La extrema derecha promete hacer de Austria la «isla de los felices»: fijar en la Constitución dos únicos géneros

El populista y antieuropeo Partido Liberal Austriaco (FPÖ) encabeza las encuestas de intención de voto, con un 27%, en las elecciones generales de septiembre

Propone salvar a la escuela de la digitalización, referéndums automáticos, reducción de refugiados y compensaciones por el coronavirus

Alemania prohíbe la revista de extrema derecha Compact, cercana a AfD y que difunde propaganda prorrusa

Herbert Kickl, líder del Partido Liberal Austriaco (FPÖ), durante la presentación de su programa electoral en Viena reuters

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

Las encuestas sitúan como partido más votado, de cara a las elecciones generales de finales de septiembre, al populista y antieuropeo Partido Liberal Austriaco (FPÖ), con el 27% de las papeletas. Aún así no podrá formar gobierno en solitario y la publicación de su ... programa electoral da pistas suficientes sobre las condiciones que tendrán que aceptar quienes accedan a gobernar con ellos.

Una de sus promesas electorales prioritarias es evitar que la escuela no se convierta en un lugar para «experimentos ideológicos»: los niños deben estar protegidos de las «drag queens», la «sexualización temprana» y la «confusión de género».

En este contexto, el FPÖ también desea impulsar una disposición constitucional que estipule que sólo hay dos géneros: hombre y mujer. Para ello, sería necesaria en el Parlamento austriaco una mayoría de dos tercios. Resulta difícil pensar a fecha de hoy que los socialdemócratas del SPÖ, los Verdes y los Neos lleguen a aceptarlo y la aprobación del Partido Popular Austriaco (ÖVP) también sería incierta.

En lo que respecta al cuidado de los niños, el FPÖ considera necesaria «la misma libertad de elección», por lo que reforzará la atención interna familiar, computando para la pensión de jubilación los tiempos de cuidado hasta que el niño comience la escolarización obligatoria.

También quiere ir en contra de la tendencia de la digitalización en las escuelas, por lo que legislaría el regreso a los libros y escribir a mano. El líder del partido, Herbert Kickl habla aquí de «un alejamiento de esta rendición a desarrollos técnicos siempre nuevos».

Kickl ya está pensando en el final de la próxima legislatura y se encargará de que los austriacos «puedan decir con plena convicción: fueron buenos años». Promete hacer de Austria una «isla de los felices» con sus 114 páginas de programa electoral, que prima la «fortaleza Austria y la fortaleza de la Libertad».

Ha presentado su programa junto con sus compañeros de campaña en la Palmenhaus del Burggarten de Viena y ha precisado que «la libertad es el alma del programa». Ideológicamente, esto se basa en cuatro principios: individualidad, soberanía, homogeneidad y solidaridad. En su programa destaca el proyecto de una democracia más directa a través de referéndums automáticos como nuevo «instrumento de iniciativa popular».

Expulsar a ministros

Si, por ejemplo, el Consejo Nacional no implementa las propuestas de un referéndum, éste debería celebrarse bajo ciertas condiciones y el resultado sería jurídicamente vinculante para la legislatura. También prevé la posibilidad de que el pueblo pueda expulsar a ministros individuales o a todo el gobierno de forma democrática directa. «Teniendo en cuenta el marco jurídico, la propuesta es pura fantasía», valora el experto en Derecho Constitucional Bernd-Christian Funk, que advierte que la intervención en el sistema constitucional sería «tan profunda que una ley constitucional relevante aprobada en el Consejo Nacional tendría que ser sometida a un referéndum».

Otro de los puntos fuertes del programa es la reducción de los refugiados y la lucha contra la inmigración ilegal, basada en conceptos como la «remigración», que según el ÖFP se trata de un eufemismo para los planes de deportación inconstitucionales, y la «migración de pueblos», que es tan necesario evitar como la «importación del islamismo» para mantener la seguridad, el Estado de bienestar y la identidad cultural.

Deportaciones

Sus demandas azules en este ámbito son bien conocidas: las solicitudes de asilo ya no deberían ser posibles en Austria, que está rodeada de estados vecinos seguros. Si a pesar de todo se presentan solicitudes de asilo, éste sólo debería concederse por un período de tiempo limitado de tres años. En lugar de la reunificación familiar en Austria, la reunificación familiar debería tener lugar en el país de origen. Los inmigrantes que cometan delitos en este país o se nieguen a integrarse serán deportados y se establecerán centros de salida con asistencia obligatoria.

El programa no menciona que las expulsiones y deportaciones a sus países de origen sólo son posibles si existen acuerdos de repatriación correspondientes y a menudo no es el caso. Casi todos los demás proyectos que contiene el programa electoral contradicen la Convención Europea de Derechos Humanos o la Convención de Ginebra sobre los Refugiados y, por tanto, serían inconstitucionales.

Entre sus promesas electorales figuran también las compensaciones por todos los daños causados por el coronavirus. El FPÖ tiene previsto crear un fondo de ayuda como el implementado en Baja Austria, donde desde el año pasado es posible solicitar una prestación única en efectivo. Además, promete la amnistía total y el reembolso de las multas impuestas durante la pandemia, así como la garantía de que no habrá «vacunación obligatoria» y el rechazo al tratado pandémico de la OMS.

En el 'Summer Talk' de la radiotelevisión pública ORF, Kickl se ha referido a los «años del régimen de Coronavirus», que deberán abordarse política y jurídicamente. También pretende aclarar los procesos de adquisición de vacunas por parte de la UE.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 20€
110€ 20€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios