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ABC Cultural

«Esa alimaña cobarde del coronel Casado»: así negoció la República el final de la Guerra Civil

Con el golpe de Estado que perpetraron contra el presidente comunista Juan Negrín, en marzo de 1939, los republicanos querían obtener la paz sin represalias, tiempo para marcharse al exilio y la libertad de algunos militares

La mayor masacre de la Guerra Civil: los 1.500 cadáveres que flotaron en el mar de Cartagena

Israel Viana

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Al general Manuel Matallana le sorprendió la llamada de Segismundo Casado en el cuartel general de Elda. El teléfono sonó a altas horas de la madrugada del 6 de marzo de 1939. Nada más descolgar, el coronel le comunicó que se había sublevado y que ... Juan Negrín ya no era presidente. Él ocuparía su puesto en adelante. Fue un jarro de agua fría en medio de la noche. Se acababa de producir un golpe de Estado dentro del bando republicano que muchos camaradas interpretaron como una sucia traición a la causa antifascista cuando la guerra ya estaba decidida. El coronel buscaba negociar la paz con Franco para librar a los suyos de una brutal represión, que los muertos no siguieran aumentando y que el exilio se produjera de la manera más pacífica posible.

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