«Aquí no hay equidistancias posibles: Hamás es una organización terrorista»

Más de mil personas se concentraron esta semana ante la embajada de Israel en España, en la calle Velázquez de Madrid, en «solidaridad con las víctimas del terrorismo de Hamás» y en respaldo al pueblo israelí. Judíos de nacionalidad española o residentes en nuestro país estuvieron acompañados por ciudadanos, políticos y personalidades públicas que se unieron a la condena de los ataques y criticaron la posición ambigua de algunos miembros del Gobierno.

«Soy judío y lo que me ha traído hasta aquí son las amistades que que forjé este verano cuando visité Israel» cuenta Lucas, un adolescente hispano-argentino que viajó hasta el país en un programa de la organización Taglit-Birthright que financia estancias gratuitas para los jóvenes judíos extranjeros. «Descubrí un país increíble y ver ahora cómo lo están tratando, lo que está pasando, me parece horroroso», añade. Considera que su respuesta en la calle es necesaria, porque quedar callado sería «una falta de respeto a los que lucharon en el pasado, a los que luchan ahora y a nuestros descendientes».

Apenas tiene palabras sobre lo que le cuentas son conocidos desde Israel: «Terror, miedo, no hay mucho más que decir, están aterrorizados». Por contra, considera «escasa» la respuesta que se está dando desde España al ataque del grupo terrorista Hamás. «Los políticos deberían dar más bombo a esta situación, porque no es un atentado terrorista cualquiera, es una guerra», explica. «Luego, de cualquier problema pequeño hacen una historia, un mundo y ahora, ante esto, callan. Me parece una vergüenza», concluye.

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«Estoy aquí para apoyar de manera absoluta, rotunda y categórica a Israel tras los atroces atentados terroristas, las masacres cometidas este último fin de semana. Aquí no hay equidistancias posibles», explica la diputada por Barcelona del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. «Vengo también a llamar a las cosas por su nombre: Hamás es una organización terrorista», añade.

En ese sentido, la diputada considera «absolutamente insólito» que «una parte de la izquierda española se empeñe en convertirse en la vergüenza de Occidente, que sean incapaces de condenar las violaciones de mujeres cuando esas mujeres son judías. Es un cóctel realmente lamentable de hipocresía, de antisemitismo y de inmoralidad». Frente a ello, Ávarez de Toledo exige «claridad moral». «O se está con la democracia y la libertad o se está en su contra. Nosotros tenemos claro con quién y de qué lado estar, con Israel y sus víctimas», explica.

Sobre esa posición antisemita de la izquierda española, lejana a de de políticos de similar orientación en otros países europeos, Álvarez de Toledo explica que «tenemos una izquierda carpetovetónica en España y un sector de esa izquierda, troglodita». «En este momento hay un gran conflicto en el mundo entre el orden liberal y el orden iliberal». Así, en el primero sitúa a «las grandes democracias del mundo y hay fuerzas liberales, conservadoras, socialdemócratas», frente a las que se encuentran «fuerzas de extrema izquierda como Maduro en Venezuela, o Cuba, que están buscando la destrucción del orden constitucional, los órdenes democráticos y del orden liberal».

«Y lo que pasa es que en España tenemos un sector de la izquierda que trabaja desde dentro de los sistemas democráticos para reventarlos desde su interior. Son lo que yo llamo los 'burros de Troya de la democracia'», añade. «Son los mismos que justifican a Bildu como partido político y se sienten incapaces de decir que Hamás es una organización terrorista. Siempre encuentran motivos y justificaciones para la violencia». «Esa izquierda es incapaz de decirlo», concluye.

Eva Leitman-Bohrer es un ejemplo vivo de la persecución antisemita. «Soy superviviente de la Shoah, he nacido en Budapest, me ha salvado mi padre, que murió en las marchas de la muerte. Mi madre y yo fuimos salvadas por Ángel Sanz-Briz», nos cuenta sobre su origen judío en la Hungría invadida por los nazis en los años cuarenta del siglo pasado. En efecto, Eva es uno de los más de cinco mil judíos que el embajador español en Budapest, Sanz Briz, consiguió salvar del Holocausto durante la II Guerra Mundial.

Pero en este momento, Eva rehusa cualquier protagonismo personal. «Estoy orgullosa de ello, pero hoy no es el tema, hoy lo importante es luchar contra el terrorismo que invade Israel sin vergüenza, sin piedad y matando y asesinando niños, mujeres, mayores y civiles. Eso no se puede hacer ni tolerar», sentencia con rotundidad.

A sus 78 años, Eva se expresa con tono dulce, pero una absoluta claridad: «No es una guerra contra palestinos, sino una guerra contra un grupo terrorista». También le molesta que llame milicianos a integrantes de Hamás. «Un miliciano pertenece a un país, ellos no pertenecen a ninguno, son terroristas declarados oficialmente por la Unión Europea. O sea que nada de milicianos, son asesinos terroristas sin piedad», afirma.

«Estoy aquí por razones, primero porque soy víctima del terrorismo y segundo porque estoy indignado con lo que ha ocurrido en Israel», afirma Mikel Buesa, economista y analista político que presidió el Foro Ermua y hermano de Fernando Buesa, dirigente del PSE asesinado por ETA. «El problema aquí es el discurso que busca esa equivalencia, hay gente que cree que el terrorismo puede estar justificado», nos explica. «Y yo niego eso. En el caso de Hamás, en el caso de ETA, que es el que me afectó a mí, y en el caso de todas las organizaciones terroristas. El terrorismo no tiene justificación. Es un crimen contra la humanidad», añade.

«Quien quiera hacer política, que la haga por procedimientos pacíficos, pero no matando gente, que es lo que ha ocurrido en Israel», añade Mikel Buesa, quien también reivindica una posición activa frente al conflicto. «Estoy haciendo lo poco que puedo, ayer dediqué la tarde a recopilar toda la información que tenía sobre la financiación por parte de administraciones españolas a organizaciones no gubernamentales de Palestina, vinculadas con organizaciones terroristas. Y la colgué en Twitter», pone como ejemplo.

Preguntado sobre la posición del Ejecutivo frente al conflicto, Buesa no tiene dudas en calificar al presidente Sánchez como «un cobarde, incapaz de enfrentarse a aquellos que tiene en el Gobierno que están justificado el terrorismo». «Pero claro, como se tiene que presentar a la investidura, a lo mejor ponen en riesgo sus votos», añade. «Ante estos hechos no hay voto que justifique esa postura meliflua, de condeno pero no condeno», comenta, para añadir que no debe mantener en el Gobierno « a esos individuos de Sumar o de Podemos, que lo que están es contribuyendo positivamente a la existencia del terrorismo, en este caso del terrorismo de Hamás en Israel».

Buesa también condena la deriva del PSOE, que «ha renunciado a los principios que inspiraron el socialismo durante muchos años, que son los principios de la Revolución Francesa. Unidad e integridad de la República, libertad, fraternidad e igualdad. Eso ha desaparecido del ideario socialista».

Samuel lleva una estrella de David colgada en el pecho una bandera de Israel le cubre la espalda, la chaquetilla militar y una gorra de artillería del ejercito israelí. «Tengo doble nacionalidad, soy español, pero también serví en Israel», nos cuenta en referencia a su servicio militar. «Es una barbaridad lo que estamos viendo, que nos hiela la sangre, por eso estoy aquí, no podemos estar parados, esto no puede pasar, ni en Israel, ni en ninguna parte», explica en relación a las noticias de violaciones, asesinatos de civiles y bebés que se han ido conociendo conforme el ejército recuperaba las zonas atacadas por Hamás.

«Siento mucha impotencia», señala Samuel, recurriendo a la palabra clave. «Me han llamado de la reserva pero, como no hay vuelos, no podemos viajar todavía. Trato de ayudar desde aquí todo lo que puedo», explica a ABC. «Mi mejor amigo está en el frente y hoy me he enterado de que está en la zona de entrada a Gaza», añade. También reconoce que «apenas tenemos información, todo ha ocurrido muy de repente».

Samuel también considera «un deber» acudir a esta llamada a los reservistas. «Durante mi servicio militar juré con el Tanaj en mi corazón y con un arma, prometiendo que iba a cuidar al pueblo y al estado de Israel y lo quiero hacer de verdad», añade mientras se lleva la mano al pecho. El joven hace referencia al juramento de los militares israelíes, en que eligen el libro sagrado que les acompaña, el Tanaj, en el caso de los judíos, pero también la Biblia o el Corán si son cristianos o musulmanes. «Qué Dios nos proteja a todos, y esto es indiferente de si son judíos, musulmanes o cristianos, lo dijo el presidente Benjamin Netanyahu, somos un solo país, porque al igual que mueren judíos y secuestran judíos, han muerto árabes. Ayer mataron a un comandante del ejército que era druso, de origen árabe, de 40 años», ejemplifica.

La emoción apenas deja hablar a Manuel. «Mi mujer es argentina y judía pero no puede estar aquí y estoy yo representando a un pueblo al que quiero como si fuera mi país, España», nos narra. Con palabras entrecortadas critica la «indecencia» de Hamás que «ha asesinado a gente normal que estaba en su trabajo, sus estudios, a criaturas…». Sobre la posición del Gobierno critica el respaldo de algunos ministros de Podemos a Hamás. «Dejen tranquilo a Israel, hay que acabar como sea con el terrorismo. Lo siento, no puedo seguir más porque estoy muy emocionado», concluye.