Chile entra en la etapa final para contar con una nueva constitución
Este miércoles se instala el Consejo Constitucional que deberá entregar la segunda propuesta a comienzos de noviembre
Boric condiciona gran parte de sus programas a una reforma tributaria
El presidente Gabriel Boric hace unos días en Brasilia
Con el juramento este miércoles de los cincuenta y un consejeros electos, Chile inicia la última etapa contemplada en el segundo proceso constitucional acordado por las fuerzas política, después de que en septiembre pasado el 62% de los chilenos rechazara el primer texto presentado.
El nuevo Consejo Constitucional (CC) tendrá cinco meses para redactar un texto cuya base será el anteproyecto que emanó de la Comisión de Expertos. Al respecto, el presidente Gabriel Boric señaló que de ser este el documento que se sometiera a plebiscito el próximo 17 de diciembre, él «sí lo aprobaría».
Este anteproyecto comprende 260 artículos, los cuales fueron aprobados, en su mayoría por unanimidad, en el pleno de dicha comisión. El trabajo de los expertos, sin embargo, se mantendrá porque acompañaran, con su voz, a los consejeros.
A comienzo de semana el Tribunal Calificador de Elecciones proclamó los 51 miembros del CC que asumirán sus funciones este miércoles en la sede del Congreso en Santiago.
Horas antes, en una entrevista televisiva, el presidente señaló que de fracasar nuevamente esta iniciativa «por lo menos creo que, durante nuestro Gobierno, no habrían condiciones para llevar adelante un nuevo (tercer) proceso».
La satisfacción con el anteproyecto en las filas oficialista motivó a que algunos parlamentarios socialistas promovieran una reforma para cortar el trabajo del CC y además, establecer en la papeleta de diciembre una tercera opción al Apruebo o Rechazo: «Apruebo el anteproyecto de los expertos», cuestión que no prosperó.
En las últimas dos semanas, la Comisión de Expertos votó en particular todos los articulados acordados en subcomisiones. Tanto el oficialismo como la oposición reinstalaron algunos temas que ya habían sido descartados con el fin de hacer «guiños» a sus respectivos sectores, donde algunas voces se declaran insatisfechas.
Por lo mismo, será el CC quien deberá resolver materias que no fueron incluidas en el anteproyecto, como el derecho de las personas de elegir en qué sistema de salud se atiende (público o privado) o consagrar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, los cuales abren la puerta para ampliar la práctica del aborto en Chile.
Pese a todas las críticas, el texto elaborado por los expertos introdujo profundas modificaciones al sistema político en Chile para poder asegurar la gobernabilidad. Además de establecer un umbral de votación a los partidos para conseguir parlamentarios y consagrar las órdenes de partido, también se modificó el calendario electoral para hacer coincidir todas las elecciones (municipales, regionales, parlamentarias y presidencial) en el mismo año y así evitar el síndrome del «pato cojo». También se determinó que la elección parlamentaria tendrá lugar en la segunda vuelta presidencial.
Asimismo, los expertos acordaron permitir la reelección de un presidente por una sola vez, pero no en un mandato consecutivo.
Boric pide cerrar página
Las últimas encuestas siguen registrando una lejanía de la ciudadanía con este proceso constitucional. Un sondeo señala que la desconfianza (41%) y la incertidumbre (35%) son las emociones que predominan entre los electores.
Otro estudio, en tanto, registró que en este momento un 46% de las personas rechazarían la nueva propuesta en diciembre, mientras que solo el 34% la aprobaría.
El presidente Boric, durante su cuenta del estado a la nación la semana pasada, hizo un 'mea culpa' respecto de la actuación del CC anterior indicando que esta «no hizo suya la necesidad de encuentro, unidad y entendimiento que esperaban las chilenas y chilenos, generando un clima de intolerancias recíprocas y enfrentamientos que terminaron en el rechazo a la propuesta que de ella emanó».
Reiteró que no desea «una constitución partisana, sino una constitución incluyente que acoja el libre juego democrático» y llamó a los consejeros que juran en su cargo a elaborar una propuesta que sea acogida por una amplia mayoría para poder «cerrar esta página».
El CC que se instala tendrá 51 miembros y tras el tsunami republicano que se verificó en su elección el pasado 7 de mayo, la oposición cuenta con todos los quorum (2/3 para rechazar; 2/5 para vetar y 3/5 para aprobar) necesarios para redactar un texto a su modo.
Sin embargo, diferentes actores políticos han apuntado a la responsabilidad que tiene en sus manos el Partido Republicano en orden a no hacer fracasar esta instancia y, por lo mismo, han resuelto que sea un consejero de esas filas quien asuma la presidencia del CC.
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