MSF denuncia devoluciones en caliente, desapariciones y trato vejatorio a inmigrantes y refugiados en Grecia
En un informe basado en más de 50 testimonios, Médicos Sin Fronteras acusa a las autoridades de atentar contra la normativa internacional en materia migratoria
El desembarco de inmigrantes en Grecia se disparó un 235% en agosto
En un informe basado en más de 50 testimonios recogidos entre agosto de 2021 y julio de 2023, Médicos Sin Fronteras Grecia acusa a las autoridades helenas de llevar a cabo prácticas que van contra la normativa internacional en materia migratoria. Según la organización humanitaria, los testimonios de violencia sufrida por los solicitantes de asilo por parte de guardacostas y policía fronteriza se han multiplicado en los últimos años. Además, la falta de control en la gestión fronteriza perpetúa la violencia y las malas praxis por parte de las autoridades.
Las personas atendidas por las unidades de MSF han narrado episodios de maltrato físico y psicológico a los equipos psiquiátricos que la organización tiene en varios puntos de la geografía griega. Además, en las islas de Samos y Lesbos, la organización ha entrevistado a más de 50 personas, recopilando testimonios que demuestran la violencia sufrida por parte de la guardia costera griega.
Según el informe de MSF, la mayoría de los migrantes llegan a las unidades que la ONG tiene en estas islas con graves síntomas de deshidratación, hipoglucemia, hipotermia y exhaustos tras haber tenido que nadar para llegar a la costa. Además, muchas de estas personas han descrito episodios de violencia física, amenazas y trato vejatorio por parte del integrantes de salvamento marítimo.
Por otra parte, la organización también denuncia la desaparición de cerca de 2.000 personas. Aunque MSF recibió por parte de Frontex la información referente al punto de llegada a la isla y el número de migrantes que habían desembarcado, la ONG no encontró a estas personas al llegar al lugar señalado por la agencia europea.
Prácticas ilegales
En el informe presentado por MSF, se recogen los testimonios directos de 56 refugiados que han relatado prácticas como la destrucción del motor de las embarcaciones en las que viajaban por parte de las autoridades griegas y el posterior remolque a aguas turcas, retenciones ilegales, esposado de muñecas y tobillos, registros invasivos a mujeres y menores, violencia física (golpes con la porra, bofetones, patadas, puñetazos, entre otros), robo y destrucción de sus pertenencias y documentación de viaje, entre otras prácticas vejatorias y contrarias a la legislación internacional en materia migratoria y de derechos humanos.
A pesar de la condena de las devoluciones en caliente por parte del Consejo de Europa y la ONU, entre otras instituciones, los testimonios recogidos por MSF, junto a los datos recopilados en las consultas médicas en Samos y Lesbos, demuestran, según la organización, la realización de esta práctica de forma habitual por parte de las autoridades fronterizas helenas.
De las 56 personas entrevistadas, 50 de ellas relataron que habían sido devueltas a Turquía un total de 183 veces. Algunas personas habían sido devueltas incluso 14 veces. Es el caso de Fátima (nombre ficticio), que narró a MSF que había sido devuelta, junto a su marido y sus dos hijos menores en 8 ocasiones. «Nos habían avisado que las posibilidades de llegar a Grecia en el primer intento eran escasas. Sin embargo, no me imaginaba que tendríamos que intentarlo tantas veces y sufrir tanto», relató la joven a la ONG.
Las personas entrevistadas por MSF hacen referencia a expulsiones tanto por mar como desde las propias islas de Lesbos y Samos. En el caso de las expulsiones desde el mar, los migrantes han contado que barcos capitaneados por personas encapuchadas destruyeron el motor de las pateras y las remolcaron de vuelta a territorio turco, o que fueron obligados a subir a embarcaciones donde destruían sus documentos de viaje y los devolvían al mar en embarcaciones hinchables que navegaron a la deriva. En cuanto a las personas que consiguen llegar a la costa de Lesbos y Samos, muchos han narrado que grupos de encapuchados les obligaron a embarcarse en lanchas que fueron remolcadas de vuelta a Turquía.
Respeto a la normativa
MSF exige al Gobierno griego que frene la violencia contra los migrantes y refugiados que atraviesan las fronteras marítimas griegas, el respeto al derecho internacional migratorio, así como que las personas que llegan a las islas de Samos y Lesbos puedan ejercer su derecho a solicitar asilo.
MSF opera en Grecia desde el año 1991, donde actualmente proporciona atención psiquiátrica a personas demandantes de asilo, migrantes y refugiados que se encuentran en centros de recepción e identificación de Atenas y de las islas del Egeo. Además, ofrecen atención médica urgente a los migrantes que llegan en patera desde Turquía a las costas de las islas de Samos y Lesbos. En el año 2022, las unidades de MSF Grecia llevaron a cabo 22.500 consultas médicas, 7.460 consultas de psiquiatría y apoyo a 820 víctimas de violencia sexual.
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