Ex jefe de la inteligencia alemana acusa a Polonia de participar en la destrucción del gasoducto Nord Stream
August Hanning asegura que tanto Volodímir Zelesnky como Andrzej Duda estaban al tanto del ataque y que este no fue posible sin la colaboración de militares polacos y ucranianos
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Desde 1998 hasta 2005, August Hanning fue el presidente del Servicio Federal de Inteligencia alemán BND y, sólo cuando Merkel ocupó la Cancillería, pasó a desempeñarse como Secretario de Estado en el Ministerio de Interior. En varias ocasiones ha demostrado independencia de criterio, como ... cuando en 2002 escribió en una carta al jefe de la CIA, George Tenet, calificando de falsas las declaraciones del denunciante Curveball sobre las armas de destrucción masivas iraquíes. A pesar de que en ese momento su información no fue tenida en cuenta, el tiempo terminaría dándole la razón.
Hoy es miembro del Consejo de Supervisión de la Bundesdruckerei y dirige la empresa Hanning Consult, además de ocupar el cargo de jefe de Rusia en la consultora británica G3 y un puesto en los consejos de administración de la empresa de seguridad System 360 AG y del Foro Germano-Azerbaiyano.
Desde esta posición y sin nada que perder en su jubilación más que asegurada, arroja ahora luz sobre el sabotaje que destruyó la infraestructura gasista Nord Stream, que tuvo lugar en septiembre de 2022 y pendiente de demandas por más de 10.000 millones de euros. El fiscal alemán ha identificado como sospechoso a Wolodymyr Z., un porfesor de buceo ucraniano que ha estado viviendo temporalmente en Polonia y que se las ha arreglado para desaparecer sin dejar rastro antes de ser detenido. También han sido identificados otros dos hombres y una mujer que formaron parte del pasaje del yate alquilado Andrómeda, desde el que se colocaron los explosivos, pero los investigadores alemanes, al igual que los daneses y los suecos, no han logrado precisar quién dio la orden de destruir Nord Stream, una incógnita que August Hanning asegura poder despejar. El ex jefe de la inteligencia alemana afirma en una entrevista publicada por 'Die Welt' que el presidente polaco, Andrzej Duda, estaba al tanto del ataque.
El 26 de septiembre de 2022, tres de los cuatro ramales del oleoducto Nord Stream 1 y 2, que van de Rusia a Alemania a través del fondo del Mar Báltico, fueron destruidos. Rusia acusó a Estados Unidos, Gran Bretaña y Ucrania del ataque. El Gobierno ucraniano se distanció firmemente de este acontecimiento, pero según la información de la que dispone Hanning, la destrucción del gasoducto fue el resultado de un acuerdo entre los presidentes de Polonia y Ucrania.
Además, el exjefe de los servicios secretos alemanes afirma que Alemania debería exigir una compensación a ambos países por los daños materiales causados. «Las explosiones en los oleoductos no podrían haber ocurrido sin el apoyo estatal masivo de los militares de Polonia y Ucrania», dice, echando más leña al fuego de las sospechas de que en el sabotaje participaron agentes de Servicios de Inteligencia de terceros países. También es «obvio», según el exjefe de Inteligencia, que «Polonia no ha mostrado ningún interés en la investigación».
Hanning señala el hecho de que esta es la única manera de explicar que el fiscal general federal alemán, Jens Rommel, enviase a las autoridades polacas a mediados de junio una orden de detención europea contra el presunto especialista en buceo ucraniano Volodimir Z. y que el sospechoso, que vivía en Varsovia, no fuese detenido, sino que pudo huir a su patria ucraniana sin ser molestado por la justicia polaca a principios de julio.
El fiscal de distrito responsable de Polonia en Varsovia, Piotr Skiba, bloqueó la petición alemana y ha alegado después que su personal olvidó poner a Z. en la lista de buscados del sistema Schengen, lo que le habría impedido salir de la UE hacia Ucrania. Los investigadores de la Fiscalía Federal confirman que los polacos tuvieron al menos 14 días para arrestar a Z., pero inexplicablemente lo dejaron escapar.
Hanning, por su parte, sugiere una trama mucho más amplia y profunda que la que se empeña en defender en Estados Unidos el diario 'Wall Street Journal' y duda que el instructor de buceo Z. con dos o más cómplices fuera realmente capaz de causar las tres explosiones del Nord Stream cerca de la isla danesa de Bornholm. No en vano, el velero Andrómeda tenía sólo 15 metros de eslora y cuesta creer que pudiese transportar en solitario la cantidad necesaria de explosivos, hasta 900 kilos, y los pesados equipos de buceo (decenas de cilindros con gas especial), navegando tan discretamente con toda esa carga a través del Mar Báltico para colocarse en el lugar correcto y permitir que los buzos descendiesen hasta una profundidad de casi 90 metros.
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