La guerra de las islas artificiales enfrenta a China y Vietnam
Para hacer frente al expansionismo naval de Pekín en el mar del sur de China, Hanói ha ampliado y fortificado desde noviembre tantos arrecifes del archipiélago Spratly como en los dos años anteriores
Taiwán aprende a defenderse de una invasión china
![Visión satelital de Barque Canadá, un nuevo arrecife de 166 hectáreas](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/08/18/Barque-Rl8qxky6cUXw8bChLXbXPPL-1200x840@diario_abc.jpg)
Con tres millones de kilómetros cuadrados, abundantes reservas de petróleo, gas y pesca y un tercio de las rutas del comercio mundial por barco, el mar del sur de China es un intrincado tablero de ajedrez donde se juega el futuro no solo de ... Asia, sino de buena parte del planeta.
Esgrimiendo una línea de nueve puntos en forma de U, inscrita en un mapa de 1947 basado en la supuesta cartografía de la dinastía Qing, Pekín reclama el 90 por ciento de este mar de suma importancia geoestratégica. Por él, pasan cada año mercancías por valor de cinco billones de dólares y el 80 por ciento de las importaciones chinas de petróleo. Para controlar la mayor parte de esta zona, las demandas de Pekín se extienden 2.000 kilómetros al sur de su isla tropical de Hainan y se cuelan en las zonas económicas exclusivas (ZEE) de Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia, Brunéi y Taiwán, archipiélago cuya soberanía también reclama como parte de su territorio. Aunque dichas zonas, de 200 millas náuticas, están reconocidas por la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (Unclos), Pekín insiste en sus «derechos históricos» sobre las aguas de la China Meridional y, desde 2013, viene ocupando militarmente una serie de islas y arrecifes que se disputa con los otros países ribereños.
Además de Taiwán, que intenta mantener su independencia 'de facto', los que más le hacen frente son Filipinas y Vietnam. Mientras con el primero tiene frecuentes escaramuzas en el Atolón de Scarborough, que el año pasado costaron la vida a tres marineros filipinos, con el segundo libra una auténtica guerra levantando islas artificiales en el archipiélago de las Spratly.
Para frenar la expansión china, que dura ya una década, Vietnam ha construido desde noviembre 280 nuevas hectáreas de terreno artificial en islas y arrecifes, casi las 300 que erigió durante los dos años anteriores. Con imágenes por satélite tomadas por Maxar, así lo ha detectado la Iniciativa de Transparencia Marítima de Asia (AMTI, en sus siglas en inglés), que pertenece al 'think tank' estadounidense Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales de Asia (CSIS).
«En total, el terreno rellenado o dragado de Vietnam en zonas disputadas del mar del sur de China llega a aproximadamente 955 hectáreas, casi la mitad de las 1.882 que tiene China. Pero supone un cambio considerable con respecto a hace tres años, cuando la suma total vietnamita era de solo 133 hectáreas, menos de una décima parte del total de China», analiza el informe de AMTI, que compara las principales construcciones.
Mientras China sigue disponiendo de los mayores puestos de avanzada en los arrecifes de Mischief (608 hectáreas), Subi (436 hectáreas) y Fiery Cross (276 hectáreas), los cuatro siguientes pertenecen a Vietnam: Barque Canadá (166 hectáreas), isla Namyit (78 hectáreas), Arrecife Pearson (68 hectáreas) y Gran Arrecife Discovery (59 hectáreas).
![Isla Namyit, con 78 hectáreas](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/08/18/Namyit_Island_20240817141446-U10310184038aQx-760x427@diario_abc.jpg)
A tenor de las fotos tomadas por satélite, la mayor avanzadilla de Vietnam es Barque Canadá, que en siete meses ha pasado de 96 a 166 hectáreas. Gracias al rellenado de este arrecife, ahora mide más de cuatro kilómetros de largo y puede albergar una pista de aterrizaje de tres kilómetros, como las que China tiene en Fiery Cross, Subi y Mischief. De esta forma, Vietnam ganaría capacidad operativa en la zona porque ahora solo dispone de una pista de 1,3 kilómetros en la isla Spratly. Aunque es suficiente para sus aviones militares, una pista mayor la permitiría desplazar aparatos de transporte, vigilancia y bombarderos más cerca de las posiciones chinas y frenar así sus incursiones.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2024/08/mar-sur-china/mar-sur-china-size-S.png?v=1723895158814)
Las disputas en el Mar Sur de China
Línea del área reclamada por China
Islas disputadas
Zona económica exclusiva marcada por
la convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar
Taiwán
CHINA
Mar Sur
de China
LAOS
Islas Paracelso
TAILANDIA
Atolón
Scarborough
CAMBOYA
Mar de China Meridional
VIETNAM
FILIPINAS
Islas
Spratly
Mar de
Célebes
MALASIA
MALASIA
INDONESIA
200 km
ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2024/08/mar-sur-china/mar-sur-china-size-M.png?v=1723895162925)
Las disputas en el Mar Sur de China
Línea del área reclamada por China
Islas disputadas
Zona económica exclusiva marcada por la convención
de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
Taiwán
CHINA
Mar Sur
de China
LAOS
Islas Paracelso
TAILANDIA
Atolón
Scarborough
CAMBOYA
Mar de China Meridional
VIETNAM
FILIPINAS
Islas
Spratly
Mar de
Célebes
MALASIA
MALASIA
INDONESIA
200 km
ABC
Con barcos de dragado y succión de corte como los que antes tanto le criticaba a China, Vietnam ha construido pequeños puertos para su armada y está cavando trincheras y levantando fortificaciones defensivas en la isla de Namyit y en los arrecifes de Barque Canadá, Pearson y Central.
«Recurriremos a todos los medios posibles para poder defendernos y salvaguardar nuestros intereses en el mar del Este», explica usando la denominación vietnamita un responsable de Exteriores de Hanói, Le Dinh Tinh, en una inusual entrevista a 'The Washington Post'. Aunque China y Vietnam, hermanos comunistas, no suelen publicitar sus diferencias, parece que en Hanói se han encendido las alarmas por la agresividad cada vez mayor que Pekín muestra en sus disputas con la vecina Filipinas. Sus frecuentes enfrentamientos en el Atolón de Scarborough, donde China trata de cortar el avituallamiento al barco varado Sierra Madre, han convencido a Vietnam de que debe ampliar y reforzar su presencia en las islas Spratly.
«Esto puede permitir a Vietnam operar más barcos guardacostas o de la milicia marina en zonas disputadas por periodos más largos, sin tener que hacer largas travesías a la costa», comenta para Voice of America (VOA) Harrison Prétat, subdirector de AMTI.
Otro factor decisivo para Vietnam ha sido el caso omiso que China ha hecho del fallo del Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya. A petición de Filipinas, sus jueces dictaminaron en 2016 que «no hay base legal para que Pekín reclame derechos históricos sobre los recursos dentro del mar del sur de China». Rechazando su resolución, China ha seguido ampliando artificialmente los arrecifes de las Spratly, llamadas Nansha en mandarín, e instalando baterías antiaéreas, sistemas defensivos contra misiles y torres de radar como las que ya tiene en las islas de Woody y Paracelso (Xisha), que se ubican más al norte y en teoría pueden derribar cualquier avión que vuele en un radio de 200 kilómetros.
En esta zona tan sensible como plagada de intereses geoestratégicos, Vietnam guarda un difícil equilibrio ante el expansionismo chino. Por una parte, ha recurrido a Estados Unidos, el enemigo contra el que libró su guerra más cruenta, para abastecerse de barcos y aviones aprovechando que se ha convertido en uno de sus principios sociales comerciales como potencia manufacturera en textil, calzado y electrónica. Por la otra parte, sigue cultivando la hermandad comunista con China, cuyo presidente, Xi Jinping, visitó Hanói en diciembre para firmar decenas de acuerdos comerciales. Todo ello pese a su breve guerra fronteriza de 1979 por la ocupación vietnamita de Camboya para derrocar a los Jemeres Rojos y, más recientemente, sus disputas territoriales.
Aunque Mao Zedong eliminó dos puntos de los once que antes tenía la línea de reclamaciones china para ceder el golfo de Tonkín a Vietnam, en los últimos años ha estallado la tensión entre ambos países. El episodio más grave ocurrió en 2014, cuando Pekín envió una plataforma petrolífera a solo 120 millas náuticas de la costa de Vietnam y, en consecuencia, dentro de su zona económica exclusiva. La escaramuza desató cañonazos de agua en el mar y, en tierra, violentos disturbios que acabaron con la quema de fábricas chinas en Vietnam.
Para evitar incidentes similares, ambos países no informan de sus rifirrafes marítimos, pero AMTI ha detectado incursiones de barcos chinos en la zona económica exclusiva de Vietnam. «No podemos descartar la posibilidad de un conflicto, ya sea accidental o premeditado», alerta a 'The Washington Post' Le Dinh Tinh, del Ministerio de Exteriores vietnamita.
El interés de ambos está muy claro porque, según calcula la Administración de Información de la Energía de EE.UU., el mar del sur de China podría albergar yacimientos por valor de 11.000 millones de barriles de petróleo y 58 billones de metros cúbicos de gas, así como el 10 por ciento de la pesca global. Otras estimaciones elevan dichas cifras al doble.
Con todos estos recursos en juego en una zona estratégica, Vietnam sigue con su sigilosa guerra de islas artificiales para frenar el expansionismo de China.
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