Tamara Falcó: desbordada por su boda con Íñigo Onieva
A pocas semanas de que llegue el evento más esperado del año, la hija de Isabel Preysler está a punto del colapso
Tamara Falcó aclara cuáles son sus verdaderos planes para adelgazar antes de su boda
Queda poco más de un mes para que se celebre la esperadísima boda entre Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33) y la pareja no deja de protagonizar los titulares de la prensa rosa casi a diario. La última de las informaciones hacía referencia al ingreso en un clínica de adelgazamiento.
«El vestido me lo hacen a medida y, por lo tanto, está hecho a mi cuerpo. Menuda tontería y falta de respeto. Yo estoy en mi «normopeso». Para bajar esos kilos tendría que estar un año. ¿Qué podría estar más delgada? Pues sí. Pero vamos, que lo encuentro todo un poco indignante. Como ya he dicho varias veces, para mí lo importante es el sacramento del matrimonio», aseguró anoche la 'socialité' visiblemente molesta.
Tal y como adelanta SEMANA, la marquesa de Griñón estaría viviendo momentos de gran estrés con la boda. «Está soportando mucha presión en los últimos meses», apuntan amigos íntimos. El ritmo frenético de vida y todos los contratiempos que se ha encontrado antes de su boda han provocado que su círculo llegue a pensar que «tarde o temprano petará».
Tamara siente que cada movimiento que realiza es analizado con lupa y eso ha multiplicado su tensión. La presión pública y mediática la tiene desbordada. Ella desearía vivir todo esto en la intimidad, rodeada de su familia y amigos para disfrutar del proceso cómo se merece. El tema del vestido de novia fue un golpe muy duro para la hija de Isabel Preysler y que se hiciera público no ayudó nada.
«Me acabo de enterar por los medios. No tenía ni idea y nunca pensé que llegaríamos a este punto» comentó la marquesa de Griñón tras conocer que la firma 'Sophie et Voilà' no haría su vestido de novia cuando solo quedan 54 días para el enlace. «Lo que tenía que ser un momento súper especial se había convertido en un momento lleno de tensión», reconocía.
A eso se sumó la noticia del despido de su prometido, Íñigo Onieva. Belén Esteban soltaba la bomba en su programa. «Íñigo era relaciones públicas de dos restaurantes y desde hace unos días le han dicho que ya no trabaja más«, contaba la colaboradora. Los locales estarían haciendo reestructuraciones y habrían cambiado al CEO hace poco tiempo. Ambos aseguban que se encontraban tranquilos y que «todo está perfecto».
La lista de boda de Tamara y de Íñigo también ha estado envuelta en la polémica ya que se criticaba el precio tan caro que tenían todos los regalos. La marquesa de Griñón y su prometido ofrecían dos posibilidades en cuanto regalos a todos sus familiares y amigos. Pueden optar por hacer una transferencia con un importe mínimo de 150 euros o escoger uno de los caprichitos que, según contaba el programa 'Socialité', ha incluido exclusivamente Tamara Falcó en esta lista de bodas.
Por ejemplo, una caja de puros que sobrepasa los 1.000 euros. También hay una vajilla completa de la firma Vistalegre que alcanza los 11.918 euros, una de Bernardaud por apenas 800 euros menos que la anterior, otra Constance de casi 6.000 euros o un sofá Bremen de 7.850 euros. Finalmente, según aclaraban los protagonistas, hay regalos que se puede comprar por 39 euros.
En un origen la fecha de la boda, que ese celebará en la finca familiar El Rincón, estaba prevista para el 17 de junio de 2023 pero por unos problemas de aganda tuvieron que retrasarlo al sábado 8 de julio. Y es que la pareja está teniendo que superar gran cantidad de obstáculos para poder llegar a darse el 'sí, quiero', lo que tiene a Tamara de los nervios.
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