército de Sudán asisten a una ceremonia de graduación en el estado sureste de Gedaref](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/05/30/leales-U13851136020fmU-760x510@diario_abc.jpg)
Poco tiempo después, Al Burhan logró salir de la capital por su cuenta y, unas semanas más tarde, se reunió con Zelenski en el aeropuerto irlandés de Shannon, donde conversaron sobre «los desafíos de seguridad comunes, en particular de las actividades de los grupos armados ilegales financiados por Rusia»,según comunicó Zelenski a través de X.
Una de las fuentes militares ucranianas que cita el WSJ habla de la diferencia entre la guerra en África y la que sucedía en Europa del Este: «Los soldados de ambos bandos lucharon con sandalias y, a veces, dispararon municiones enteras mientras sostenían sus rifles sobre sus cabezas, sin poder ver a qué disparaban. Los combatientes no llevaban marcas que mostraran de qué lado estaban y el fuego amigo era una amenaza habitual».
Sin embargo, para la analista e investigadora del Real Instituto Elcano, Mira Milosevic, la presencia de los ucranianos en Sudán es, por lógica, poco probable. «Ucrania carece absolutamente de material militar para defenderse en la guerra que está perdiendo, por lo tanto, no creo que pueda sacrificar recursos para ayudar al Ejército sudanés. Donde sí ha estado colaborando, desde antes de la invasión rusa, es en asuntos de agricultura», comenta la experta.
![Combatientes leales al jefe del ejército de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, asisten a una ceremonia de graduación en el estado sureste de Gedaref el 27 de mayo de 2024. Sudán ha estado en medio de un conflicto durante más de un año entre el ejército regular liderado por el gobernante de facto Abdel Fattah al-Burhan y las RSF lideradas por su ex adjunto Mohamed Hamdan Daglo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/05/30/sudanesearmy-U25135242564EAR-760x510@diario_abc.jpg)
Una tregua que no termina de llegar
El Ministerio de Exteriores de Egipto anunció esta semana que a finales de junio acogerá una conferencia de grupos de la sociedad civil y fuerzas políticas sudanesas para lograr un diálogo nacional y una solución a la guerra civil, que ya lleva más de un año. El Gobierno egipcio ha insistido en que el conflicto es una «cuestión sudanesa» y que, por tanto, cualquier proceso político futuro debería incluir a todas las partes nacionales aceptables en la escena sudanesa.
El Ejército sudanés acogió con agrado la propuesta, poniendo condiciones sobre los grupos y actores que participarán. Pero, por otro lado, rechazó la invitación para retomar las conversaciones de paz patrocinadas por Estados unidos y Arabia Saudí en Yeda, tras una conversación entre Al Burhan y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. «No iremos a Yeda (lugar de conversaciones en Arabia Saudita) y quien quiera que lo hagamos debería matarnos en nuestro país y llevar nuestros cuerpos allí», dijo Malik Agar, un exlíder rebelde y ahora número dos de Al Burhan.
Mientras tanto, miles de civiles mueren y otros millones atraviesan una severa crisis humanitaria en el país.
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