Geert Wilders, el Donald Trump holandés
A sus 60 años, y al frente del Partido por la Libertad (PVV), ha basado su ascenso político en los Países Bajos en la agitación contra los musulmanes y en su antipatía por la Unión Europea
El ultraderechista Wilder, el más votado en Holanda

Su victoria en las elecciones holandesas ha dejado sin respiración a Bruselas. Y hay motivos para ello. La posibilidad de que Geert Wilders deje el banquillo de la oposición, después de 25 años, abre caminos tan insospechados como el 'Nexit'. Este hombre de 60 años ... ha basado su ascenso político en la agitación contra los musulmanes y en su antipatía por la Unión Europea. Y aunque en la campaña electoral se ha mostrado más moderado, con la esperanza de captar al centro-derecha para alguna coalición de Gobierno, no niega que «lo que pensamos del Islam está en nuestro ADN».
Geert Wilders acudió anoche a su fiesta electoral con traje azul oscuro y corbata roja. Con su cabello rubio hidrógeno peinado hacia atrás y su piel bronceada, el 'look' Donald Trump, con quien se asemeja también en el contenido político. «Los holandeses tienen que volver a ser el número uno», proclamó con al copa de champán en la mano, en un claro paralelismo con el eslogan de Trump: «Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande».
Y no es una coincidencia. Wilders consiguió ayer una victoria electoral en los metros finales y circunstancias en otros partidos políticos pueden estar allanándole el terreno. Mark Rutte, primer ministro durante 13 años, no volvió a presentarse como candidato. Rutte, del VDD, siempre había descartado una coalición con el populista de derecha Partido por la Libertad (PVV) de Wilder. Pero su sucesor, Dilan Yesilgöz, no ha querido descartar ninguna coalición e incluso ha adoptado los temas de Wilders, especialista en el oportunismo político.
A pesar de que su programa es hostil con los extranjeros, él mismo tiene antecedentes migratorios en su familia: es hijo de madre india holandesa y padre holandés. Wilders trabajó en el gris sector de los seguros y fue miembro del conservador VDD. Se llevó bien incluso con el joven Rutte hasta que se produjo la ruptura entre ellos y Wilders fundó su propio partido.
Parlamentario desde 1998
Su propio partido en el más amplio sentido de la expresión: Wilders es el único miembro del PVV, lo que significa que el populista de derecha puede elegir su propia orientación política y sus listas para las elecciones, así como modificarlo todo ello a su antojo. Es miembro del Parlamento holandés desde 1998. En 2010, apoyó la coalición de Rutte sin ser miembro del Gobierno, hasta que ese Gobierno colapsó, después de 18 meses, porque los partidos miembros se pelearon por las medidas de austeridad.

Wilders ha causado gran revuelo en repetidas ocasiones y ha llegado a ser acusado de sedición, aunque después absuelto. La noche de las elecciones de 2014, gritó a sus seguidores: «¿Quieren más o menos marroquíes en esta ciudad y en los Países Bajos?». La multitud coreaba «¡menos, menos!». Entonces prometió solucionar «esto» y su discurso fue comparado con el histórico de Joseph Goebbels en el Palacio de Deportes («¿Queréis una guerra total?»).
Su relación con los tribunales es relativamente nutrida. En 2020 fue declarado culpable del insultos, aunque el tribunal no le impuso pena. Vive protegido por guardaespaldas día y noche y su domicilio no es público, como suele ser habitual entre los parlamentarios de los Países Bajos. Si Rutte acudía al parlamento en bicicleta, a Wilders lo sigue una cohorte de las fuerzas de seguridad debido a las constantes amenazas contra su persona, Por eso rara vez ha aparecido en la campaña electoral y, como antes Trump, utiliza principalmente la Plataforma X para difundir sus posiciones.
Críticas al Corán
En 2009, el Gobierno británico le negó la entrada al Reino Unido, donde quería proyectar su película de 15 minutos 'Fitna', en la que critica el Corán como un «libro fascista» y vincula versos del libro sagrado con imágenes de ataques terroristas. La película provocó indignación en el mundo musulmán, de ahí las amenazas.
En cuanto a su vida personal, Wilders está casado desde 1992 con una mujer húngara y tienen dos gatos: Snoetje y Pluisje. Ambos tienen su propia cuenta X. Una de las preguntas que planean sobre su perfil es de dónde saca el dinero para su actividad política y cabe señalar que Wilders y su PVV parecen tener buenos contactos con Rusia.
El Kremlin lleva diez años intentando establecer relaciones con su partido y en 2018, tras la anexión ilegal de Crimea, el propio Wilders fue invitado a Moscú. Publicó, de hecho, una foto desde la Duma, el parlamento ruso, junto al comentario «Desde Rusia con amor». Un representante del PVV estuvo invitado en Moscú como «observador electoral» a expensas de Rusia, según ha informado la plataforma de investigación 'Follow the Money'. El PVV ha criticado recientemente en repetidas ocasiones las sanciones contra Rusia y los envíos de armas a Ucrania. El año pasado, el partido de Wilder fue el único que votó en contra de una investigación que mostraría cómo se apoya desde allí a partidos políticos extranjeros.
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