Elecciones en 2025 en Ecuador, Bolivia, Chile y Honduras: pasar página o vuelta de los 'ex'

Por su parte, en Chile se cuenta con la derrota del frente de izquierda que llevó al poder a Gabriel Boric, mientras que en Honduras Xiomara Castro no ha descartado vulnerar la ley para repetir candidatura.

Además de presidenciales en estos cuatro países, en 2025 habrá elecciones parlamentarias en Argentina, donde Javier Milei, pase lo que pase, aumentará sus congresistas. Esas elecciones de medio mandato, que tendrán lugar en octubre, permitirán a Milei mejorar el mínimo apoyo directo que tiene en el Senado y la Cámara de Diputados, pues la anterior elección coincidió con la primera vuelta de las presidenciales, en la que el candidato radical había quedado en segundo lugar.

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La primera cita electoral será el 9 de febrero en Ecuador. Las cosas se están torciendo para el presidente Daniel Noboa, que fue elegido para cubrir los dos años que le quedaban al mandato del dimitido Guillermo Lasso. Los continuos apagones de luz que está sufriendo el país han dañado la imagen de presidente resolutivo que había alcanzado Noboa, empresario de centroderecha, con su reacción de «mano dura» frente al incremento de la violencia derivada del narcotráfico.

Intentando retomar esa imagen, Noboa ha procurado centrar el debate electoral en la seguridad, asunto en el que se encuentra más cómodo pues ha conseguido reducir el número de homicidios; sin embargo, episodios como la reciente desaparición de cuatro niños a manos de los militares están lastrando sus posibilidades. La pelea institucional con su vicepresidenta, Verónica Abad, tampoco le ayuda.

Últimas encuestas sugieren un avance de la candidata correísta Luisa González, a quien Noboa ganó en segunda vuelta en 2023. Si González llegara a la presidencia, podría activarse el regreso a Ecuador de Rafael Correa, quien como presidente entre 2007 y 2017 alineó al país con el bolivarianismo de Hugo Chávez. De fracasar, Correa perdería esperanzas de restitución.

Las siguientes presidenciales tendrán lugar en Bolivia, el 17 de agosto. La disputa entre el presidente del país, Luis Arce, y su antiguo mentor, el expresidente Evo Morales, determinarán el resultado. El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) vive un duelo fratricida a muerte y probablemente sufrirá una división del voto. Morales ha quedado inhabilitado para presentarse de nuevo a las elecciones, pues ya fue presidente durante 19 años, contraviniendo con ello su propia Constitución, pero el expresidente sigue forzando la situación para ser candidato y quedarse con las siglas.

Las encuestas ponen a Morales claramente por delante de Arce, y la división entre ambos (o el boicot de sus seguidores de no ser candidato) facilitaría el triunfo del actual alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Vila, empresario de derecha y exmilitar. Una victoria de este y el paso del MAS a la oposición significaría el final de Bolivia como gran baluarte del bolivarianismo (Venezuela ya no lo lidera políticamente, pues es una dictadura).

Las elecciones generales en Chile serán el 16 de noviembre. Tendrán lugar cuando el país ya lleva tiempo corrigiendo el exceso de inclinación hacia la izquierda que llevó al poder a Gabriel Boric, para quien constitucionalmente no cabe reelección consecutiva. Las encuestas sitúan en primer lugar a Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia, en el gran Santiago, y candidata de la Unión Demócrata Independiente, partido de derecha tradicional. Le siguen José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, una derecha más radical, y Michelle Bachelet, quien pretende encabezar una coalición de izquierda moderada y volver a La Moneda por tercera vez.

El resultado final dependerá mucho de quiénes pasarán a la segunda vuelta: una elección entre Matthei y Kast podría beneficiar a la primera, pero si la opción es entre Bachelet y uno de los otros dos, el voto útil anticonservador podría favorecer a la expresidenta. En cualquier caso, la candidatura de Bachelet evidencia falta de renovación en el liderazgo de ese sector electoral.

En el caso de Honduras, las elecciones generales serán el 30 de noviembre. La actual presidenta de izquierda, Xiomara Castro, no ha descartado categóricamente intentar repetir candidatura, a pesar de que la Constitución lo prohíbe y de que ella misma criticó que su antecesor, Juan Orlando Hernández, forzara su reelección. Otra posibilidad es que quien intente la reelección sea su marido, Manuel Zelaya, quien podría reivindicar ese derecho al no haber podido completar el mandato para el que fue elegido en 2005. Por lo pronto, el partido de ambos, Libre, ha iniciado el tanteo de nuevos candidatos. Por el Partido Liberal se está postulando Salvador Nasralla, vicepresidente del país pero apartado de sus funciones por su diferencias con Castro.

Las investigaciones por narcotráfico en el entorno familiar de la presidenta y su marido pueden condicionar una decisión sobre la candidatura presidencial, la cual, de triunfar, garantizaría otros cuatro años de inmunidad. La marcha del poder de Castro y de Zelaya, quien como presidente fue aliado de Chávez, dejaría al bolivarianismo sin gobierno simpatizante en Centroamérica (tampoco aquí cuenta Nicaragua, otra dictadura).