La humanidad registra su mayor nivel bélico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial
En los primeros cuatro meses de 2024, las muertes causadas por conflictos ascendieron a 47.000 en todo el mundo
Rusia y Ucrania también combaten en terreno africano
El Sahel, una tierra fértil para el terrorismo

Sigue aumentando la violencia en el mundo. No se habían registrado peores niveles de paz desde la Segunda Guerra Mundial, según la última edición del Índice de Paz Global (IPG), un estudio anual elaborado por el Institute for Economics Peace (IEP). Aunque 56 ... naciones mejoraron sus estados de serenidad con respecto al informe del año anterior, hay 97 países que empeoraron.
En 2023 se constataron al menos 162.000 muertes relacionadas con conflictos, la segunda cifra más alta de los últimos 30 años. Los enfrentamientos en Ucrania y Gaza, con 83.000 muertes y estimaciones de más de 30.000 hasta abril de 2024, respectivamente, han causado casi tres cuartas partes de las bajas registradas.
En los primeros cuatro meses de 2024, los decesos causados por conflictos ascendieron a 47.000 en todo el mundo, y si la tendencia se mantiene, este año se registrará el número más alto de muertes desde el genocidio de Ruanda en 1994. Este es el duodécimo deterioro de la paz que registra el IPG en los últimos 16 años. Para medir el estado de la paz en el mundo, el IPG ha utilizado 23 indicadores que analizan el nivel de seguridad de las sociedades, el alcance de los conflictos internos e internacionales en curso y el grado de militarización de los países.
Además de los combates que se libran en Ucrania y Gaza, hay otros 54 conflictos activos alrededor del globo. Enfrentamientos que se internacionalizan cada vez más, con hasta 92 países involucrados en combates que suceden más allá de sus fronteras, el número más alto desde la creación del IPG.
Y esto responde a la «evolución tecnológica de la guerra», según explica a ABC Michael Collins, director ejecutivo para América del IEP. «Porque ahora grupos pequeños o potencias medianas pueden hacer frente, mediante ataques cibernéticos o tecnología como la de los drones, a un Ejército profesional». Y esa facilidad promueve la proliferación de distintos actores en un mismo conflicto. Donde antes luchaba un Estado contra rebeldes, por ejemplo, hoy participan, en promedio, cuatro facciones.
Son, asimismo, conflictos que no terminan con la victoria decisiva de algunas de las partes o con acuerdos de paz, como era habitual en las décadas pasadas, sino que se alargan indefinidamente. Así como sucede con la invasión rusa, que está a punto de cumplir tres años y que no parece tener un próximo fin. Aunque podría haber un viraje si Donald Trump gana las elecciones presidenciales en Estados Unidos y limita el vital apoyo que el país ha otorgado a Ucrania.

Índice de paz global 2024
Muy
bajo
No
incluido
Muy
alto
Bajo
Medio
Alto
Mejoras
Deterioro
65
97
países registraron mejoras en la paz
países registraron un deterioro en la paz
Cambio promedio general
-0,56%
El nivel medio de paz del país se deterioró un 0,56% en el Índice de Paz Global de 2024
Fuente: Institute for Economics & Peace (IEP) / ABC

Índice de paz global 2024
No incluido
Muy bajo
Mejoras
Deterioro
Cambio promedio general
Bajo
65
97
-0,56%
Medio
países registraron mejoras en la paz
países registraron un deterioro en la paz
Alto
El nivel medio de paz del país se deterioró un 0,56% en el Índice de Paz Global de 2024
Muy alto
Fuente: Institute for Economics & Peace (IEP) / ABC
Más conflictos irresueltos
Para que el IPG considere una disputa como un 'conflicto', debe tener al menos 25 muertes en un año. Sin embargo, el informe registra un aumento en la cantidad de luchas que son dadas por finalizadas al clasificarse de «baja actividad». En la década de los 70, apenas el 20% de los conflictos terminaba de esta forma, mientras que en el último decenio esa cifra ronda el 70%. Y el riesgo reside en que, al no encontrar soluciones negociadas, estas pugnas siguen latentes y son propensas a reactivarse en cualquier momento.
Este cambio en la forma de resolución tiene que ver con la «disminución del poder de influencia de las grandes potencias como EE.UU. y su incapacidad para poner el foco en los numerosos frentes abiertos alrededor del mundo», comenta Collins. «EE.UU. sigue siendo uno de los principales actores de la política internacional, pero su control sobre los conflictos ha mermado». Esto se debe, según el analista, a los largos e infructíferos compromisos militares en países como Irak y Afganistán, que han representado una importante carga económica. Como consecuencia, China y Rusia aprovechan ese vacío para ampliar su dominio.
IPG 2024
Países más pacíficos
-
1
Islandia
-
2
Irlanda
-
3
Austria
-
4
Nueva Zelanda
-
5
Singapur
-
6
Suiza
-
7
Portugal
-
8
Dinamarca
-
9
Eslovenia
-
10
Malasia
Para medir el estado de la paz, el IPG ha utilizado 23 indicadores que analizan el nivel de seguridad de las sociedades, el alcance de los conflictos internos e internacionales en curso y el grado de militarización de los países.
España es ahora el vigésimo tercer país más pacífico del mundo, habiendo subido siete puestos desde el informe del año pasado, y se sitúa en el decimoquinto país a nivel europeo.
IPG 2024
Países menos pacíficos
-
1
Yemen
-
2
Sudán
-
3
Sudán del Sur
-
4
Afganistán
-
5
Ucrania
-
6
República Democrática del Congo
-
7
Rusia
-
8
Siria
-
9
Israel
-
10
Mali
El impacto económico de la guerra
La prosperidad económica de un país es inversamente proporcional a su nivel de violencia. Aunque haya algunas naciones que se beneficien de las coyunturas para vender armas e imponerse geopolíticamente, a nadie le conviene participar en la guerra, razona Collins, que asegura que «allí donde más crecen los niveles de paz, hay mayor provecho económico». Y no solo porque financiar un combate sea costoso; la violencia y el miedo a la violencia influyen directamente en la riqueza de un territorio, generando costes en forma de daños materiales, lesiones físicas o traumas psicológicos. De igual forma, el temor también altera el comportamiento económico, principalmente reduciendo la propensión a invertir y consumir. El gasto en prevención, contención y tratamiento de las consecuencias de la violencia desvía recursos públicos y privados de actividades más productivas hacia medidas de protección. Asimismo, la violencia genera pérdidas económicas en forma de déficit de productividad, ingresos no percibidos y distorsión del gasto.
El impacto económico mundial de la violencia aumentó a 17,5 billones de euros en 2023, lo que representa el 13,5% del PIB mundial. La exposición a conflictos supone un riesgo importante para la cadena de suministro de los gobiernos y las empresas
En 2023, el gasto y el efecto económico relacionados con contener, prevenir y abordar las consecuencias de la violencia fue de 17,5 billones de euros. Se trata de un aumento de más de 145.000 millones con respecto al año pasado, un incremento impulsado en gran medida por el crecimiento del 20% en las pérdidas del PIB a causa de los conflictos. El gasto en consolidación y mantenimiento de la paz ascendió a 45.602 millones de euros, lo que representa menos del 0,6% del gasto militar total.
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