La otra vida de Pedro Sánchez: «ligón», con novia italiana y sus veranos locos en Mallorca
El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección pasó de ser un 'donjuán' de playa, amante del 'breakdance' y el baloncesto, a mantener una consolidada relación con su esposa Begoña Gómez
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El personaje de Pedro Sánchez no es desconocido para nadie. Apenas cinco años al frente del Gobierno de España le han servido para convertirse en uno de los presidentes más polémicos (y, en muchos casos, odiados) que ha pasado por La Moncloa en los últimos años, y no es por falta de hazañas. Y es que el madrileño ha tenido que hacer frente a una legislatura con pandemia, crisis y una guerra de por medio, lo que ha hecho que su nombre resuene más que nunca. Ahora, opta a la reelección como candidato del PSOE en los comicios generales de este domingo 23 de julio.
Sin embargo, aunque conocemos muy bien su labor política al frente del PSOE y también del país, la vida privada del socialista es uno de sus secretos mejor guardados y poco se habla en realidad sobre su infancia, su adolescencia o su familia. El presidente pasó su infancia entre barrios obreros y colegios de pago y dejó de ser un «ligón» de playa para acabar convirtiéndose en un hombre enamorado y un respetable padre de familia.
Te contamos todo lo que tienes que saber sobre el lado más desconocido de Pedro Sánchez al margen de la política.
Su infancia y el sueño de ser jugador del baloncesto en el Estudiantes
Pedro Sánchez Pérez-Castejón nació el día más raro del calendario de 1972: el 29 de febrero. Se convertía así en el primer hijo de Pedro Sánchez Fernández y Margarita Pérez-Castejón, una pareja de clase media y acomodada, que no dudó en otorgarle a su primogénito los mejores estudios posibles sin saber que acabaría convirtiéndose en presidente del Gobierno. Fue en el colegio Santa Cristina de Chamartín, un centro religioso y privado, en el que el socialista comenzaría a dar sus primeros pasos en el mundo educativo.
Sin embargo, Pedro Sánchez siempre ha presumido de una infancia de barrio de Madrid y así lo dejó ver en su reciente paso por el famoso podcast 'La pija y la quinqui': «Yo nací y crecí en Aluche y Tetuán. Son barrios populares de Madrid. No me veo pija ni piji, ni tampoco quinqui, que para mi generación tiene una connotación distinta», explicaba entonces Sánchez a los presentadores Mariang y Carlos Peguer.
No es lo único que reveló entonces el presidente del Gobierno, cuyas aspiraciones por entonces no estaban centradas en el mundo de la política, sino en los aros de baloncesto. Su impresionante altura (mide 1,90 metros) y su gran físico le permitieron durante años formar parte de la cantera del Estudiantes, uno de los grandes clubes de Madrid, asociado al instituto Ramiro de Maeztu, donde Sánchez coincidió con la ahora reina Letizia. «Yo de adolescente quería ser jugador de baloncesto», explicó el candidato a la reelección.
Sánchez pasó casi una década en el Estudiantes, de infantil a juvenil, y coincidió durante su andadura en el equipo con figuras míticas del deporte español como Pepu Hernández –exseleccionador nacional y excandidato del PSOE a la alcaldía de Madrid–, Alfonso Reyes –mítico jugador que pasó por el Estudiantes, Real Madrid o Málaga y hermano de Felipe Reyes– o Pablo Martínez –base del Estudiantes y del Cáceres—. A pesar de esto, el presidente del Gobierno decidió dejar atrás su pasión tras darse cuenta de que jamás sería profesional: «Estuve jugando hasta los 21. Bueno, más que jugando llevaba la mochila de los que jugaban. Fue una vida un poco triste».
«Ligón» y con novia italiana: la vida de Pedro Sánchez antes de Begoña Gómez
Mientras intentaba triunfar en las pistas de baloncesto, Pedro Sánchez pasó a tratar de hacerlo también en el mundo del baile. Durante una entrevista en 'Mi casa es la tuya' con Bertín Osborne, el presidente confesaba que cuando era pequeño le gustaba acercarse hasta los bajos de Azca para retarse en batallas de breakdance: «Antes siempre vestía de chándal, era lo que se llevaba».
Lo del baile tampoco terminó siendo lo suyo, pero ya desde bien joven, gracias a su atractivo –por algo se ha ganado el apodo de 'Mr. Handsome'–, demostró un don para conquistar a las mujeres: «Yo utilizaba la labia, bailar se me daba muy mal, pero era muy ligón», explicó Sánchez, que aún a día de hoy levanta pasiones entre muchas seguidoras del Partido Socialista (y también de otras bancadas).
No es de extrañar entonces que al joven Pedro no le faltaran novias en su juventud. El propio Pedro Sánchez explicaba que la primera mujer a la que había conquistado fue, ni más ni menos, una chica italiana. Todo sucedió durante uno de sus veranos en Mallorca, concretamente en Can Picafort, donde el actual presidente veraneaba junto a sus padres y su hermano Daniel: «Mi primera novia era una italiana, Francesca. Yo, en esa época, iba vestido como un breaker», confesó hace tiempo, dando a entender que en esa época ni las extranjeras en tierra española se le resistían.
Su historia con Begoña Gómez: de conocerse en una fiesta a su afición por el indie
Lo que no esperaba el joven Sánchez es que, tras años como «ligón» incansable, conocería al amor de su vida, Begoña Gómez, la mujer con la que ha compartido los últimos 20 años de su vida, y lo haría de la manera más casual: en una fiesta. «Me enamoré con 31 años perdidamente de mi mujer. Fue en la casa de un amigo mío en un cumpleaños. Tuve que empeñarme mucho, unas cuantas veces. Me lo puso difícil», aseguró él, mientras que su actual esposa también aseguró que fue «un flechazo».
La insistencia de Sánchez no frenó el romance, sino que lo agudizó y el presidente hasta admitió haber escrito alguna que otra carta de amor para la que actualmente es su mujer. «Fui yo quien puse el cepillo de dientes en su casa, ella tenía un piso montado más grande que el mío», aseguró el socialista, que decidió mudarse a la casa que Begoña tenía en La Latina.
Apenas unos años más tarde de ese primer encuentro que precipitó su relación y ya nacida su primera hija, Ainhoa (2005), la pareja se daba el 'sí, quiero' en una íntima ceremonia en 2006, que la propia Trinidad Jiménez, entonces concejala de Madrid, se encargó de oficiar. Begoña y Pedro se encargaron de celebrarlo en el Hipódromo de la Zarzuela y, poco después, en 2007, nacía su segunda hija, Carlota.
Ahora, Begoña y Pedro ejercen de padres y de presidente y primera dama, pero siguen disfrutando de sus momentos más íntimos. Entre sus grandes aficiones en común ha estado siempre la música, especialmente del género indie y alternativo, y es habitual que ambos aprovechen los descansos de la vida política para acercarse hasta algún escenario de España. De hecho, ya les vimos disfrutar hace años del FIB de Benicasim, hasta donde la pareja se desplazó para ver a uno de los grupos más míticos del género, The Killers.
El presidente del Gobierno incluso hizo hincapié en esta pasión musical en 'La pija y la quinqui', donde se detuvo a hablar de algunos de sus grupos favoritos, entre los que se encuentran Caroline Polachek, Kae Tempest, Jessie Ware, Alvvays, Beach House y Fred Again, o algunos grupos del panorama nacional como Lori Meyers, Vetusta Morla y La Habitción Roja.
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