Kamala Harris quiere llevar al partido al centro para comerle terreno a Trump
La vicepresidenta fue fiscal, y su equipo prefiere que sea eso lo que se someta a juicio en estas elecciones
Trump no se cree que la candidata sea negra: «Me acabo de enterar»

Kamala Harris llega a la campaña electoral de Estados Unidos como un lienzo en blanco, con expectativas más bien bajas tanto de su propio partido como de los votantes en general. Su nuevo equipo está trabajando para presentarla como una centrista, capaz de atraer ... el voto de aquellos desencantados tanto con Joe Biden como con Donald Trump, especialmente en los estados más disputados, con Pensilvania a la cabeza. El candidato republicano, sin embargo, ha decidido que su campaña se va a centrar en presentar a Harris como una izquierdista radical que llevará al país a una catástrofe económica y un caos migratorio.
En la selección de su candidato a la vicepresidencia, Harris ha optado claramente por moverse hacia el centro. Como la primera mujer de raza negra y ascendencia india y caribeña en postularse a unas elecciones, sus opciones se han reducido a tres varones blancos de mediana edad: el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro; el gobernador de Minnesota, Tim Walz; y el senador por Arizona, Mark Kelly.
El anuncio se realizará antes de un mitin programado para este mismo martes 6 de agosto en Filadelfia, la capital de Pensilvania, y será el paso previo a una gira que llevará a los dos candidatos demócratas a los estados clave que esperan ganar para asegurar la victoria: Wisconsin, Michigan, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada, donde concluirá la gira el 10 de agosto. Nueve días después tendrá lugar el congreso del Partido Demócrata en Chicago.
En la nueva campaña de imagen de Kamala Harris, ideada por un equipo de veteranos demócratas que vienen de los años de Barack Obama, se deja en un discreto segundo plano su paso por el Senado y su posterior mandato como vicepresidenta y se pone de relieve su experiencia como fiscal en California.
En un mitin en Wisconsin, el primero que dio como candidata a la presidencia, la propia Harris destacó esa experiencia: «Me he enfrentado a todo tipo de delincuentes: depredadores que abusaron de mujeres, estafadores que engañaron a los consumidores, tramposos que rompieron las reglas en su propio beneficio. Así que créanme cuando digo que conozco bien cómo es Donald Trump».
Harris inició su carrera en la fiscalía en 1990, en el Condado de Alameda en California, centrándose en casos de agresión sexual, delitos graves y abuso infantil. En 1998, se trasladó a la Oficina del Fiscal de Distrito de San Francisco, donde procesaba delitos relacionados con bandas y reincidentes. En 2003, Harris fue elegida Fiscal de Distrito de San Francisco, y en 2010, de toda California. En 2016 ganó el escaño en el Senado, y llegó a Washington en 2017, el mismo año que Trump entró en la Casa Blanca.
Por lo tanto, la candidata tiene casi tres décadas de experiencia en causas judiciales, con un amplia gama de delitos. En EE.UU., las causas judiciales son instruidas por los fiscales. A nivel estatal y local, los casos son instruidos por fiscales estatales y fiscales de distrito, respectivamente. Estos abogados del Estado presentan pruebas, dirigen las investigaciones y representan al gobierno en los diversos procesos judiciales.
En su breve y fallida campaña de primarias de 2021, Harris fue criticada como la candidata de la derecha. Sus adversarios argumentaban que, como fiscal, había logrado encarcelar a aproximadamente 1.500 personas por delitos relacionados con la marihuana, principalmente personas de raza negra. En California, sus críticos la apodaron 'Kamala the Cop', es decir, 'la poli Kamala'.
En la campaña de primarias de 2020, aquello representaba un lastre enorme dentro del Partido Demócrata. Ya se estaba gestando el movimiento para recortar los cuerpos policiales, crecía el hartazgo juvenil con las palizas y, a veces, homicidios de personas de raza negra por delitos menores, y estaba a punto de estallar la ola de protestas instigada por la muerte de George Floyd. Solo cuando Joe Biden necesitó a alguien que centrara su candidatura, y que además fuera mujer y de raza negra, Harris encontró su lugar.
Fiscal progresista
Ahora, Harris ya no se distancia, sino que abraza, ese apodo de 'la poli Kamala'. Es el mismo papel que asumió en las confirmaciones de los jueces que Trump eligió para el Supremo, a los que interrogó como si estuviera en un juzgado, algo que gustó mucho en su partido.
Yendo a los hechos, que no a los argumentos de campaña, en realidad, a tenor de los registros del FBI en San Francisco y California, Harris instruyó 1.956 casos con condena por delitos relacionados con la marihuana. Sin embargo, la mayoría de las personas condenadas no fueron a prisión.
Posteriormente, Harris fue lo que ella misma admitió en una autobiografía «una fiscal progresista». Con Biden en la Casa Blanca apoyó la despenalización de la tenencia de marihuana y programas para reducir la reincidencia en el uso de otras sustancias.
Esa otra Kamala, la del Senado y la Casa Blanca, es la que Trump saca a relucir a cada paso en sus más recientes mítines. «Era la senadora más izquierdista, la más radical, más radical incluso que Bernie Sanders», dijo el expresidente en un discurso en Pensilvania y en otro en Georgia. Sanders ha sido, hasta hoy, el senador más izquierdista del partido.
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