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Más de 40 inmigrantes mueren en un naufragio cerca de Lampedusa

El barco partió de Sfax (Túnez) y se hundió en las costas de Italia, según el testimonio de cuatro supervivientes rescatados por la Guardia Costera

La verdadera historia tras la foto de Fati y Marie, la madre e hija que murieron abrazadas en el desierto entre Túnez y Libia

La agonía de la ruta migratoria de Túnez y Libia: inmigrantes abandonados y muertos por sed y hambre en medio del desierto

Rescate de inmigrantes camino a Italia sea-watch
Ángel Gómez Fuentes

Ángel Gómez Fuentes

Corresponsal en Roma

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Enésima tragedia de inmigrantes en el canal de Sicilia: 41 personas, entre ellos tres niños, murieron después de que una pequeña embarcación, que zarpó de Sfax en Túnez, volcara y se hundiera. Cuatro son los supervivientes: un menor no acompañado, dos hombres y una mujer, que fueron rescatados por el buque mercante 'Rimona', con bandera de Malta. Están vivos de milagro. Detalles de la tragedia se conocen por los supervivientes, originarios de Costa de Marfil y Guinea Conakry. Desde la nave 'Rimona' fueron trasladados a una patrullera de la Guardia Costera italiana que los llevó a la isla de Lampedusa.

Los sobrevivientes han contado que iban 45 personas en la nave cuando partieron de Sfax a la diez de la mañana del pasado jueves, el naufragio se produjo al poco de partir. Después de unas seis horas de navegación en la frágil embarcación, de 7 metros de eslora, se volcó debido a una gran ola. Todos los inmigrantes terminaron en el mar. Solo quince llevaban chalecos salvavidas. Los cuatro supervivientes, según sus declaraciones, permanecieron en el agua durante varias horas, hasta que lograron acercarse y subirse a una lancha sin motor, probablemente abandonada por otros inmigrantes al ser trasladados a otra embarcación. En esa patera a la deriva durante cinco días, con olas a veces de tres metros, llevados por la corriente, según las declaraciones de los náufragos, aún en estado de shock, acabaron en aguas libias, frente a la ciudad de Zuwara, situada a 60 kilómetros de la frontera con Túnez.

Fueron localizados por un avión de Frontex (la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas), lo que permitió poner en marcha la operación rescate. Las autoridades italianas advirtieron a la Guardia Costera de Libia, que no intervino. Ante la pasividad libia, las lanchas patrulleras italianas se dirigieron a las aguas de Zuwara, donde los cuatro supervivientes habían sido rescatados por el buque «Rimona» y trasladados a una patrullera de la Guardia Costera italiana. Ahora se encuentran en el centro de acogida de inmigrantes de Lampedusa, atendidos por psicólogos y personal de la Cruz Roja. El centro está desbordado casi permanentemente, porque los desembarcos de inmigrantes en la isla son continuos. Su capacidad es de 400 puestos, pero actualmente hay 1600; de ellos, 1.100 serán transferidos de inmediato a otros centros.

La crisis política y económica en que se encuentra Túnez, al borde de la bancarrota, está produciendo una catástrofe. Gran parte de los inmigrantes que llegan a las costas italianas proceden de Túnez. Desde el 1 de enero hasta el 8 de agosto, 93.684 inmigrantes desembarcaron en Italia, una cifra que ya duplica ampliamente todas las llegadas del año pasado que fueron 44.689.

Cabe destacar que desde enero hasta finales de julio, los desembarcos desde Túnez en las costas italianas superaron los 51.000. Ante la imparable salida de inmigrantes desde Túnez, que está a 200 kilómetros de las costas italianas, el fiscal jefe de Agrigento (Sicilia), Salvatore Vella, ha manifestado que «es un crimen dejar que partan los inmigrantes». «No sabemos cuántas personas murieron por estas locas salidas, el número es incalculable, es imposible hacer solo una estimación –añadió el fiscal Vella–. También en este caso solo cuatro se salvaron gracias al avistamiento del avión y la intervención de la Guardia Costera italiana. Inmediatamente alertamos a la guardia costera libia, que respondió que no podían intervenir debido a las condiciones del mar».

Los migrantes siendo rescatados por una embarcación de mayor tamaño Sea-watch

El Gobierno de Giorgia Meloni está especialmente preocupado por la inestabilidad de Túnez. El presidente Kais Saied, elegido en 2019, tras destituir al Ejecutivo y suspender el Parlamento en 2021, disolvió definitivamente el poder legislativo y el Consejo de la Judicatura, otorgándose poderes ilimitados en una Constitución votada por solo el 30% de los votantes, y encarcelando masivamente a los opositores políticos, periodistas y miembros de la sociedad civil. La política de Said está llevando a Túnez al colapso económico.

Los migrantes siendo rescatados por una embarcación de mayor tamaño SEA-WATCH

Para evitar la bancarrota, con el riesgo de que se produzca un éxodo masivo de inmigrantes hacia Italia, Giorgia Meloni hizo tres visitas oficiales a Túnez en un solo mes, la última el 16 de julio, acompañada por la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, Firmaron con el presidente Saied un acuerdo de 255 millones de euros en ayuda económica, a cambio de un freno a los flujos migratorios y el compromiso de Italia y Bruselas de facilitar el acuerdo de casi 2.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. El FMI es reacio a firmarlo, porque desconfía de Kais Saied, al que exige reformas y respeto de los derechos humanos, como condición para concederle el préstamo.

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