Hazte premium Hazte premium

La venganza de los Sánchez Vicario a Josep Santacana, ex de Arantxa

La extenista cuenta con el apoyo de toda su familia que la arropó cuando anunció su separación en 2018. Ella ha vendido un apartamento en Miami para pagar más de 700 mil euros de los honorarios de su divorcio aún por resolver

Dos años de prisión para Arantxa Sánchez Vicario por ocultación de bienes y tres años y tres meses para Santacana

La Fiscalía rebaja de cuatro a dos años la petición de cárcel para Arantxa Sánchez Vicario, que muestra su conformidad

Arantxa Sánchez Vicario con su madre la sexta / Vídeo: ep
Pilar Vidal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Aunque la relación es más cercana con sus tres hermanos, nunca volverá a ser igual. No así con Marisa, delicada de salud, que le tendió la mano desde que se divorció demostrándole un amor incondicional de madre», asegura una fuente cercana a la familia Sánchez Vicario. La tenista ha vuelto acaparar toda la atención mediática esta semana al celebrarse en Barcelona el juicio por un delito de alzamiento de bienes en el que el Banco de Luxemburgo le acusa a ella y a su todavía marido de haber descapitalizado su patrimonio para no hacer frente a una deuda de 7,4 millones de euros. De esta, Arantxa ya ha satisfecho 1,8 millones de euros. La exjugadora acudió al juzgado sola junto a su abogado Borja Vives, socio de RCD abogados. Visiblemente desmejorada desde la última vez que se dejó ver por nuestro país, el pasado mes de abril cuando junto a otras ex tenistas recibió un homenaje de la Real Federación Española de Tenis (RFET) en Marbella (Málaga), pidió adelantar su declaración auto inculpándose, pero dejando claro que nunca en su vida ha manejado la fortuna que ganó con esfuerzo en las pistas y asegurando que «tenía que haber separado el amor del resto de mi vida».

Ni rastro de sus hermanos Emilio, Javier y Marisa y tampoco de su madre, a la que sí ha visitado estos días en el domicilio familiar de la Avenida Diagonal, una de las mejores zonas de Barcelona. El inmueble se lo compró Arantxa a su hermano Emilio en sus buenos tiempos para que sus padres no tuviesen que abandonarlo. Pero la ex tenista consiguió desahuciarlos para pagar por entonces su deuda con Hacienda y lo logró en una sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2009. Entonces se llegó a un acuerdo por el que ambos progenitores de la deportista quedaban protegidos por el usufructo vitalicio.

De hecho, Marisa sigue viviendo allí, aunque su hija Arantxa vendió el inmueble de unos 200 metros cuadrados en septiembre de 2016, un par de años antes de divorciarse de Josep Santacana. «Pedir perdón cuesta, pero yo ya lo he hecho. Y voy a seguir luchando por la unión familiar», confesó Arantxa en febrero de 2021 en el programa 'Palo y Astilla' (La Sexta). Allí escenificó públicamente la reconciliación con su madre que, aunque no habló sí quiso dar un beso en público a su hija y mostrar que el pasado es historia. Un gesto que la ex tenista no pudo tener con su padre Emilio Sánchez, que falleció en febrero de 2016 a los 83 años y del que no se pudo despedir ya que entonces no se hablaban. Y aunque esta acudió al tanatorio para mostrar sus condolencias fue expulsada del mismo. Años después su hermano Emilio explicó el motivo: «Era una situación surrealista. Que él (el exmarido de Arantxa) tuviese la osadía de presentarse allí es una cosa que no tenía mucho sentido, y llegar con los aires que llegó a provocar. Si hubiese venido ella no hubiese pasado nada».

Arantxa Sánchez Vicario con su hermano Emilio GTRES

Arantxa y su madre comparten signo zodiacal, ambas son Sagitario. «De ella he heredado el carácter, la disciplina, somos signos de fuego, luchadoras», dijo en la misma entrevista de La Sexta. «Y de mi padre he heredado la fortaleza, la disciplina. Ambos son personas maravillosas, que me han querido y les querré siempre», reconoció visiblemente emocionada. Lo que todavía no podía asumir hace dos años es si había sido el motor económico de su familia en algún momento. Ese fue el origen de todos los conflictos. Arantxa llegó a reconocer públicamente que su familia le había arruinado. En unas explosivas memorias '¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer' (La Esfera de los libros), la extenista aseguró estar en la ruina y acusó a su padre de una mala gestión de sus ganancias. «Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda (fue condenada a pagar 3,5 millones por tributar en Andorra mientras vivía en España) y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a lo largo de su vida ha ganado mucho menos que yo. ¿Puedo aceptar este abuso y quedarme callada? No voy a hacerlo», dijo el 14 de febrero de 2012 ante una Casa del Libro de Barcelona abarrotada.

Este libro marcó el principio de un cisma familiar que aún hoy está por resolver pero que se gestiona de puertas para dentro para intentar salvar la poca o mucha fortuna que le queda a la extenista y proteger el buen nombre que se ha forjado la saga familiar en las pistas. Arantxa, con 51 años, es la pequeña de cuatro hermanos; la mayor Marisa, Emilio y Javier Sánchez Vicario, todos ellos ligados al mundo del tenis.

Adiós a Santacana

En enero de 2018 cuando estalló el escándalo de la separación de la ex tenista con su marido Josep Santacana, esta se refugió en su hermano Emilio, del que dice sigue siendo su referente, su mentor y quien le ha aportado ayuda en los buenos y malos momentos. Emilio Sánchez Vicario regenta una escuela de tenis en Naples, a 200 kilómetros de Miami, y cuando recibió la llamada de su hermana pequeña, tanto él como su esposa Simona, la acogieron a ella y a sus dos hijos, hasta que el huracán mediático se calmó meses después de conocerse la noticia. Ya entonces todo hacía presagiar que no iba a ser una batalla fácil y que una vez más estaba en juego su patrimonio y esta vez, además, la custodia de sus hijos. Un conflicto legal que aún hoy cinco años después sigue sin resolverse.

De juzgado en juzgado

El próximo mes de octubre Arantxa tendrá que comparecer ante la Corte de Miami por un contencioso que mantiene con su antiguo despacho de abogados Kutner and Associates a los que acusa de haberle estafado con los honorarios del proceso de divorcio. Tal y como ha podido comprobar ABC, Arantxa tuvo que vender uno de sus apartamentos en Paraiso Bay para hacer frente a los 727.099 dólares (681.000 euros) que le facturó el prestigioso bufete. Un pago que se hizo a través de la sociedad Ocean Reserve 1614 de la que es gerente la ex tenista. Una maniobra que le ha costado también una demanda por parte de su todavía marido Josep Santacana, ya que la Corte de Miami, les tenía congelado el patrimonio y algunas cuentas mientras no se resuelva el proceso.

Una norma que ha sido violada y que tendrá que responder por ello. Y es que a día de hoy aún no han conseguido mostrar ante la justicia estadounidense todo el entramado societario creado por el matrimonio para gestionar su fortuna. Según la defensa de Santacana, la tenista tiene sociedades, patrimonio y dinero oculto en paraísos fiscales desde hace décadas. En Miami las capitulaciones matrimoniales que firmaron no tienen valor por lo que ambos están obligados a mostrar todo el dinero que tienen, algo que parece no están dispuestos y está haciendo que el proceso se ralentice en el tiempo. Arantxa aseguró esta semana estar viviendo de las clases de tenis que da en la Metropolitan School, de organizar algunos torneos y de la ayuda de amigos. Lo único cierto es que ambos siguen viviendo en Miami manteniendo su mismo modo de vida.

Poco o nada tiene que ver la vida de la más laureada de la familia con la de Marisa Sánchez Vicario, su hermana mayor, que vive en Cabrils alejada de todo y que solo habló para pedir respeto para ella y su hija cuando enviudó de su marido, Antoni Colomina, en 2013, víctima de un infarto. Ella está al frente de la Academia Sánchez Casal, creada en 2010 por su hermano Emilio y Sergio Casal y también trabaja en el negocio de repostería de la familia de su marido. También Javier apoya en la escuela del hermano y ejerce como entrenador de tenistas españoles.

Una familia que permanece unida ahora más que nunca frente a un mismo hombre, Josep Santacana, el joven catalán que consiguió burlar el informe que la familia de Arantxa encargó a la agencia Método 3 y que vaticinaba el futuro que ahora están viviendo. Aún así, consiguió llegar al altar sin unas capitulaciones, que firmaron después. Ahora se enfrenta a cuatro años de cárcel, mientras que Arantxa ha visto rebajada su pena colaborando con la Fiscalía. Ni siquiera unas cartas de amor de la tenista ensalzando lo feliz que fue durante su matrimonio le valen hoy para salir malparado en todos los aspectos. Los Sánchez Vicario están dispuestos a vengar todo el dolor causado en la familia.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación