El eterno culebrón protagonizado por Dominique Strauss-Kahn y la camarera del Sofitel que aseguró que el expatrón del Fondo Monetario Internacional parece estar llegando a los últimos renglones de una historia que en los últimos meses ha seguido coleando lejos de los focos. Y es que el diario 'The New York Times' asegura Nafissatou Diallo y el político francés habrían llegado a un pacto económico para que la primera retire todas las iniciativas legales que tiene abiertas por la supuesta agresión sexual ocurrida en el hotel de Nueva York en mayo. El rotativo estadounidense matiza que todavía no hay cifras acordadas y que, al parecer, ninguno de los dos han estampado su firma sobre el supuesto acuerdo.
La tormenta mediática alrededor de Strauss-Kahn, bautizado en ese momento como 'DSK', se desató el pasado 14 de mayo cuando la Policía le detuvo en el aeropuerto cuando se disponía a volver a París. Arrancó allí una sucesión de vistas judiciales y cruce de declaraciones que se saldó con la dimisión del francés de sus funciones al frente del FMI. La supuesta víctima acusó al alto funcionario, de 63 años de edad, de haberla forzado a realizarle una felación cosa que el francés negó, quien admitió sin embargo haber mantenido una breve relación "consentida"
Finalmente, el fiscal, viendo las contradicciones mostradas por la camarera, la Fiscalía decidió desestimar la acusación de violación presentada en un primer momento ante la convicción de que no prosperaría ante un jurado popular. Los abogados de Diallo acudieron entonces a la vía civil y presentaron una demanda ante un juzgado del distrito del Bronx.
La denostada figura de DSK
Aunque finalmente DSK consiga dar carpetazo a sus cuentas pendientes con la Justicia norteamericana, su figura ha quedado seriamente dañada. Su reputación política ha quedado hecha añicos, más aún al conocerse su imputación en supuestas redes de proxenetismo en su país natal.
A principios de año, el socialista era percibido dentro y fuera del partido como un enemigo a temer por el expresidente Nicolas Sarkozy y muchos daban por hecho que estaba más cerca que lejos de ocupar El Eliseo, tarea que finalmente ha recaído sobre François Hollande. En el plano personal tampoco ha ido mucho mejor. Su mujer, la periodista gala Anne Sinclair, que permaneció a su lado durante las primeras semanas del conflicto anunció el pasado verano que daba por terminado su matrimonio.
