Colapsa el turismo en Cuba pese a la inversión millonaria del régimen

Pero esta inyección de dinero para fortalecer un sector, el del turismo, que nutre las arcas del Estado, no le está funcionando al régimen ya que, tras realizar una inversión superior a los 24.000 millones de dólares en los últimos 15 años, el sector turístico cubano ha mostrado una caída récord en ingresos y en visitantes. La llegada de turistas a la isla entre enero y octubre de este año disminuyó un 48,23% en comparación con el mismo período de 2019, etapa previa a la pandemia. Estas cifras, que pertenecen a un informe realizado por el 'think thank' Cuba Siglo 21, reflejan el agravamiento de la crisis económica en Cuba, pues el sector turístico ha representado una de las principales fuentes de entrada de divisas al país.

«Solo 1.718.636 visitantes llegaron al país durante estos meses, muy lejos de los 3,5 millones proyectados por el Gobierno para este año», explica Emilio Morales, vicepresidente de Cuba Siglo 21. «Además, la ocupación hotelera se encuentra en un preocupante 25%, y los ingresos del sector han descendido un 61,82% en los últimos cinco años, pasando de 3.185 millones de dólares en 2019 a apenas 1.216 millones en 2023», señala.

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Entre las causas del colapso, el analista se refiere al excesivo monopolio de la familia Castro y su élite, ejercido a través del emporio Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), que controla alrededor del 80% de la economía y el 95% de las finanzas del país. GAESA ha priorizado inversiones turísticas en detrimento de sectores estratégicos como la energía, el transporte y agricultura, u otros de mayor urgencia para la población, como la salud.

Así, entre enero y junio de 2024, las actividades inmobiliarias, hoteles y restaurantes recibieron el 37,8% del total de inversiones (43.120 millones de pesos, alrededor de 345.000 euros según la tasa de cambio oficial), frente al 10,6% que recibieron sectores como la electricidad, el gas y el agua; el 1,8% la salud y la asistencia social; o el 1% a la educación. Según el informe, el Gobierno de Díaz-Canel invirtió 14 veces más en el sector turístico que en salud y asistencia social durante el año 2024.

Una tendencia que va en aumento pues a finales del pasado mes de julio se anunció la inauguración de unos cinco hoteles de lujo para el invierno, coincidiendo con la temporada de alza del turismo. Uno de los establecimientos que está a punto de abrir sus puertas en La Habana –desde la próxima semana admite reservas según su página web– es el polémico Hotel K23, levantado con capital 100% cubano, en cuya construcción y equipamiento han participado empresas alemanas y francesas, y que será gestionado por la cadena española Iberostar. El establecimiento, bautizado por los cubanos como el 'mirador de la miseria' –con 42 pisos es el más alto de Cuba– cuenta con casi 600 habitaciones. La construcción también es conocida como 'la Torre López-Calleja', en alusión al 'zar de GAESA' y uno de los hombres más poderosos de Cuba, el fallecido exyerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

Otro de los causantes del colapso del turismo en la isla, según Morales, ha sido la crisis multisistémica que se ha evidenciado en apagones constantes y al menos dos colapsos energéticos, así como en una creciente criminalidad, proliferación de epidemias, inflación y carencias de insumos básicos. Además, en los últimos tres años se ha producido el mayor éxodo en la historia de la isla, con más de un millón de cubanos que han dejado el país, lo que ha propiciado la descapitalización del personal.

A esto hay que sumar, el pésimo servicio que ofrecen algunas de las instalaciones que se ha quedado rezagadas respecto a otros mercados turísticos de la región; y que los turistas también están sufriendo las consecuencias de una prolongada crisis que mantiene al país agonizante.

En junio de este año un turista canadiense que pasó dos semanas en el complejo hotelero Barceló Solymar-Occidental Arenas Blancas, en Varadero, calificó su estancia como «la peor experiencia de su vida». El deterioro de las instalaciones, la pésima calidad de la comida y las deficiencias en el servicio eran algunas de sus quejas.

Otros turistas han denunciado igualmente la falta de higiene, con cambios de sábanas irregulares y condiciones de limpieza inadecuadas en las habitaciones, limitaciones en el suministro de productos de aseo como jabón y papel higiénico, así como en la calidad del servicio gastronómico.

Aunque los hoteles cuentan con plantas eléctricas, ante los prolongados apagones, algunos se ven obligados a permanecer varias horas sin servicio eléctrico, lo cual también dificulta la estancia de los clientes.

Para revertir esta tendencia a la baja de visitantes extranjeros, el Ministerio de Turismo se ha centrando en mejorar las conexiones con los principales socios, entre ellos Canadá, país que constituye el principal emisor de turistas a Cuba, y que recientemente ha cuestionado la calidad de los servicios hoteleros cubanos. A mediados de noviembre Sunwing Vacations Group (SVG) eliminó 26 hoteles cubanos de su lista de destinos para el turismo canadiense por la falta de condiciones en sus instalaciones. «No sentimos que los hoteles estuvieran a la altura de lo que los huéspedes realmente quisieran experimentar. (…) Lo que vemos en los comentarios de nuestros clientes es que los canadienses quieren algo de transparencia en lo que están recibiendo. No quieren sorpresas», dijo en una entrevista con la publicación PAX, Samantha Taylor, directora de marketing de SVG.

A su vez, las autoridades canadienses han aconsejado a sus ciudadanos evitar viajes no esenciales a la provincia de Guantánamo, Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas y el municipio especial Isla de la Juventud debido a los huracanes que afectaron esas zonas en noviembre. «Tenga un alto grado de precaución en Cuba debido a la escasez de artículos de primera necesidad, incluidos alimentos, medicinas y combustible», recomienda el Gobierno en su sitio oficial.

Los viajeros internacionales se exponen igualmente a robos e inseguridad en las calles, violencia que ha aumentado en la isla debido a la crisis económica.