Perú saca a relucir la bandera de la Cruz de Borgoña en homenaje a su pasado español
La antigua enseña de la Monarquía Católica fue usada, tradicionalmente, por la Casa de Borgoña a modo de distintivo, y con la llegada de Felipe «el Hermoso», casado con Juana «La Loca», desembarcó en la península a principios del siglo XVI

En los últimos días han circulado por redes sociales las imágenes de manifestaciones en Perú contra el supuesto fraude electoral donde algunos grupos portaron cruces de Borgoña , una enseña que se usaba en tiempos del virreinato, a modo de homenaje a su legado ... hispánico.
El grupo que está exhibiendo estas banderas es la Sociedad Patriotas del Perú , cuya página de Facebook es un homenaje en sí a la creación del Virreinato del Perú , que era uno de los epicentros en América del Imperio Español. Esta asociación suele usar tanto en sus redes sociales como en los actos públicos dos banderas distintas con el aspa de Borgoña: la tradicional en fondo blanco y con la cruz roja que utilizaba el Imperio Español, y otra variante que combina el diseño de ésta con la actual bandera peruana, incluyendo una imagen del dios inca Viracocha y un cóndor.
A pesar de lo llamativo de la estampa, otras organizaciones peruanas también han recurrido en el pasado a la bandera imperial española, como por ejemplo el Colectivo Cultural Hanaq Pachap , que se manifestó así el 12 de octubre de 2018, reivindicando por igual las raíces incas y españolas de Perú.
El origen de la Cruz de Borgoña
La antigua enseña de la Monarquía Católica fue usada, tradicionalmente, por la Casa de Borgoña a modo de distintivo, y con la llegada de Felipe El Hermoso , casado con Juana La Loca, desembarcó en la península a principios del siglo XVI. La bandera emplea como elemento central la llamada Cruz de San Andrés, una cruz en forma de aspa (con dos ángulos agudos y dos ángulos obtusos) que representa el martirio de este apóstol. Según una tradición muy antigua, San Andrés fue crucificado en Patrás , capital de la provincia de Acaya, en Grecia . Lo amarraron a una cruz en forma de X y allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.
«Y es mi voluntad que cada cuerpo traiga una bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según estilo de mis tropas, a que he mandado añadir dos castillos y dos leones, repartidos en cuatro blancos, y cuatro coronas que cierran las puntas de las aspas».
Lo que diferencia a la Cruz de Borgoña de otras Cruces de San Andrés es que se representa con los nudos de los troncos de las aspas en los lugares donde se cortaron las ramas. Los troncos rugosos en los que fue crucificado el santo.
Con la dinastía de los Austrias, emparentados a su vez con la Casa de Borgoña, se adoptó como elemento común para las banderas españolas de la época y los estandartes militares. En tierra, esta bandera ondeó probablemente por primera vez como insignia española en la batalla de Pavía, en 1525, aunque el ejército de Carlos V era más bien hispano-germano. Posteriormente se convirtió en la más característica de las utilizadas por los tercios españoles y regimientos de infantería del Imperio español durante los siglos XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX.

La bandera fue el símbolo vexilológico por excelencia de España hasta el advenimiento de la Casa de Borbón en la figura de Felipe V. No obstante, este Monarca mantuvo la importancia militar de esta cruz. En un decreto de febrero de 1707 decía:
«Y es mi voluntad que cada cuerpo traiga una bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según estilo de mis tropas, a que he mandado añadir dos castillos y dos leones, repartidos en cuatro blancos, y cuatro coronas que cierran las puntas de las aspas».
Durante la Guerra de Sucesión, tanto unidades del bando austracista como del borbón habían portado esta enseña, por lo que era imperativo sustituir progresivamente el diseño en favor de las armas reales sobre paño blanco característico de esta dinastía. Este paño blanco ( propio de la Casa de Borbón ) también se utilizó en el siglo XVIII por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia , además de España, por lo que Carlos III decidió cambiar el pabellón nacional a la actual rojigualda, en su génesis solo para la Armada, para diferenciarse mejor de estas otras naciones.
La Cruz de Borgoña seguiría muy presente en la vexilología patria. Muchas banderas, guiones y estandartes actuales del Ejército español siguen presentando este emblema. Un claro ejemplo lo constituyen los guiones y estandartes de la Guardia Real, así como el Escudo de Armas del Rey Juan Carlos I , no así el de Felipe VI. A nivel aéreo, el símbolo fue adoptado en el Ejército del Aire poco tiempo después de la creación de esta fuerza en España a partir de 1939, cuando se creó el Ministerio del Aire. Los aviones militares españoles aún incluyen en su cola esta cruz .
El alma de América
El pasado hispánico de numerosos territorios americanos se deja sentir en la importancia que juega en sus banderas la Cruz de San Andrés, en especial la de Borgoña, entre ellas la de la ciudad de Valdivia (Chile), la de los estados estadounidenses de Florida y Alabama o la del Regimiento de Infantería 1 «Patricios» de Buenos Aires.

Durante 282 años, el Aspa de Borgoña fue la bandera del Virreinato del Perú , un territorio que comprendía originalmente casi toda América del Sur, incluyendo Panamá y algunas islas de Oceanía. Cuando la República del Perú declaró su independencia el 28 de julio de 1821 su extensión era menor, pero seguía gozando de una importancia capital en las estructuras económicas y administrativas del Nuevo Mundo .
De hecho, en El Callao, muy cerca de Lima, los españoles americanos protagonizaron el epílogo más dramático de las llamadas guerras de Emancipación Americana. La mayor presencia de peninsulares que en otros territorios, la escasa implantación del espíritu independentista y la capacidad de mando de los sucesivos virreyes convirtieron el lugar en una roca en el camino de los rebeldes, a diferencia de Nueva Granada y de Río de la Plata .
Para someter Perú fue necesaria la acción conjunta de las fuerzas de Simón Bolívar y de José de San Martín . En julio de 1821, el virrey José de la Serna ordenó evacuar Lima, dando vía libre a que San Martín proclamara la independencia de Perú. Y aún cambiaría de manos varias veces la capital hasta que, con las fuerzas españolas al límite, llegó la batalla de Ayacucho y con ella la derrota del contingente militar realista más importante que seguía en pie. La resistencia espartana de los españoles en la Fortaleza del Real Felipe del Callao , construida inicialmente para defender el puerto contra los ataques de piratas y corsarios, marcaron el punto final a la presencia española en Sudamérica.
Paradójicamente, la primera bandera de la República Peruana, creada en 1820 por San Martín, evocaba la bandera imperial española, siendo una bandera cuartelada en sotuer en blanco y rojo muy similar a la bandera de la ciudad de Vigo, pero con el blanco en los cuarteles superior e inferior y el rojo en los laterales.
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