De regreso al Neverland de Michael Jackson: la vida de las víctimas, seis años después
La secuela del impactante documental 'Leaving Neverland' narra las batallas legales y las heridas personales durante esta década
Uno de los demandantes recuerda la «aterradora» reacción de los fans y medios tras las acusaciones de abuso sexual
El exguardaespaldas de Michael Jackson rompe su silencio sobre las acusaciones de abuso sexual en contra del cantante

La idealización de una estrella puede retorcer la historia hasta el punto de convertir a una víctima en verdugo a ojos de una parte interesada de la opinión pública. Aunque esa víctima haya sido un niño de ocho años. Esto es lo que narra ahora la secuela de 'Leaving Neverland', la continuación de aquel aterrador documental sobre Michael Jackson en el que se destapaban los terribles abusos cometidos por el Rey del Pop a pequeños inocentes en su mansión. Y, según narran ahora aquellas víctimas, nada de lo que ha ocurrido en estos seis años ha sido especialmente edificante.
'Leaving Neverland', ganador del Emmy y emitido por HBO en 2019, es uno de los documentos más impactantes sobre la cara oculta de una estrella. No apto para corazones sensibles. El bailarín y coreógrafo Wade Robson y su compañero de fatigas James Safechuck han regresado a la palestra pública tras denunciar en su día cómo el Rey del Pop abusó sexualmente de ellos cuando eran menores. Seis años después, Robson, ahora de 42 años, y Safechuck, de 47, reflexionan sobre su batalla legal con los herederos del artista en 'Leaving Neverland 2: Surviving Michael Jackson'. No sin cierta amargura, aunque también con esperanza. Principalmente por sanar su alma.
Lo que ocurre es que durante este tiempo, ambas víctimas no solo han tenido que lidiar con los combativos herederos del artista, sino también con las amenazas de los seguidores más fanáticos y furiosos de Michael Jackson, y también con el juicio público de ciertos medios de comunicación. Así, el nuevo documental también profundiza en el impacto personal que todo ello supuso para dos personas a quienes una estrella idolatrada e idealizada robó su infancia y probablemente el resto de su vida.
«Tu vida se acabaría»
«Es terriblemente aterrador», dice Robson en 'Leaving Neverland 2'. «La reacción de todo el mundo, los fans furiosos de Michael y los medios de comunicación... Algunos de ellos, pueden ser extremadamente crueles», asegura. Y Safechuck habla del miedo que pasó antes del estreno del documental original: «La magnitud de lo ocurrido era lo que más me asustaba». Ya se lo advirtió el propio Jackson: «Tu vida se acabaría si la gente supiera que yo quería que me chuparas los pezones».
Los herederos del músico, fallecido el 25 de junio de 2009 en su mansión de Bel-Air a causa de una intoxicación de propofol y benzodiazepina, siempre han negado rotundamente las acusaciones. «Las mentiras corren carreras, pero la verdad corre maratones», fue una de las últimas sentencias de Michael Jackson antes de morir. Y el maratón se sigue corriendo.
En todo este tiempo, los defensores de Michael Jackson han mantenido como un mantra la idea de que Robson y Safechuck solo buscan enriquecerse. Señalan que siguen reclamando daños y perjuicios a los herederos a pesar de que sus casos fueron desestimados inicialmente al quedar prescritos. «Todo esto se trata de avaricia y dinero. Siempre se trató de dinero. Siempre se trató de dinero, dinero, dinero. Investiguen de verdad este caso», afirma un fan en 'Leaving Neverland 2'.
Las secuelas de una vida robada
Las dos víctimas dicen ahora todo lo que les costó -y les sigue costando- asimilar aquello que les sucedió siendo apenas unos niños: conocer a la mayor estrella del pop, hacerse amigos, vivir un cuento, ir a su mansión, dormir en la misma cama, ser objeto de los abusos más aberrantes, cargar con ello toda la vida... Robson sufrió dos crisis nerviosas y Safechuck padeció insomnio y depresión. Y luego estaban las pesadillas recurrentes, tan próximas a la locura.
Su caso contra las empresas del difunto Rey del Pop se juzgará ante un jurado en tribunales de menores en noviembre de 2026. «Perseguir esto fue un acto de contraataque. Quería luchar por el pequeño James. Quería luchar por él y por mí mismo», dice Safechuck. Y añade: «Parte de mí está acumulando fuerza y esta defensa para superarlo. Me imagino en el juicio, en el banquillo, encontrando la fuerza y luchando por el pequeño Jimmy. Cuando llegue el momento, estaré listo».
Lo mismo dice Robson: «Sea cual sea el resultado final, no hay derrota». Y admite ya al final de 'Leaving Neverland 2': «Si tengo la oportunidad de volver al estrado y decir la verdad como no pude hacerlo durante décadas, eso ya será una victoria para mí».
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