Kamala Harris nombra al gobernador de Minnesota Tim Walz como su vicepresidente
La vicepresidenta busca adoptar con esta decisión un perfil más moderado para atraer a votantes indecisos y alcanzar una ventaja frente a Trump

Una frase rescató a Tim Walz del relativo anonimato nacional en el que llevaba durante sus dos mandatos como gobernador de Minnesota. «Donald Trump ahora va hablando de lo maravilloso que es Hannibal Lecter o cualquier cosa rara que se le ocurra… Se comporta de ... una forma rara, no creo que se pueda decir de otro modo», dijo Walz recientemente en una entrevista en la cadena CNN. «Raro» se convirtió en el adjetivo preferido para Trump de la campaña de Kamala Harris después de que esta tomara el relevo de Joe Biden el 21 de julio.
Así se describió al candidato y sus largos e improvisados discursos, la misma palabra se empleó para el candidato a vicepresidente de Trump, JD Vance, y sus afirmaciones de que los demócratas son un partido de «solteronas sin hijos pero con gatos». Con este aporte, Walz se catapultó a candidato a la vicepresidencia este martes 6 de agosto.
Harris apuró hasta el límite: este 7 debía notificar a las juntas electorales de los estados los dos nombres en la candidatura, a riesgo de quedar fuera en estados como Ohio. Walz es alguien a quien se considera en la izquierda del partido por sus políticas en Minnesota: favorable a los sindicatos, apoya el gasto en educación, defiende el aborto hasta la viabilidad del feto, opta por la legalización del consumo de marihuana, y permitió que los inmigrantes indocumentados obtengan carné de conducir.
Apoyo de Sanders
Es llamativo que tenga el decisivo apoyo de Bernie Sanders, el senador que representa a la izquierda de la izquierda en EE.UU. A la vez, sin embargo, salió tras el anuncio a expresar regocijo Joe Manchin, el senador centrista que hasta dejó el partido para hacerse independiente. «Sobre todo, aporta normalidad», dijo Manchin.
Walz es alguien con quien el equipo de Harris espera atraer a los votantes independientes, más centristas, desencantados tanto con Donald Trump como con Biden, esos votantes de zonas de clase trabajadora en el Medio Oeste que recelan del libre comercio, del globalismo y de las élites a las que atribuyen gran parte de la crisis de desempleo y el alto consumo de estupefacientes en esa zona central del país. El candidato es un hombre de 60 años, blanco, de oficio profesor de secundaria, alistado en la Guardia Nacional en 1981 y enviado de refuerzo a Europa tras el 11-S. En su juventud, era un amante de las armas y fue alabado por la Asociación Nacional del Rifle. Hoy apoya una prohibición de la compra y tenencia de armas de asalto, como el resto de su partido.
En este sentido, Walz no es tan diferente de Vance, el joven senador de Ohio al que Trump eligió como número dos, que hizo carrera con su libro «Elegía rural» en 2016. Sin embargo, Walz nació, estudió y ha vivido casi toda su vida en el Medio Oeste, excepto cuando era diputado en Washington entre 2007 y 2019, representando su distrito en Minnesota. Vance, por su parte, estudió en Yale, vivió en San Francisco y volvió a Ohio cuando decidió entrar en política.
Los republicanos parecían respirar aliviados después de que la campaña de Harris anunciara al elegido este martes por la mañana. «¡Qué buena noticia!», dijo, irónica, la asesora de Trump Kellyanne Conway. «¡El escuadrón estará contento!», comentó el jefe de campaña de Trump, Chris LaCivita, refiriéndose al grupo de diputadas de izquierda socialista del que forma parte Alexandria Ocasio-Cortez. La línea de ataque más clara de los republicanos fue la del propio Trump. Con sarcasmo, dijo en redes sociales: «¡GRACIAS!».
Gobernador de Minnesota
Las siguientes semanas revelarán si los republicanos tienen éxito en su empeño por pintar a Walz, un hombre de cara afable, casado con la misma mujer desde hace 30 años, padre de dos hijos y condecorado por las Fuerzas Armadas, como un izquierdista peligroso y radical. Harris intentó ser la primera en definir a su nuevo número dos, que más allá del Medio Oeste es un total desconocido: «Es un gobernador, preparador físico en el instituto, un profesor, un veterano, y su prioridad ha sido ayudar a las familias como la suya».
Walz era gobernador de Minnesota cuando, en 2020, George Floyd murió asfixiado por un policía en Minneapolis, un incidente grabado y compartido millones de veces que encendió la llama de la protesta racial. Los disturbios llegaron a las puertas de la Casa Blanca. Trump desplegó a la Guardia Nacional y criticó a Walz por tardar en hacer lo mismo: le tomó tres días de violencia, incendios y saqueos.
Harris consideró a otros candidatos, todos hombres y todos blancos, para atraer a un electorado que pudiera recelar, como en 2016, de una mujer candidata, especialmente de padre jamaicano y madre india. Finalmente, las opciones eran Walz, el elegido; el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, que enfrentaba recelos por unos comentarios de juventud críticos con los palestinos, y el astronauta y senador por Arizona Mark Kelly, con poca experiencia de gestión directa.
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