Macron y Le Pen se juegan el futuro de Francia mientras el resto de fuerzas toma posiciones

Si Agrupación Nacional ganase las próximas elecciones, el país galo daría un vuelco histórico

En Francia, la derecha radical de Le Pen tiene más votos que todas las izquierdas juntas

El presidente francés, Emmanuel Macron (al frente), saluda a los residentes fuera de un colegio electoral después de votar para las elecciones al Parlamento Europeo en Le Touquet AFP

Juan Pedro Quiñonero

Corresponsal en París

Tras el anuncio de la disolución de la Asamblea Nacional (AN) y la convocatoria de elecciones anticipadas, el 30 de junio y el 7 de julio próximos, Francia se ha convertido en un campo de minas políticas donde las principales fuerzas juega a un ... arriesgado póquer descubierto.

Tomando esas decisiones, Emmanuel Macron, presidente y jefe del Estado, se instala él solo en primera línea de crisis.

Si su partido, Renacimiento, y los grupúsculos de su mayoría parlamentaria, siempre y relativa, consiguieran ganar las elecciones anticipadas, Macron se encontraría con una oposición más dura y amenazante. Si Marine Le Pen ganase las próximas elecciones, Francia daría un vuelco histórico, y Macron tendría dos alternativas: dimitir o someterse a una mayoría parlamentaria de extrema derecha.

Si Agrupación Nacional (ex FN, extrema derecha), ganase las elecciones, Marine Le Pen tendría que afrontar dos problemas graves: 1. Ella y su padre, Jean-Marie, deben ser juzgados, en septiembre, del presunto delito de extorsión de fondos públicos europeos. 2. El posible primer ministro de su partido, Jordan Bardella (29 años), no ha trabajado nunca, y abandonó los estudios de abogacía, sin tener ningún diploma universitarios.

Los Republicanos (LR, derecha tradicional) vive la crisis más grave de la historia del conservadurismo tradicional, heredero del general de Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, condenado judicialmente en varias ocasiones. Esa derecha está dividida entre partidarios y adversarios de entenderse con Macron.

Reconquista, el partido ultraderechista de Éric Zemmour y Marion Marechal Le Pen, solo ha conseguido un resultado mínimo en las europeas, pero oscila entre la «guerra» y la «mano tendida» a «todas las derechas».

La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista) es el partido mayoritario entre las izquierdas: pero su defensa de Hamás, su búsqueda del electorado franco-musulmán, su hostilidad a la UE, lo alejan del socialismo europeísta.

Frente Popular

El PS, en lo más bajo de su historia, es partidario de crear un Frente Popular contra Le Pen. Pero los socialistas franceses están divididos entre europeístas y partidarios de la alianza con el PCF y LFI.

Los ecologistas han vuelto a convertirse en un grupúsculo radical y minoritario, con modestas perspectivas de recuperación.

El PCF no sale de su gueto histórico y defiende la creación de un Frente Popular, caído en una crisis sin posible retorno.

Ante tal paisaje de ruinas políticas, Emmanuel Macron y Marine Le Pen vuelven a repetir su duelo personal de las presidenciales y legislativas del 2022, cuando comenzó la gran crisis e inconclusa recomposición histórica del paisaje político nacional.

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