Por qué Giorgia Meloni acabará apoyando a Ursula von der Leyen
La primera ministra italiana negocia in extremis que Italia tenga un comisario con peso en la Comisión, para evitar el aislamiento
Meloni reclama su sitio en el reparto de sillones en la UE
Giorgia Meloni negocia in extremis con Ursula von der Leyen un puesto relevante en la Comisión Europea para evitar el aislamiento de Italia en Europa. Esta fue precisamente la indicación que la primera ministra recibió del jefe del Estado. «No se puede ... prescindir de Italia», le dijo el presidente de la República, Sergio Matarella, en el almuerzo que mantuvo con la jefa del Gobierno y algunos ministros en el Palacio del Quirinal en la víspera del Consejo Europeo. En realidad, las palabras de Mattarella, político amado en Italia y respetado en Europa, eran un mensaje diplomático a Berlín y París, además de Bruselas, para que se encuentre un buen compromiso sobre la nueva gobernanza de la UE que se decide entre hoy y mañana en la capital belga.
Tras el durísimo discurso de Meloni ayer en el Parlamento, cuestionando la forma y el fondo en la elección de los principales puestos europeos, no se conoce aún cuál será el voto de la primera ministra italiana en la Comisión. Pero negociará hasta última hora y dejará siempre una puerta abierta, porque Giorgia Meloni y Ursula von de Leyen necesitan apoyarse mutuamente.
Ambas tendrán presente en su negociación la frase latina 'do ut des'. La mayoría formada por populares, socialistas y liberales para apoyar la reelección de Von der Leyen es compacta, pero débil, por lo que podría necesitar los votos de Giorgia Meloni. Esas tres fuerzas políticas suman alrededor de 400 votos, por tanto, por encima de los 361 de la mayoría absoluta en el Parlamento Europeo. El problema está en que la votación es secreta y abundan los francotiradores, alrededor de un 10%.
La estimación aproximada que hacen los medios italianos hoy es que serán al menos cincuenta los francotiradores, los eurodiputados de la mayoría que no observarán la disciplina del voto. Esta es la carta que juega la primera ministra italiana. Aunque el Consejo Europeo designe a Von der Leyen entre hoy y mañana como nueva presidenta de la Comisión, no es seguro que apruebe el examen en el Parlamento de Estrasburgo, en la sesión plenaria que se celebrará el 18 de julio. Entonces pueden ser decisivos los 24 votos de los eurodiputados de Hermanos de Italia y otros del grupo que preside Meloni: los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), la tercera fuerza política en el Parlamento Europeo. En este contexto, los medios italianos consideran que no debería ser marginada la primera ministra de la tercera economía de la UE y la líder tercer grupo del Parlamento.
En sus casi dos años de mandato, Giorgia Meloniha evitado la confrontación con Bruselas, siendo flexible en sus negociaciones. Y ahora también lo intentará todo para que no se produzca un choque frontal con la futura Comisión Europea, lo que sería muy perjudicial para Italia. Esto es lo que ha repetido en las últimas horas el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, líder de Forza Italia, quien es además vicepresidente del Partido Popular Europeo (PPE).
Tajani ha excluido que Von der Leyen pueda aceptar el voto de los Verdes en lugar de los Conservadores de Meloni para asegurarse la reelección en el Parlamento. Apoya también la necesidad de llegar a un acuerdo con Meloni el presidente del PPE, Manfred Weber: «Italia es el tercer país más grande de la UE, miembro del G-7, una de las mayores economías europeas. Por eso es necesario encontrar una manera de incluir la posición italiana en el proceso de toma de decisiones europeo».
En una entrevista al 'Corriere della Sera', Manfred Weber califica a Meloni como una «política razonable y constructiva»: «No trabajaremos con partidos que no estén a favor de Europa, Ucrania y el Estado de derecho: no al ID (Identidad y Democracia) y a Le Pen en Francia. Pero si los partidos respetan estos principios, desde un punto de vista democrático son socios razonables y si encontramos soluciones sobre el contenido, trabajaremos juntos».
A cambio de su apoyo a Von der Leyen, el Gobierno italiano quiere obtener un comisario de peso en el área económica. Meloni apunta a una vicepresidencia ejecutiva y el candidato sería Raffaele Fitto, actual ministro para Asuntos Europeos, las políticas de cohesión y el PNRR. Precisamente, Meloni desea que esas sean las competencias que tenga Fitto en la Comisión, es decir, los fondos de cohesión, que representan un tercio del presupuesto de la UE, un capítulo de gran importancia para las inversiones y el plan de recuperación en el sur de Italia.
Con un comisario de peso, Giorgia Meloni espera tener márgenes de flexibilidad en las negociaciones con Bruselas, teniendo en cuenta que debe afrontar un plan de reducción del déficit de siete años. Con una deuda pública que equivale al 137,3% del PIB, según Eurostat, el Gobierno italiano necesita acogerse al paraguas de la Unión Europea.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete